Existen contextos sociales que, casi sin tiempo para esperar pormenorizados
diagnósticos, imponen con absoluta evidencia
la necesidad de llevar a cabo actuaciones especiales encaminadas a resolver sus
graves problemas que albergan. Actuaciones que serán insoslayables, por lo menos
en cuanto a la tesponsabilidad pública se refiere, cuando tras estos diagnósticos
se ponen al descubierto los "defectos de fabricación" que les impide una
evolución dentro de los márgines que se consideran aceptables. Contextos en los
que se acumulan todos aquellos factores de riesgo que una sociedad determinada
en unos momentos históricos produce. Factores que están en el origen de los procesos
de exclución que dejan en la cuenta del bienestar y que apartan de las oportunidades económicas
y sociales a un importe contingente de personas, pivándolas, a éstas, del disfrute de los derechos
más elementos y al resto, de las posibilidades que podrían aportar.
Uno de estos contextos donde se han dado cita estos factores de riesgo de
exaaclución, que reclama con urgencia e insistencia medicas
especiales, es el Barrio la Coma, de Patena. Barrio creado al amparo de la Actuación
Poligonal prevista en la dácada de los 60 para la descongestión planificada de la ciudad
de Valencia, receptora en aquellos mmomentos de un aluvión migratorio y sujeta a un crimiento
demográfico importante, con su correlativo déficit en viviendas asiquibles a los segmentos
de población más débiles. Actuación poligonal, ésta del Polígono Acceso Ademus del que forma
parte el Barrio La Camo que, que desde el prmier momento y quizás por planearse en unos terrenos ajenos
al del municipio que tenía el problema y por empeñarse en unos criterios de edificabilidad vulneraban
la normativa que regía para este tipo de intervenciones, empezó a arrastrar tal serie de dificultades
de los propósitos originales que cuando llegue a construirse en la primera mitad de los 80 una de las
fases previstas, el actual barrio La Coma, estas viviendas ya no responderán a las necesidades que lo
originaron y todo el proyecto acabará en vía muerta.
El resultado es femolidor para cualquier análisis social y urbanístico:
un Barrio completamene aislado del núcleo urbano de su municipio, compuesto por cerca de 1.200 viviendas,
todas ellas de pdromoción pública, destinadas a albergar a familias incapacitadas para acceder a la vivienda
en el mercado libre inmobiliario; con un diseño urbanístico que imposibilita la aperción espontánea de
actividades comerciales, laborales o convivenciales; y con tales carencias en infraestructuras y servicios
que, aun a pesar de los evidentes progresos alcanzados en estos diez años de existencia, sigue arrastrado
una permanente impresión de inacabado. Resumiendo, un barrio acabado desde su mismo planteamiento a convertirse
en un barrio marginal, donde sus dinamismos internos van a jugar en contra de el mismo y que contiene todos los
elementos para provocar y agudizar el conflicto social.
Desde su mismo nacimiento, a mediados del 86, el Barrio está reclamando
intervenciones que corrijan y palien estos "defectos de fabricación". El movimiento vecinal que, con mayor
o menor fortuna, ha ido articulándose ha sido quien ha canalizado esta asperación, sabiendo que no eran intervenciones
puntuales de tal o cual administración, de tal o cual departamento, lo resolvería los problemas de fondo; de manera
que, a veces confusamente y avces explícitamente, havenido reclamando esta intervención de carácter general e integral.
Un paso muy importante que se dío para enfocar los problemas que afligían al Barrio y dar una cierta coherencia y coordinación
a la necesaria intervención, lo constituyó la formalización de la Comisión mixta del Barrio, al ser éste declarado como
Barrio de Acción Preferente, de acuerdo al decreto 157/1988, de 11 dfe octubre, de Consell de Generalidad Valenciana,
por el que se establece el Plan Conjunto de Actuación en Barrios de Acción preferente. Ha sido desde este foro de la
Comisión mixta desde donde se han desarrollado las líneas fundamentales que han venido a ser como los ejes de coordenadas
donde se han enmarcado las distentas actuaciones que desde entonces se han dirigido al Barrio: el de convertirse en una plataforma
de participación de los propios vecinos, representados por sus asociaciones y el de ser un instrumento con cierta capacidad decisoria,
que ha obligado e instado a una búsqueda de soluciones coordinadas entre las administraciones y entre los sectores administrativos
convocados. A nadi se le oculta, sin embargo, las dificultades que un órgano como éste, donde se sientan intereses enfrentados y
sensibilidades diferentes, puede tener. Así, la Comición Mixta ha pasado ditintas fases y ha tratado desde su formación, a finales
del año 88, de poder disponer de un plan sobre la mesa que sirviera de guía y de mapa para provocar esa necesaria coordinación e integralidad,
más allá de la simple colaboración en aspectos puntuales que parecía ser el máximo al que se podía aspirar; un plan con unos objetivos
de referencia que corregieran la tendencia a actuar a golpe de sobresaltos y de improvisaciones coyunturales.
Y así, en esta búsqueda de la propia Comisión Mixta de dotarse de un instrumento
planificador, aprovechando dos circustancias propicias -como eran, por un lado, la celebración de los diez años de vida en el Barrio, que se imponía como un buen momento para hacer balance y para hacer proyectos; y por otro lado, el encargo a Sanidad de realizar un completo diagnóstico de salud del Barrio que incluyera datos generales-, se pensó que sería la oportunidad para dar el salto deseado y hacer un planteamiento global e integral de intervención para el Barrio. De esta manera, la Comisión Mixta decide encargarse a sí misma la realización de unas Jornadas que sirvieran de reflexión pausada y de diagnóstico de la situación de La Coma y de las cuales surgieran grupos de trabajo que, al calor de esta reflexión, elaboraran un Plan Integral para el Barrio.
Varias debían de ser las características de estas Jornadas: debían de ser un foro
de debate libre, abierto y plural en que se garantizase la presencia de expertos (provenientes, sobre todo, de la Universidad), capaces de ayudar a dar un enfoque más objetivo a los inevitables apasionamientos ideológicos que encierran estos debates; la presencia de responsables de la Administración, con capacidad de exponer lo que ésta puede ofrecer, de ilusionar -¿por qué no?- con propuestas realistas y de dilucidar abiertamente hasta donde llegan sus responsabilidades y competencias y señalar así, claramente, los límites de sus intervenciones. Pero, de manera especial, había que garantizar la presencia y participación de los propios vecinos, no sólo como portavoces de los problemas que les toca vivir en el día a día o como público de expertos y políticos, sino como inductores de soluciones y como señalizadores de aspiraciones e ilusiones. Otra característica que debería tener estas Jornadas consistía en que se dividiera el abordaje de temas, de forma que estuviera representado el conjunto de aspectos que vienen a ser el terreno de obligado paso de todas las Comisiones Mixtas: vivienda, infraestructuras y equipamientos; trabajo y formación laboral; salud; educación; convivencia y cultura…
Las Jornadas fueron realizadas la semana del 20 al 24 de octubre de 1997,
habiéndose cubierto -según una valoración general- los objetivos previstos en ellas. Uno de estos objetivos, consistente en que estas Jornadas sirvieran de punto de arranque de una serie de grupos formados principalmente por vecinos interesados que con la colaboración de distintos técnicos presentes en la vida del Barrio, profundizaran en las propuestas y en las conclusiones surgidas en los debates, se ha visto satisfecho plenamente. Prácticamente la totalidad de grupos y asociaciones del Barrio, agrupados según alguno de los temas abordados en las Jornadas, han venido reuniéndose con la finalidad de seguir reflexionando y profundizando y de ir concretando las conclusiones. Fruto de todo este esfuerzo conjunto entre vecinos, técnicos, responsables de la administración y expertos aglutinados y coordinados por una Comisión Gestora, es precisamente este Plan Integral para el Barrio. Fruto que, por la forma en la que ha ido elaborándose, recoge las aportaciones del mayor número de voces que tienen interés en el desarrollo del Barrio y que recoge propuestas y aspiraciones, tan elementales y concretas que serán difícilmente esquivables si se consigue la anuencia de todos los que tienen responsabilidades, o bien técnicas o bien políticas, dentro de la Administración.
Este Plan Integral se devuelve, pues, a quien lo encargó para poder contar con un
instrumento de trabajo, con objetivos claros y con la fuerza del consenso. Será ahora labor de la Comisión Mixta del Barrio no defraudar el esfuerzo y las esperanzas puestas en este trabajo colectivo y encontrar las vías para convertir en algo vivo este documento.
1. NECESIDAD DE UN PLAN DE DESARROLLO LOCAL
Los barrios periféricos de las grandes ciudades, con sus fronteras espaciales y culturales que les separan de los centros urbanos, requieren nuevas formas de intervención social. La vida en los barrios es una sucesión de retos que ponen a prueba los esfuerzos de sus habitantes por alcanzar una mejor calidad de vida, lograr su realización colectiva y, en definitiva, alcanzar una mayor cohesión social. Asimismo los propios barrios protagonizan una rica geografía de experiencias en la lucha por la superación de esas fronteras y buscan soluciones a los problemas de la exclusión.
Las Administraciones públicas son competentes en la promoción de empleo e inserción laboral, en la formación ocupacional e integración social, en el desarrollo local y promoción de la calidad de vida. En la actualidad, intentan prestar especial atención a aquellas zonas y grupos poblacionales que poseen graves desventajas.
En una primera fase, la intervención pública en estas periferias urbanas se canalizó a través del Plan de actuación en los Barrios de Acción Preferente que se inició en 1988 (Decreto 157, de 11 de Octubre, del Consell de la Generalitat Valenciana). La intervención se orientó hacia las medidas de choque, normalización e inserción, con el fin de detener la desestructuración de la convivencia, controlar la ocupación de las viviendas oficiales, crear unas bases mínimas de organización social e impedir que el Barrio fuera el lugar del chabolismo oficial que concentrara las patologías sociales de la ciudad. Las medidas esenciales de esta fase fueron el inicio de las actuaciones conjuntas de carácter social, sanitario y policial a través de la coordinación de las distintas Administraciones, así como la implantación de medidas asistenciales para paliar las situaciones agudas de desprotección. En esta etapa se implanta el Equipo de Intervención Social, se potencian las ayudas asistenciales , se establece el Plan de la Vivienda y la actuación de la Policía Local, y se desarrollan talleres de inserción y programas ocupacionales. Particular importancia tiene en esta etapa la incorporación de los vecinos a la toma de decisiones y el programa educativo para la socialización de ciertas familias. El éxito mayor de esta etapa ha sido doble: por una parte, los intentos de coordinación de las distintas administraciones a través de la Comisión Mixta; y por otra, la promoción de la convivencia, que desarrolla los vínculos y nexos entre los residentes hasta lograr un papel protagónico de las propias organizaciones del Barrio.
El Plan nace con el propósito de promover una segunda fase, que ya ha comenzado, presidida por medidas de desarrollo, orientadas a desplegar capacidades de la gente y crear oportunidades laborales y económicas, con la creación de infraestructuras y de recursos capaces de promover la articulación interna de la población, lograr la comunicación del Barrio con los núcleos urbanos a través del transporte público, legalizar las viviendas ocupadas, orientar la concesión de las viviendas desocupadas según criterios adecuados, dotar de servicios tan necesarios como el mercado y el Centro de Salud. Esta fase se caracterizará por el papel protagónico de las propias organizaciones del Barrio y va a depender en gran medida de la existencia de medios de comunicación con la ciudad, de la creación de espacios para el comercio y para el tiempo libre y, sobre todo, de la promoción de empleo. El proceso, sin embargo, requiere de apoyos estratégicos con capacidad de promover el tejido empresarial y la cohesión social, desarrollar la salud pública y activar planes de fomento de empleo.
capacitar a las personas para asumir un papel autónomo, creando individuos activos e independientes, fundamentalmente a través de la formación e inserción por el empleo;
crear oportunidades en el Barrio a través de la implantación de algunas empresas, del comercio y de la economía social;
abrir el Barrio a los dinamismos exteriores;
crear un contexto barrial que estimule la convivencia y rompa los estigmas actuales que pesan sobre dichos barrios.
1.1. Metodología
El presente Plan tiene su origen en las conclusiones que los vecinos del Barrio elaboraron en las Jornadas sobre "Vivir en La Coma", celebradas los días 20 al 24 de Octubre de 1997; dichas conclusiones fueron recepcionadas por el Ayuntamiento de Paterna, a quien se le da a conocer la creación de una Gestora para realizar las conclusiones. En dichas conclusiones se contenían las directrices básicas de lo que es el Plan Integral, a la vez que se creaba una Comisión Gestora que, integrada por las distintas comisiones de trabajo, sería la encargada de redactar las conclusiones, recepcionar las sugerencias y elaborar el mencionado Plan.
Se organizan cinco comisiones de trabajo formadas por representantes de Asociaciones del Barrio, según se reseña en la Figura 1, que se implican activamente en la elaboración del mismo. Los primeros trabajos se iniciaron en Noviembre de 1997, tomando como referencia las conclusiones generales de las Jornadas. Resultado de este trabajo fue un primer esquema que se aprueba por la Comisión Mixta.
A partir de las conclusiones de los grupos de trabajo, se recogen las medidas concretas por áreas, clasificadas en Medidas y Actuaciones. Dentro de cada una de las cinco grandes áreas, se identifican unas medidas emblemáticas, que se declaran urgentes y movilizadoras, para ser implantadas por el conjunto de la población.
El diseño del Plan Integral de Desarrollo Local se presenta el día 11 de Febrero a la Comisión Mixta, en cuanto impulsora y coordinadora del Plan, para su conocimiento, al tiempo que se comunica la voluntad de realizar un encuentro específico sobre el mencionado Plan una vez se recojan las últimas sugerencias de los grupos de trabajo y se haya entregado a cada uno de los representantes de la Comisión.
El día 10 de Marzo se entrega la primera redacción del Plan a los grupos de trabajo para recabar su aprobación, completar sus aportaciones y sugerir las opiniones que consideren oportunas.
Los primeros días de Abril se dedican a difundir el Plan entre los distintos Departamentos integrantes de la Comisión Mixta, asumiendo la tarea de dar a conocer el proyecto, tanto en las distintas administraciones como entre los vecinos del Barrio y Paterna y en los órganos de participación social.
1.2. Características del Plan
El texto definitivo del Plan es el resultado del trabajo de las comisiones del Barrio -creadas y constituidas por sus vecinos-, las sugerencias hechas por técnicos universitarios y profesionales que actúan en el Barrio y las aportaciones realizadas por los distintos departamentos de las Administraciones autonómica y municipal.
El Plan quiere cumplir las siguientes funciones:
Ser un instrumento de coordinación entre las distintas Administraciones que actúan en el Barrio y entre éstas y las asociaciones que vertebran la participación ciudadana.
Ser un medio para allegar recursos económicos, técnicos y personales, necesarios para realizar las distintas actuaciones requeridas por la población.
Ser un indicador para establecer compromisos por parte de las Administraciones implicadas y los vecinos del Barrio.
El Plan no es un fin en sí mismo sino un punto de partida para el desarrollo conjunto por parte de todos los sectores implicados. Algunas medidas tendrán que desarrollarse en programas anuales; algunas actuaciones irán adquiriendo su concreción práctica; otras son ya compromisos asumidos por las instancias competentes y otras están ya en marcha.
El Plan respeta las competencias de cada una de las Administraciones y sus compromisos específicos; pero también los armoniza y reclama la necesidad de aprovechar las sinergias que se generan a partir del entendimiento en las cuestiones esenciales y la colaboración con la población, lo cual es vinculante.
2. AGENTES DEL PLAN: UNIDAD DE GESTIÓN Y SEGUIMIENTO
La implantación y desarrollo del Plan Integral requiere la creación de un organismo con capacidad de gestión, interlocución y coordinación. Se propone la constitución de una Gerencia especial, denominada Gerencia Plan de Desarrollo Local Barrio de la Coma. La Gerencia tiene la misión fundamental de hacer cumplir los fines, desarrollar los objetivos, buscar los recursos e implantar las medidas:
promover la implantación del plan y promocionar las medidas que posibiliten actuaciones y programas específicos contemplados en el Plan;
favorecer las condiciones económicas, sociales y culturales que requiere la implantación del Plan;
buscar recursos en las Administraciones Públicas, Unión Europea y entidades privadas;
coordinar el trabajo entre comisiones;
desarrollar los mecanismos de coordinación entre Administraciones y asociaciones del Barrio;
establecer cronogramas para llevar adelante las actuaciones;
elaborar la memoria económica anual.
La responsabilidad última de la Gerencia recaerá sobre la Comisión Mixta, que designará a los miembros que la compongan de entre sus técnicos.
La Gerencia deberá integrar, como mínimo, un miembro de la Administración autonómica, un miembro del Ayuntamiento y otro miembro del Barrio.