DEPORTE PARA TODOS
El Judo es un deporte tranquilo, que equilibra psíquica y mentalmente.
Se pretende, animar al mayor número posible de personas a practicar con regularidad una actividad física o un deporte de tiempo libre.
Para los más jóvenes (70% de los efectivos son niños) la iniciación al Judo, de carácter lúdico (en realidad Pre-Judo), es una forma de descubrir su cuerpo y de preparación a una verdadera práctica deportiva. A nivel de adolescentes, la práctica será evidentemente más técnica con el descubrimiento de los aspectos culturales subyacentes, al mismo tiempo que ayuda a la formación del carácter.
Después, de adulto, el judoka podrá seguir la práctica tradicional, especie de deporte relax, deporte de equilibrio físico y mental o arte de vivir. Pues entre los adultos, pocos son los que quieren dedicarse a la alta competición, ya que ésta exige hoy un alto nivel de preparación y un compromiso físico completo que no pueden cumplir nada más que los Judokas de una reducida franja de edad, entre los 18 y 30 años, si bien estos límites pueden ampliarse un poco. Otros, que no desean orientarse hacia la competición, podrán seguir la práctica tradicional.
Indudablemente el JUDO en cuanto actividad deportiva de combate, es como Napoleón afirmaba de la guerra una arte de ejecución; pero también es una doctrina y una técnica y una mentalidad que precisan del intercambio constante de ideas, no sólo por el cauce reposado del libro, sino, además, por medio del ininterrumpido contacto crítico e informativo que ofrecen las publicaciones periódicas a un deporte tan tradicional pero a la vez tan fluido y progresivo como el JUDO, tan arraigado ya y prometedor entre nosotros. El movimiento, efectivamente, se demuestra andando, como la lucha se demuestra luchando, pero no luchando a ciegas ni por mera rutina estacionaria, sino sabiendo, en lo posible, cómo y por qué se lucha, así cómo podría lucharse cada día mejor y cómo luchan los demás. El JUDO se hace en los DOJOS, pero también y más de lo que a simple vista parece con el pensamiento y con la pluma, por ser un deporte letrado y selecto, versión social contemporánea. Capaz también de poner su clara inteligencia al servicio de su vocación deportiva; cuerpo y espíritu, o sea integridad humana
Sin embargo, en el Judo, ocio recreativo, tiempo libre, estamos en el nivel más bajo en cuanto a popularidad y por tanto en reclutamiento.
Al igual que muchos otros deportes, como el boxeo, la greco romana, la lucha olímpica, etc... que se quedaron en deportes minoritarios cuando estos han dedicado sus mayores esfuerzos a la alta competición, en detrimento del deporte, ocio, tiempo libre. El Judo de competición espectacular, popularizado por los medios de comunicación, no interesa más que a una parte ínfima de Judokas.
Por muchas razones acaso sea el JUDO, deporte prócer y popular, penetrado de un profundo sentido intelectual y también moral, una de las ramas deportivas de más profusa literatura en todos los idiomas, no sólo bibliográfica, sino también periódica, aunque esta última no precisamente a través de LA GRAN PRENSA, más propicia, como es lógico, a deportes de masa, espectaculares y profesionales, de EXTRAVERTIDA POTENCIALIDAD ECONÓMICA.
Entre los jóvenes alumnos que se disponen a practicar el Judo para hacerse fuertes con el fin de compensar una relativa debilidad física, real o imaginaria, ninguno sabe que en ese instante sigue el mismo camino que su fundador Jigoro Kano.