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El hipertexto , punto de vista de lector-visor
A lo largo de las páginas anteriores hemos utilizado en alguna ocasión el término lector-visor , para referirnos al que en el caso de una formalización únicamente textual sería considerado como simplemente lector. En el hipertexto el "receptor" no sólo lee , muchas veces sólo mira , otras mira y lee .
Para el lector un hipertexto es también una "red de creencias": si una lexia está conectada a otra pensamos irremediablemente (creemos, sin pensar) que existen relaciones entre ellas. Nuestra "lectura" se basa en la confianza en una estructura que quizá no exista. Muchos años de índices y estructuras nos engañan.
El lector de hipertexto lee el texto como lo haría un obseso en cuanto que cree en el enlace .Los pasos de un nodo a otro son instantáneos, sin lectura del nodo presente ; la posibilidad de descubrir y curiosear otro texto , u otra cosa , atrae más que lo que pueda informarnos el que tenemos ante nosotros . Nos falta costumbre. No sabemos lo que encierra el global, no sabemos si está lo que deseamos , y al final no sabemos lo que deseamos ; en definitiva , como la vida misma . Hay muchos caminos para entrar y muchos itinerarios que recorrer. Se anda y se desanda . Si bien , paradójicamente , al final es posible que el hipertexto le lleve a uno exactamente a donde quería y no a donde pensaba que quería ir .
"En un hipertexto esta competencia [de la lectura], válida para un nodo concreto, no basta: la competencia necesaria es la que permite navegar entre nodos del hipertexto, lo que significa saber reconocer los significantes de transporte (iconos, estilos tipográficos, cambios del cursor ...), saber utilizar un menú de operaciones para posicionarse (back-tracking, graphical browser, funciones de búsqueda ...), saber (re)organizar constantemente un mapa del hipertexto, que cambia en cada desplazamiento. Para navegar por el hipertexto es preciso saber perderse en él o, mejor, saber afrontar el riesgo del vuelo ciego contando con el dominio seguro de los instrumentos de navegación. Esto, y sólo esto, permite saber «leer» hipertextos, es decir, permite navegar por el espacio digital en el que encuentran sitio los nuevos textos de la comunicación contemporánea." (Vidali , P., 1995 .)
El lector-visor es un "navegante" . Es un constructor de posibles coherencias o por lo menos de coherencias propias. El mismo se determina lo que tiene sentido o no .El mismo se construye su propio texto. Es por ello que el lector es lector-escritor : una versión específica de su condición de "prosumidor" en consonancia con la nueva era de la información que nos plantea A. Toffler .(1994).
Es evidente , que pasaran años hasta que nos acostumbremos , no ya al hipertexto , si no a la simple lectura en pantalla de ordenador ,o de lo que pueda venir ; no es difícil encontrarse con personas que imprimen (papeletean) y almacenan en carpetas de cartón los mensajes que reciben por correo electrónico . Es difícil leer en la pantalla para los que hemos sido educados en la lectura en papel , y nos es igual de difícil que leer en formatos anteriores al nuestro habitual
Las diferencias formales entre un texto escrito en papel y otro son, salvo excepciones, mínimas. El idioma es el único condicionante que puede ser verdaderamente insalvable. En el hipertexto las condiciones de utilización son, por el momento, más complejas. El hipertexto necesita un ordenador de ciertas características para ser explorado y utilizado , necesita unos programas adecuados , unas condiciones específicas y una predisposición , por el momento , poco habitual por inusual . Pese a ello las ventajas superen a los inconvenientes que lo serán menores en el futuro y de ello sí estamos seguros.
Por el momento, parece, que el valor de cambio de un texto en papel es superior al de un hipertexto. Las posibilidades de información que conlleva el hipertexto son infinitamente mayores a las del texto impreso pero la utilización de éste es más sencilla, por habitual, que la de aquél . El valor de uso, por tanto, es superior en el caso del libro tradicional en papel, incluso para la transcripción a papel de lo electrónicamente compuesto. No ocurre esto con la semiogénesis que aporta el hipertexto; la generación de sentido es mayor y más próxima a nuestra realidad. .(Mtnez. de Lejarza J.& Mtnez. de Lejarza I.,2001).
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