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Día
18 y 19- julio - 1999
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A primera hora de la madrugada (3:15) salimos un grupo hacia el campo I, donde Coque se halla durmiendo. Unas horas más tarde, los amigos del trekking partirán hacia Ali Camp, desde donde continuarán su marcha hacia Skardu, esta vez por Gondogoro-La, ruta que esperamos que la expedición pueda tomar.
Mientras nosotros seguimos nuestro camino hacia el campo I, Coque inicia la ascensión al campo II, que podéis ver totalmente montado (dos tiendas) en la foto de la izquierda.
Pasamos
todo el día en la tienda, bebiendo, durmiendo y comiendo alguna cosa.
Coque comunica con nosotros y el campo base a través de las emisoras.
Es muy aburrido para él , que está solo en el campo II. Hemos
quedado con el resto que mañana subirán al CI a portear. A las
seis nos vamos a dormir. Unas horas después (2:30) nos ponemos en marcha.
La ascensión se hace
dura. La falta de oxígeno junto con las pesadas mochilas (llevamos la
segunda tienda y numerosas provisiones y gas para el CII) nos hacen avanzar
poco a poco, con numerosas paradas intermedias. La nieve hace acto de presencia.
Cuando estamos a mitad de camino, vemos a dos personas que están subiendo
hacia el CIII (7.000 m). Resultan ser
Coque y un expedicionario del grupo francés, Pierre, que han decidido
unificar esfuerzos. Por fin llegamos al CII. Entre numerosas paradas para recuperar
el aliento, montamos la tienda. Al poco llegan Pierre y Coque del CIII. Deciden
continuar el descenso. El grupo que subía desde el CB ya ha llegado al
CI. Mientras nosotros reposamos un poco, tomando algo de líquido y unas
barritas energéticas. Por fin nos hacemos el ánimo y comenzamos
el descenso.
En el CI nos reunimos todos. Reponemos líquidos, reposamos, cambiamos impresiones, y a pesar de lo que nos pide el cuerpo, nos ponemos en marcha, para volver al CB. El tiempo empeora y la nevada en el momento de partir es intensa. Nos encordamos e iniciamos el descenso por el glaciar.
Iniciamos
el descenso entre fuertes medidas de seguridad. La visibilidad es escasa y la
ruta por la que circulábamos se ha convertido en una gran trampa, llena
de agujeros invisibles dispuestos a atraparnos. Lo que hace tan solo unas jornadas
atrás nos costaba unas pocas horas, se nos ha hecho interminable. Un
pequeño descanso se hace insuficiente para recuperar el resuello y entre
parada y parada tratamos de recuperar la moral, que para entonces se encuentra
un poco baja.
Poco antes de llegar al CB el tiempo nos
obsequia con una fuerte nevada. Calados hasta los huesos, llegamos a nuestro
dulce hogar. Tras cambiarnos nos reunimos todos en la tienda comedor, dispuestos
a degustar una exquisita comida y poder compartir con nuestro compañero
Pepe Garcés los últimos momentos de su estancia entre nosotros.
Hace solo unas horas que acaba de bajar de la cumbre del GI y nos apetece que
nos cuente sus aventuras. Entre risas y buenas intenciones nos despedimos, quedando
todos en Skardu, para celebrar las cumbres respectivas.