De nuevo las 4.45h. Desayunamos y a la carretera. El Indo sigue ahí, acompañado ahora (¡por fin!) por las nevadas montañas. Vamos ganando altura, lo que significa bajar la temperatura unos grados. Una surgencia termal parece que quisiera llevar la contra.

Seguimos adentrándonos en el corazón de las montañas, y de repente, por detrás nuestro, aparece imponente el Nanga Parbat, uno de los cinco <<ochomiles>> de Pakistán. Mientras hacemos fotos, como de la nada, surgen un par de nativos vendiendo minerales.

Unos kilómetros más adelante, encontramos la confluencia del río Gilgit con el Indo, punto que delimita los tres sistemas montañosos más grandes del mundo, Himalaya, Karakorum e Indo Kush. Seguimos el viaje por una carretera que se hace todavía más estrecha y serpenteante. Multitud de torrentes de montaña la cruzan, hecho que nuestro capitán de autobús aprovecha para refrigerar el radiador.

El Indo, a pesar de su menor caudal, se vuelve mas salvaje, ya que se encajona entre el Himalaya y el Karakorum. En uno de los poblados que atravesamos, paramos a comer a la sombra de una acogedora arboleda. Cruzamos por última vez el Indo.

Las montañas se abren en un amplio valle, donde el río se convierte en un ancho y tranquilo lago. Al fondo ya podemos ver Skardu, fin de nuestro viaje en autobús. Nos instalamos en el motel K2, un edificio de planta baja, con un bonito jardín en su parte trasera y unas espléndidas vistas del Indo y las montañas de los alrededores.

El cargo aéreo llega también. A excepción del permiso para el teléfono vía satélite, parece que todo va sobre ruedas. Antes de cenar hemos ido a dar una vuelta y hemos conseguido que una oficina de llamadas nos deje conectar el ordenador a la toma de teléfono. Con un poco de suerte mañana podremos traernos el correo pendiente y enviar las últimas páginas para la web.

Como estaba previsto, el domingo 27 salimos de Manises los restantes miembros de la expedición: Rosa Real, Paco Aguado, Coque Pérez y Javier Botella, hacia Islamabad. Una vez aquí seguiremos viaje a Skardu donde llegaremos el día 29 para reunirnos con el resto de compañeros. Partiremos con ellos al día siguiente hacia Askole, última aldea habitada antes del inicio de nuestra aproximación al campo base del GII.

Continuamos sin tener noticia alguna de nuestro teléfono vía satélite que, de momento, sigue en manos del ejército paquistaní, aunque tenemos la promesa de que cuando se solucione el tema del permiso, lo acercará un porteador al CB. Confiemos que sea así y poder contactar pronto con vosotros.