La Universitat de Valencia (UV) hace un año, con motivo del convenio firmado entre la misma UV y el portal de internet Universia, instaló en el campus de Burjassot la red inalámbrica que hasta estos momentos sigue funcionando en el campus y que en todo este tiempo no ha sufrido ninguna modificación o ampliación de la infraestructura inicial. Esta infraestructura se basa en cuatro puntos de acceso inalámbricos Compaq y tres antenas omnidireccionales de 5dBm's de ganancia, equipamiento donado por la empresa HP-Compaq que también formaba parte del convenio firmado por la UV y Universia. Estos equipos se instalaron en tres edificios del campus para facilitar el acceso público al la red. Estos lugares fueron:
Esta distribución de equipamiento unido a las limitaciones de la propia tecnología del estándar 802.11b han provocado una carencia fundamental en el servicio que se pretendía dar a la comunidad universitaria. Nos referimos a la falta o mejor dicho a la insuficiente covertura de la red, lo que provoca que para poder disfrutar del servicio que ofrece esta tecnología los usuarios se tengan que limitar solo a lugares muy cercanos a los emisores de la señal, los puntos de acceso.
Así pues en la Biblioteca de Ciencias, se logra una buena conexión únicamente en el recinto central de la misma, es dicir en el hall alrededor del hueco central de la misma, siendo imposible establecer el enlace en las distintas salas de lectura que conforman la Biblioteca.
Con respecto a la cafeteria del campus, es uno de los lugares en los que, seguramente por la misma estructura del edificio, la señal abarca más lugares.
Por último el Aulario de Farmacia es el peor lugar de todos para intentar una conexión
inalámbrica, pues si no se hace a menos de 15 m de distancia de la ubicación del punto de
acceso, resulta imposible conseguir conectar o al menos hacerlo de una manera estable.
Consiguiendo establecer conexión al punto de acceso, esta suele perderse al cruzarse un pequeño
grupo de personas por delante del emisor.
Así mismo gracias a los sucesivos acuerdos entre la UV, diferentes entidades bancarias y diferentes
compañias lideres en el sector de la informática, como el ya citado entre UV, BCH (Universia) y HP, y el más reciente entre Bancaixa, Toshiba y la UV, sumados a la constante bajada de los precios de los ordenadores portátiles, estos equipos estan proliferando de una manera espectacular entre la comunidad universitaria. Multitud de alumnos ya acuden al campus
con sus equipos para poder trabajar, sin tener que depender de las aulas de informática dispuestas
por la Universitat, ni decir cabe que cada vez son más los profesores que hacen uso de ordenadores
portátiles para impartir sus clases, con lo cual la demanda de este servicio se habrá visto
incrementada o lo hará en un corto espacio de tiempo.
Para poder mejorar todas estas pequeñas deficiencias, se propone una ampliación de la red inalámbrica del Campus de Burjassot, que pasa por añadir lugares de conexión a los ya existentes y mejorando la covertura de estos últimos mediante el uso de antenas de mayor alcance o situando los puntos de acceso en otros lugares.