La Tebaida de Publio Papinio Estacio

traducida por Juan de Arjona

Libro I


Edición realizada por Pere-Enric Barreda (Universitat de Barcelona)

1 de junio de 1996


Este trabajo ha sido realizado en el marco del Proyecto de Investigación de la DGICYT PB94-0847.


Introducción

En un artículo de reciente aparición («Notas sobre la tradición textual de la Tebaida de Arjona», Cuadernos de Filología Clásica. Estudios Latinos, 8, 1995, 239-263) examiné la tradición textual de la traducción en verso de la Tebaida de Estacio hecha por Juan de Arjona a finales del siglo XVI, una de las mejores de los clásicos latinos al castellano en opinión de Menéndez Pelayo.

Esta traducción, no obstante, permaneció inédita hasta que apareció en 1855 en la Biblioteca de Autores Españoles de Rivadeneyra, y se volvió a publicar después en 1888 en la Biblioteca Clásica Hernando. Ambas ediciones se hallan plagadas de errores, como lo demuestra la comparación con los tres manuscritos existentes, especialmente del conservado en la Biblioteca Lambert Mata de Ripoll (a), objetivo de dicho artículo y tarea previa a una nueva edición de la obra.

Ahora se ofrece en soporte informático el texto del primer libro, de los doce de que se compone la Tebaida, a partir de la edición de 1888, corrigiendo los errores de transmisión que ha permitido determinar la colación entre las ediciones y dichos manuscritos.


1. Reseña de los tres manuscritos.



a - Biblioteca Lambert Mata (Ripoll, Girona), ms. 146 o CXLVI. Manuscrito en cuarta, II (pero antes XVI, con una inicial arrancada) + 490 pp., foliadas en su época de 1 a 479 (con irregularidades). Letras -de ocho copistas, y algún anotador más- de comienzos del siglo XVII. Tapas en piel (208 x 150 mm). Título: La Tebaida de Publio Estacio Papinio, poeta célebre, que traducía el licenciado Joan de Arjona, beneficiado de la Puente de Pinos, continuada por el licenciado Gregorio Morillo, con anotaciones del mismo, dirigida a [...]. Seguían 16 páginas de inicios: una Noticia de la vida y escritos de Estacio, y un prólogo o advertencia del traductor, Gregorio Morillo, en siete hojas más, de las que sólo queda la última. Luego continua el texto. Este manuscrito va rubricado en cada una de sus hojas por Hernando de Vallejo, escribano del Consejo a principios del siglo XVI, lo que indica que estaba preparado para la impresión. Pero no se editó hasta el siglo XIX: en 1833 lo poseía el erudito gaditano Joaquín Rubio, correspondiente de la Academia de la Historia, que permitió copiarlo y cotejarlo a Juan de Dios Gil de Lara. Luego vendió la copia a Miguel Salvá, para la biblioteca del duque de Osuna (ver el manuscrito c). También lo copió Adolfo de Castro, que lo publicó parcialmente en 1848, y por entero en 1855. Después se desconoce su paradero hasta que llega en 1901 a manos de Lambert Mata, bibliófilo de Ripoll, cuya biblioteca fue donada a su ciudad natal el año 1931. Éste es, sin duda, el más fiable de los manuscritos conservados y, aunque ha sido usado como modelo de todas las ediciones, lo ha sido tan mal que a menudo los textos impresos contienen errores. Los editores no han aprovechado -excepto Gil de Lara- las lecturas tachadas de los libros 1 y 2 que responden a la traducción original de Arjona.

b - Biblioteca Nacional, ms. 3982. Manuscrito en cuarta (210 x 145 mm), 487 pp. foliadas a lápiz (repite la 13, y en la 14v comienza una inacabada paginación 1-32 en tinta), letra del XVII. Tapas en piel (212 x 145 mm). Título: Libro de las Guerras de Grecia contra Tebas por el gran poeta Latino, traducido de latín en castellano por el liçenciado Arjona. Contenido: Vida de Estacio (1-10), comenzada con una breve declaración de intenciones del traductor, seguida de 7 alegaciones de los lugares que se citan en esta vida de Estacio (pp. 10-11) y prólogo (pp. 11-13), incompleto. Luego sigue el texto (13bis-486v), con tres octavas por página, que se interrumpe en el folio 486v, faltando las últimas 50 octavas (a partir de la 181, p. 348 de la edición de 1888, en total unas 17 páginas del manuscrito). En la contraguarda (formada con un timbre español del Sello cuarto del año 1815) figura la inscripción Biblioteca Mayans - Whentley - March 1829 (597) 100 Th. además de una nota a lápiz que dice Statius, el número 171 y la signatura M 379 (deben ser de Estébanez Calderón). El examen del texto demuestra que se trata de una copia de a, hecha por un copista culto y con habilidades poéticas, que cambia algunos versos.

c - Biblioteca Nacional, mss. 10554-10555. Manuscritos en cuarta, con la copia del manuscrito a efectuada por Miguel Salvá, seguida al final de cada manuscrito del cotejo y notas críticas de Juan de Dios Gil de Lara, para la biblioteca del duque de Osuna. Gil de Lara data sus textos en 1833 y 1838, y Salvá en 1848. El principal interés de este manuscrito es conservar copia de la vida de Estacio y prólogo, que faltan en a, además de las atinadas observaciones de Gil de Lara sobre el texto, que se incluyen en la relación de variantes.


2. Reseña de las dos ediciones.



A - «La Tebaida de Estacio, traducida por... el licenciado Juan de Arjona», en Curiosidades bibliográficas. Colección escogida de obras raras de amenidad y erudición, por A. de Castro (Biblioteca de Autores Españoles, 36) (Madrid, M. Rivadeneyra, 1855), 63-207. En 1848, Adolfo de Castro Rossi había publicado a nombre de Cervantes el Buscapié, y en una de sus notas explicativas dio larga noticia de la versión de Arjona, a partir del manuscrito a, publicando algunos pasajes selectos de los libros IV y V, y lamentaba que dicha traducción siguiera inédita. Siete años después la publicaba en la BAE y la sacaba así del olvido. Esta edición tiene una introducción inicial que no aporta ninguna novedad, pues habla brevemente de Arjona y de Morillo, y cita los mismos pasajes. El manuscrito -o mejor dicho, la copia a partir de la cual se hizo la edición- presentaba una serie de errores que, a pesar de su exiguo número, daban mala impresión al texto publicado. Resulta particularmente lamentable el tratamiento de la onomástica, y la aparición de incorrecciones como el leísmo. La puntuación es muy deficiente. Sobre la calidad del texto, se dice en la p. 66: «Al imprimir este poema se han hallado algunos versos y pasajes de muy difícil lectura, por estar el original roto o manchado, y aunque se ha procurado leerlos con ayuda de otro códice que nos ha sido franqueado por el excelentísimo señor don Serafín Estévanez Calderón -es decir, b-, no siempre se ha logrado su completa inteligencia: en tales casos hemos impreso el verso en bastardilla.»

B - La Tebaida de P. P. Estacio I-II (Madrid, V. de Hernando, 1888). A partir de la anterior publicación, y por desgracia no sólo sin corregir sus defectos sino cometiendo alguno más, aunque con una puntuación mejorada, apareció en 1888 de nuevo dicha versión en la colección Biblioteca Clásica, en dos libros, que tuvieron gran difusión pero que apenas se volvieron a reimprimir (por ejemplo, en 1915). Sobre el texto, se limita a afirmar: «Algunos versos y pasajes que no son de fácil inteligencia van impresos en bastardilla». Este ha sido el texto base usado para el cotejo, junto a una edición latina de la Tebaida.


3. Estructura del texto. Las variantes.



El procedimiento de trabajo comenzó por numerar correlativamente las octavas de cada libro (el manuscrito a lo hace, con algún error, hasta la 130 del libro séptimo), y ahora se integra también el número del verso latino con que coincide. La dedicatoria a Domiciano se incorpora al libro I, que editamos, como estrofas 7 a 11. En las referencias se ha numerado cada verso de la octava de 1 a 8 (otros comentaristas usan las letras a - h).

El título de la obra es La Tebaida de Estacio, traducida por el licenciado Juan de Arjona, que no aparece en b. Su primer apartado es La vida de Estacio Papinio, escrita por Gregorio Morillo. Para este apartado tomé c como manuscrito básico -por la pérdida de las páginas correspondientes de a- y suplí la falta de su primera página -ambos comienzan en «y le confiesa»- con b (que tiene también rota la primera página en su parte inferior, faltando la mitad de los cuatro últimos renglones). Se trata de variantes sin importancia, donde c arregla a menudo b, copiado con poco cuidado. Después, el prólogo propiamente dicho recibe el título De la traducción de Estacio. Ha sido publicado tres veces, pero el manuscrito c mejora a menudo el texto editado AB. Gil nos aporta además la información sobre el desconocido personaje a quien Arjona dedica la obra, cuyo nombre iba tachado en a y ahora ha desaparecido, D. Bernabé de Barreda (aunque este apellido pueda leerse también Buendía).

Cada libro va precedido de un argumento en prosa, que es obra seguramente de Gregorio Morillo. En la parte versificada, el texto del primer libro presenta -junto al 12- el mayor número de variantes, pues, como se ha dicho, ha sido escrupulosamente revisado por el copista corrector, que, además de incorporar algunas notas, incluso modifica gran parte de estrofas completas, como las 53, 97, 129, 143, 184, 214, 217 o 227:

En tanto, pues, que al plazo deseado
el espacioso Apolo se avecina,
porque ha de estar de Tebas desterrado
ir a Micenas o Argos determina; a1

Y mientras llega el plazo deseado
ir a pasarlo en Argos determina
o en Micenas, do el Sol, avergonzado,
un tiempo les negó su luz divina
a2

1, 97, 1-4
Al contrario, del otro era el vestido
el pellejo del puerco que en un punto
en Calidonia en daño suyo vido
casi el valor de todo el mundo junto,
que, habiendo un tiempo de Atalanta sido,
lo volvió a Meleagro y, él difunto,
lo heredó con el reino el hijo Eneo,
de que arrogante se vistió Tideo. a1

Y cerdosa piel del otro era el vestido,
con que apenas cubrir los hombros pudo,
de un fiero jabalí que, retorcido,
muestra en cada mejilla el diente agudo;
fue en Calidonia en grande honor tenido,
y por blasón de su real escudo

lo heredó con el reino el padre Eneo,
de que arrogante se vistió Tideo. a2

1, 143

También cambia versos enteros como el 29, 3 (ni estrella errante con presteza tanta a1 : ni ardiente exhalación con fuerza tanta a2 edd.). Los editores, en algún caso, no siguen al corrector, como en 28, 6 (serpientes a1 edd. : cerastas a2).

El libro segundo presenta también cambios de a2, el más notable de los cuales afecta a la estrofa 12, con dos palabras ilegibles por el posterior repaso y tachado:

Mas hacia donde el Sol, cuando declina
del monte sobre, ya nadando alarga,
y por el mar parece que camina,
al paso que va el Sol, la sombra larga
forma un seno que ... en la marina,
donde quiebran las olas agua amarga,
que aunque el ... Escila se las bebe,
a igualarlas el monte no se atreve. a1
Mas hacia donde el Sol, cuando declina
del monte sobre el mar, la sombra alarga,
y nadando parece que camina,
al paso que va el Sol, siempre más larga,
en un seno que forma en la marina,
tan altas olas quiebran de agua amarga
que parece, aunque el puerto se las bebe,
que a igualarlas el monte no se atreve. a2

En resumen, las enmiendas y cambios que sufre el texto a1, por libros, son los siguientes:

Libroenmiendas a2cambios editoresGil
1659+2=114
22310+4=145
3266+4=104
418+2=109
542+5=74
619+1=105
7018+2=203
846+6=121
9411+2=133
10107+5=129
1172+5=73
121837+5=425

Se ve que la actividad de los correctores a2 es intensa en el primer libro, y luego desciende hasta niveles insignificantes, excepto en los libros 2, 3, 10 y 12. Las conjeturas de Gil sólo superan el número de cinco en los libros 4 y 10.

Los editores, por error o intentando mejorar el texto, hacen por lo general una decena de cambios en cada libro, con excepciones como el 7 y el 12, en que -debido a la menor calidad de la copia- llegan a las 42 modificaciones. Como se ve, los errores de A, que son muchos, se ven además aumentados con los de B, a pesar de que éste los advierte alguna vez, pero es muy poco hábil en arreglarlos. Ejemplos de estos cambios y grandes errores de interpretación son los pasajes siguientes:
1, 39, 8 rosas cada a (lectura tapada parcialmente por la rúbrica, que b mejora por «aljófar cada»): A lee mal «rosolado» (falta una sílaba), que B intenta arreglar con «resolado el»;
2, 159, 8 peñas a (la palabra queda cortada por abajo en la encuadernación): A y B leen «breñas»;
3, 32, 2 en mil diversos a: A se equivoca «mal en diversos» (sobra una sílaba), y B intenta corregir por «mal en varios»;
7, 26, 8 va por la a: A se equivoca o intenta mejorar el texto poéticamente con «bogar la» (sobra una sílaba), que B intenta restaurar por «boga el»;
7, 56, 5 vive en paz a: A añade una sílaba que falta «vive ya en paz», pero B intenta poetizar con «tranquilo está»;
12, 123, 8 otras a: A y B se equivocan con «también»;
12, 153, 5 oyó a: A se equivoca con «ya», que B intenta mejorar con «mira»;
12, 171, 1 en tal a: A se equivoca con «entre», que B cambia por «con gran»...

El mayor número de estos cambios de los editores son supresiones u omisiones, en especial de monosílabos (2, 135, 5 que te a : que AB; 11, 9, 8 se le aA : se B), cambios por palabras semejantes (1, 172, 4 alegara a : halagara AB; 2, 16, 2 triforme a : informe AB), generalmente por error visual (6, 158, 8 beldad a : verdad AB; 10, 52, 7 entrar aA : estar B), o cambios de género y número (2, 6, 2 soberano aA : soberana B; 7, 29, 2 honra a : honras AB). A veces hallamos sinónimos (2, 167, 5 monte a : campo AB; 9, 25, 7 sollozos a : bufidos AB), o el resultado de falsos cortes de palabras (el Eusis 12, 35, 5; o está -por «Oeta»- 12, 18, 8), o incluso la unión de dos en una sóla («alerna» por «a Lerna» en 10, 8, 2; «medí» por «me di» en 10, 115, 3). Muy llamativa es la aparición del leísmo (5, 1, 4; 7, 11, 4; 7, 58, 8; 7, 152, 1...), al lado de un laísmo (7, 57, 8) y un loísmo (8, 202, 7).

Trato aparte merecen las mejoras poéticas («cortando nubes» por la pesada expresión «las nubes deja y» en 1, 93, 8) o el reparo de errores de métrica (añade «más» en 3, 111, 5 o «hay» en 5, 201, 2; suprime «muy» en 7, 84, 6; cambia el orden de «mano a un mismo» por «misma mano a un» en 3, 43, 6; o modifica «mirarla» por «la mirada» en 7, 187, 5). También debe mencionarse en este apartado, aunque en rigor no corresponde a cambios de los editores, el arreglo que b propone para el -hoy- ridículo verso 12, 133, 8 («Tere, Tere» pronuncian por «Tereo» aAB : lo pronuncian y tienen por «Tereo» b).


4. Bibliografía utilizada:

P.E. BARREDA, Studia Statiana: estudios sobre la tradición española de la Tebaida de Estacio (Col·lecció de Tesis Doctorals Microfitxades, núm. 1509), Barcelona 1992, 151-184.
ÍDEM «Una interpolación de Juan de Arjona a su traducción al castellano de la Tebaida de Estacio», Actas del VIII Congreso Español de Estudios Clásicos (Madrid 1991), III, Madrid 1994, 357-363.
ÍDEM «Notas sobre la tradición textual de la Tebaida de Arjona», Cuadernos de Filología Clásica. Estudios Latinos 8, 1995, 239-263.
A. de CASTRO ROSSI, Buscapié, Cádiz 1848, 44-45 y 94-104.
P. M. CÁTEDRA, «Los manuscritos castellanos de la Biblioteca Lambert Mata (Ripoll)», El Crotalón 1 (1984) 877-886, esp. 883.
V. CRISTÓBAL, «Juan de Arjona y Gregorio Morillo, traductores de Estacio», en Traducción, traducciones y traductores: ensayo de bibliografía española, ed. J. C. Santoyo, León 1987, 38-44.
M. GALLARDO, Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos, I, Madrid 1863-89 (reimp. Madrid 1968), 300-302.
INVENTARIO general de los manuscritos de la Biblioteca Nacional, X, Madrid 1953- (en curso de publicación), 232.
M. MENÉNDEZ Y PELAYO, Biblioteca de Traductores Españoles I, (Obras Completas LIV), Santander 1952-53, 190-200.
A. PALAU DULCET, Manual del librero hispano-americano, VIII, Barcelona 1948-77, 382.
J. SIMÓN DÍAZ, Bibliografía de la Literatura Hispánica, VI, Madrid 1960, 49.



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