SEMIRARIO SOBRE EL
COMPLEJO DE EDIPO (2º CURSO).
Profesor BERNARDO ARENSBURG*.
Clase del 24 de Noviembre de 2004**.
- DIFERENCIA PULSIÓN E
INSTINTO.
- FORMAS CLÍNICAS DE
LA ANGUSTIA.
- NO HAY ANOBJETALIDAD.
- EROTIZACIÓN, OBJETO
PERDIDO Y GÉNESIS DE LA PULSIÓN.
Con el caso que presenté la semana pasada doy por cerrado el
tema del “descentramiento del sujeto”.
Algunos eventos recientes en la relación con un colega me ha
llevado a plantear un tema muy central en la teoría y la práctica
psicoanalítica como una especie de paréntesis, pero no crean que es un
paréntesis en absoluto desconectado del complejo de Edipo porque en realidad
los ritmos de ese problema siguen las pautas del Edipo, se refiere a las
diferencias entre instinto y pulsión.
¿Tienen ustedes una idea clara de la diferencia entre
instinto y pulsión? Porque hay una ambigüedad que ha sido introducida tanto por
Strachey (el traductor de las obras completas de Freud al ingles) como por el
coronel Ballesteros que tradujo a Freud por primera vez, en una traducción muy
buena pero que está llena de errores muy semejante a los de Strachey, porque
ambos confunden, o enuncian confundiendo, la palabra Trieb que significa
pulsión y que en ingles se dice Drive traduciéndola como instinto, lo que crea,
como decía, una ambigüedad en términos de pensar que la sexualidad que aborda
Freud en su obra es una sexualidad instintiva, es el instinto sexual.
Freud usa la palabra trieb, pulsión por oposición a
instinto (instinkt) e instinto por oposición a trieb y definiendo
el sentido que señalaré en la diferencia conceptual que hay entre ambos
términos. Escribí un breve resumen
diferencial entre instinto y pulsión pero sin tratar los mecanismos por los
cuales la pulsión llega a diferenciarse del instinto.
Creo indispensable establecer una clara diferenciación entre el instinto y
la pulsión desde el enfoque psicoanalítico.
El instinto define patrones hereditarios de respuesta que hacen a mecanismo
neurofisiológicos centrados en la determinación de reacciones que promueven de
modo claro la defensa de la vida individual y de la especie, la preservación
del crecimiento y el equilibrio homeostático del sujeto. Sus objetos y sus actos son específicos y
culminan en un resultado que tiene un fin adaptativo, vale decir que los actos
instintivos - se comprende que en
circunstancias favorables de alimentación, temperatura, entorno, etc.-,
obedecen a una legalidad que conducen a la satisfacción de la necesidad del
sujeto; es decir, el instinto es
inescapable, es inevitable. El instinto
está en la base de la supervivencia y de la resistencia de la especie como tal
y tiene una serie de mecanismos regulatorios a nivel zoológico que son de una
sutileza increíble. Por ejemplo, la
limitación de las poblaciones de una especie “x” o “z” en función, no solamente del territorio por el cual va a
disponer sino que la coexistencia con otros grupos zoológicos que tienen que
crear sus respectivos nichos ecológicos para subsistir, con lo cual las
poblaciones crecen y decrecer en función de factores ambientales que están
íntimamente ligados a estos. Leí un
trabajo, del que no recuerdo el nombre del autor, que describía claramente las
regulaciones instintivas que se dan en el conflicto entre una especie y el
medio.
El ser humano se caracteriza por una conflictividad de sí
mismo contra sí mismo y ocasionalmente de sí mismo contra su misma
especie. En el mundo animal no existe el
conflicto interno, y hablo de los animales en los escasos espacios naturales
que peristen, porque los animales domésticos son extremadamente neuróticos y
pueden ser destructivos, pesados, rastreros, mendigos...se contaminan de la
neurosis humana.
Supongamos que el territorio esta ocupado por un ave de
rapiña y un roedor y que es el espacio en el cual los roedores en cuestión se
alimentan del follaje, del pasto, etc. del entorno ecológico.. Desgraciadamente las aves de rapiña se
alimentan de los roedores y sucede que en la medida que la población de
roedores crece al amparo de la riqueza y frondosidad de la vegetación, la
vegetación se va irradiando, y en la medida que la vegetación se irradia las
aves de rapiña pueden comer más roedores porque tienen el campo visual libre; pero llega el límite de que ya hay tan pocos
roedores que ellas tienen que limitar su población, y la limitan efectivamente, con lo cual la reproducción de
los roedores trae un nuevo despeje. Es decir,
la disminución de las aves de rapiña trae un incremento del crecimiento del
follaje y por ende un incremento del crecimiento o del aumento de los roedores
y el ciclo se repite como un ir y venir constante.
Por oposición se podría decir que las poblaciones humanas se
regulan por principios que son completamente diferentes y que lo que prevalece
es el conflicto interno de cada sujeto y los conflictos intergrupales, un buen
ejemplo puede ser lo que esta pasando en Irak actualmente y en Palestina. Por otra parte, la imposibilidad de una satisfacción
adecuada o, mejor dicho, específica del instinto conducen al déficit físico y
adaptativo y en sus extremos a la enfermedad orgánica, a la muerte e incluso a
la desaparición de la especie. Ustedes
ven que he tratado de definir muy brevemente lo que es el instinto y sus
funciones.
Para introducir la pulsión debo citarles una frase de Lacan
que creo que lo dice absolutamente todo lo que hay que decir sobre la
pulsión. En una conferencia de Bela
Ross, en la cual yo estaba presente y no me acuerdo de lo que dijo Bela Ross
pero sí de la frase de Lacan: “¿ha visto usted un instinto que pueda
satisfacerse con una zapatilla?”
Obviamente no existe ningún instinto que pueda satisfacerse con una
zapatilla: una pulsión sí.
La pulsión por oposición al instinto no puede ser abordada
bajo un criterio naturalista, no satisface necesidades, satisface deseos,
anhelos, no es adaptativa, sus objetos son arbitrarios en relación a la
especificidad del instinto sexual, no gesta una homeostasis fisiológica, no
busca la preservación del sujeto ni de la especie, busca el placer, el goce e
incluso la destrucción y la muerte por el cero de tensión como lo demuestra
Freud en Más allá del principio del placer.
En la medida de que el ejercicio pulsional se conecta
inescapablemente con el retorno de lo reprimido su trasfondo implica
necesariamente desplazamiento y condensación, los dos mecanismos fundamentales
del proceso primario en Freud, identidad de percepción, etc. En ese sentido se puede sostener que tiene
tanto en lo sexual como en lo agresivo un absoluto desprecio de la relación de
la sexualidad con la reproducción, la concepción y la conservación de la
especie. Trieb, la pulsión, no tiene
estrictamente nada que ver ni con la reproducción como intención, ni con la concepción,
ni con la conservación de la especie, y si nos lleva a la reproducción y
permite la conservación de la especie es accidentalmente, por un efecto
colateral, como quien dice por casualidad, o porque se rompió un preservativo o
porque no hubo una toma de un anticonceptivo a tiempo... pero lo esencial no tiene nada que ver con la
reproducción y la conservación de la especie.
Diría aún más, los factores
narcisísticos, los factores ligados a la castración, los factores ligados a la
autoafirmación como sujeto, el orgullo del concepto de filiación... no
solamente no son adaptativos en cuanto a elementos fundamentales del fomento de
la concepción sino que todo lo contrario, son el factor mas deletéreo y
antiadaptativo que existe en nuestro entorno terráqueo.
No es por casualidad que
en los contextos de cultura desarrollada las poblaciones son menores y las
tasas de nacimiento son mas bajas y que donde no hay cultura las tasas de
nacimiento y crecimiento de la población son tan desmesuradas que llevan
necesaria e inescapablemente a un deterioro del ambiente que podría incluso
terminar con la especie, y que el narcisismo humano con su necesidad de consumo
y de su creación de sustancias tóxicas y de basura, aún en el medio occidental
civilizado, está creando una situación
en la cual te preguntas cuanto tiempo podrá sobrevivir la especie si no inventa
mecanismos de feed back , aunque es posible que el género humano los cree.
Con la reproducción, la
concepción y la reproducción de la especie está en juego el placer, el goce
. En la concepción hay por cierto más
presión de lo fálico, de la castración, del narcisismo que del instinto sexual,
en términos de toda la relación que guarda el narcisismo fálico masculino
respecto a la reproducción:: quién es más macho y lo hace más y por ende se le
rompen más condones, o quien huye de la castración, sea hombre o mujer, a
través de una intensidad sexual que sería como probatoria de que la castración
no existe (soporte fundamental de la perversión), y el narcisismo que se liga
al concepto de filiación, la gente quiere tener hijos no por continuidad de la
especie sino por continuidad de su filiación, como quien dice yo mantengo la
estirpe, muchas veces de padre a hijo hay una negación del padre donde uno dice
yo soy el creador de una generación o de una filiación que comienza conmigo y
que borra mi antepasado o, a la inversa, alguien que complace la memoria
familiar y los anhelos de los abuelos de tener nietos.
Si el instinto instaura un régimen de alternancia entre la
necesidad, la satisfacción y una recurrencia de algo resolutorio, la pulsión
surge en un malestar carencial, de una nostalgia del goce pulsional, de la
falta, donde el desplazamiento juega siempre un rol muy importante. Si ustedes se dan cuenta que en lo que se
refiere a la pulsión es algo ligado a lo reprimido y lo que funciona son los
mecanismos del proceso primario, entre ellos el desplazamiento, el pasaje a un
objeto del erotismo o de la agresión ¿es realmente el personaje o es un efecto
de desplazamiento?, por ende ¿se puede decir que el objeto sea el destinatario
real del acto pulsional que se ejerce sobre él?, hay serias dudas al
respecto. Son pasiones de otro tipo las
que llevan hacia el objeto
No hace mucho les citaba dos trabajos de Freud: Sobre una
modalidad particular de elección de objeto en el hombre y Sobre una
denigración general de la vida erótica, ambos prueban que la elección del
objeto no está ligada a ningún instinto que trataría de ir especialmente hacia
alguien en particular, sino que la atracción se ejerce, en un caso con los
efectos claros del Edipo en tanto búsqueda de redención de la madre o de
rivalidad con el padre; se busca la mujer que tiene hombre, ya sea para
redimirla de la maldad de ese hombre, ya sea para rivalizar con el varón que la
tiene.
En el otro artículo Sobre una denigración general de la
vida erótica se hace evidente que el complejo de Edipo escinde al sujeto en
su sexualidad y preserva a los objetos incestuosos como receptores de pura
ternura deserotizada, desexualizada mientras elige un objeto denigrado como
blanco para su ejercicio erótico, lo que se da en una buena parte de la
población masculina.
El concepto de pulsión, trieb, aparece formulado de
un modo muy general en los filósofos alemanes que Freud seguramente leyó pero
ciertamente el desenvolvimiento del pensamiento sobre el tema no aparece en
Freud desde esa línea. Fitche define la trieb
como una fuerza interna que se determina ella misma a la causalidad, un querer
alcanzar, que se produce a sí misma y que es un algo en cuanto es mantenido tal
como es, en cuanto determinado.
Mantenerse en su ser sería una situación imposible si no tuviera una
fuerza interna centrípeta que se define como inercia (lo contrario a la inercia
es la movilidad), pero esta inercia no es mera ausencia de movimiento, sino por
sí misma de una fuerza de actividad centrípeta.
Ahí nos damos cuenta que trieb está definido por Fitche como algo
muy parecido a lo que llamaríamos desde la psicología actual, motivación.
En Freud el concepto de pulsión aparee formulado de un modo
muy general pero ciertamente el desenvolvimiento del pensamiento sobre el tema
no aparece para nada desde la línea del pensamiento de Fitche o sus seguidores
y de Kant, por ejemplo.
La importancia de la sexualidad y sus implicaciones
psicopatológicas son el inicio de su orientación hacia lo sexual y a partir de
dos líneas de formulación de hipótesis, ¿qué quiero decir?, lo que le pone en
la pista de la sexualidad es su tarea clínica, se le impone la sexualidad en su
tarea clínica. Y las hipótesis que va
formando se inician en dos vías fundamentales:
Una, que es la teoría traumática de la
psicopatología:: la psicopatología
neurótica se inicia por un trauma sexual, un hecho de seducción temprana que
tiene un efecto traumático y que llevan a un supuesto de perversión paterna en
la histeria y en la neurosis obsesiva y que definen lo que Freud llama
neuropsicosis de defensa. Ese es el
inicio en el cual la sexualidad ingresa en el corpus del pensamiento
psicoanalítico, la teoría de la seducción,
ya hablaré de porqué se ve desmentida, tendría que haber una
epidemiología de padres perversos tan grande como la magnitud infinita de los
histéricos y de los obsesivos y no hay una epidemiología perversa tan extensa,
y además él se dio cuenta que lo que recuperaba como recuerdo de supuestos
traumas no eran sino que fantasías infantiles transformadas a posteriori
independientemente de que la seducción temprana existe y tiene influencia sobre
la vida sexual del sujeto, lo que no quiere decir, por otra parte, que sus efectos
sean necesariamente patógenos. Margarite
Joucernar en una novela que es más que una novela, diría que es una especie de
recapitulación de su vida, cuenta sus primeras experiencias eróticas con un
primo y otras experiencias eróticas de su chacha que ejercía simultáneamente de
chacha y de prostituta y que la llevaba todas las tardes a un prostíbulo en el
cual trabajaba. Y dice la autora, que
tiene la impresión de que eso no la afectó porque era una situación que en
cierta forma definió su erogeneidad y su erotismo, y yo podría decir a través
de mi experiencia clínica y vital que muchas situaciones tempranas de
sexualidad lejos de ser traumáticas, si se relacionan con coetáneos en
condiciones de no brutalidad, de no abuso, tienen un efecto definitorio respecto
a la identidad sexual del sujeto, y son además una especie de escenario en el
cual el sujeto puede vengarse de su exclusión de la escena primaria, ya que él
monta su propia escena primaria en un ocultamiento a los padres que raramente
se traiciona.
Tuve una paciente que fue
seducida por su abuelo senil , suceso más frecuente de lo que se cree, y el
recuerdo de ella es extremadamente ambivalente.
En un principio, traía los recuerdos como una cosa de abusos, de asco,
de rabia, de que había alterado toda su vida y que era la causa de su condición
prácticamente psicótica, etc. Pero luego
resulta que el abuelo era el único miembro de la familia que le daba cariño y
le decía “tú eres la putita del abuelo” y le compraba caramelitos y trajecitos
y la llevaba y la cuidaba, con lo cual llegó finalmente a reconocer que en
realidad fue él quien la erotizó y quien le dio un poco del erotismo tan
deficiente que ella tiene. Se da una
estructuración paradojal que es altamente conflictiva. Me acordé de un chiste: el abuelito le dice a
una nena: “si me das un besito, te doy un caramelo”; y la nena le responde: “¿y
si te hago una mamada me das el paquete entero?”.
La primera hipótesis entonces que le lleva hacia la
sexualidad es la etiología traumática de las neuropsicosis. Y la segunda dirección es la
existencia de un supuesto exceso real de ejercicio sexual que lleva a una
depresión libidinal que produce la neurastenia por masturbación excesiva
y que otra neurosis ligada también a una realidad o una concretud sexual es la
existencia de un estancamiento de la energía sexual somática por privación ,
abstinencia, etc., la neurosis de angustia.
Podemos así distinguir las neuropsicosis de defensa, en las cuales una
idea incompatible - pero Freud dice unertraglich
, que en alemán no significa incompatible sino insoportable - esa idea insoportable condiciona una
disociación patógena que conduce a la represión y lleva al síntoma por
sustitución o desplazamiento.
Esto se formula así al amparo del abandono de la teoría
traumática que a Freud se le hace evidente como imposible, en la carta 69
de su correspondencia con Fliess fechada
el 21 de septiembre en Viena de 1897, le dice mi neurótica se ha derrumbado, me
he dado cuenta de que esa teoría de la seducción no existe, pues tendría que
haber una epidemiología de la perversión de los padres que no calza con la
frecuencia de la histeria. Este síntoma
implica una aberrante realización de deseos, el síntoma que se gesta de esa
representación insoportable que es reprimida no aparece como realización de
deseos pero es una formación de compromiso entre la realización del deseo y el
castigo por la realización de deseo, lo que justifica su carácter doliente, si
es que es doliente porque no siempre es doliente. Charcot habló de una estructuración típica
histérica que es la “belle indifèrence” que se caracteriza porque a la paciente
el síntoma no le preocupaba. Leyendo los
trabajos de Charcot y conociendo el clima de la Salpetrié, - yo trabajé 3 años en el Hospital de la
Salpetrié y es el lugar más delicioso que ustedes se puedan imaginar pero está
tocado por el recuerdo del maestro Charcot y todos sus seguidores - mi impresión es que se complacían en inducir
exhibiciones histéricas de las pacientes.
Hay un cuadro que Freud tenía colgado en su consultorio en el que
Charcot, o uno de sus discípulos, tiene en brazos a una histérica en pleno
ataque.
Y si mi recuerdo no me traiciona, los pechos de la paciente
están muy escotados y toda la apariencia del cuadro es francamente
erótica. Debe de haber un clima de
estimulación recíproca, de gestación, de inducción.
Recuerdo que la mayor parte de los internos del Servicio de
la Salpetrié en el cual yo trabajaba, y de los externos, eran tipos que se
daban a una cosa de un erotismo grosero y verbal con una especie de
complacencia concupiscente barata. La
psicóloga jefa que era la supervisora de los psicólogos, era una mujer pelirroja,
en la cuarentena, extremadamente atractiva con un cuerpo venusino. Uno de los internos hace una especie de
estatuilla de ella con plastilina , y pone a su lado un pene hecho también con
plastilina y sostenido con dos palillos y le dice a la psicóloga: “mira, tú y
yo”, y la psicóloga le dice: “¿tú tienes necesidad de muletas?”
refiriéndose a los dos palillos. Ustedes se dan cuenta qué tipo de clima era
el que se daba.
En otro lugar donde trabajé menos tiempo, que era un asilo
de ancianos, la barra del bar de la sala de guardia tenía el dibujo de un
enanito del tamaño de la barra, y del cuerpo del enanito salía un pene largo,
grueso, gigantesco que recorría, en un dibujo genial, todo el largo de la
longitud de la barra y encima de ese pene, como en un cuento de Blancanieves y
los siete enanitos, una serie de enanitos y enanitas practicando distintos
tipos de actos sexuales y el final del pene culminaba en la boca de una enana
que le estaba haciendo una felatio. Ese
era el clima cargado de un erotismo de alto grado de grosería concupisciente. Tal vez ese contacto con un mundo en el cual
la sexualidad es un trasfondo secreto surge la necesidad de complicidad y de un
erotismo que está siempre a flor de piel pero que se manifiesta justamente en
desplazamientos como en las estatuas de ese interno o el dibujo de la barra del
bar.
Este síntoma
implica una aberrante realización de deseos, obviamente reprimidos y de
carácter sexual ligados a fantasías eróticas infantiles que tienen una eficacia
a posteriori, después de la pubertad.
Freud, pone un ejemplo sobre este mecanismo del a posteriori, comienza
con una frase en griego, protón pseudos, la primera mentira histérica,
ahí describe el mecanismo del a posteriori por primera vez, cuenta el caso de
una chica que tiene una inhibición vergonzosa a entrar a las tiendas a comprar
y que huye sin poder decirse por qué, en una patología claramente de histeria
de angustia, de fobia; intenta entrar a la tienda pero se ve obligada a escapar
inmediatamente. Se reconstruye el caso,
ella de nena es enviada a comprar por su madre y el tendero le hace un
tocamiento, que en ese momento pasa
desapercibido por la inocencia de la chica, pero Freud dice que en las
ulterioridades, a porteiori, la maduración erótica de la chica en la pubertad y
en la adolescencia, agrega una carga representacional a ese evento y lo
convierte entonces en un exceso de excitación a posteriori que se liga a un
peligro, a una idea de ofensa sexual y
que le crea esa fobia absolutamente desconectada de su mente respecto al
episodio primero y respecto al sentido actual de su no poder entrar en una
tienda. La idea insoportable, la
representación insoportable es evidentemente la representación primera pero
completamente desplazada y transformada por la intensidad secreta de su propio
erotismo y por las transformaciones por desplazamiento que se producen
alrededor del proceso primario.
Ahora la terapéutica
consistiría en lograr una refiguracion que llevara al sujeto a un contexto de
realidad y no de fantasía: resignificar
en términos de otros significado. En la
paciente de que les hablaba, en la paciente mía ¿Que es lo que yo me doy cuenta que ha sido mas
curativa para ella? El resignificar el
aspecto positivo de la experiencia traumática infantil, de la experiencia
pseudotraumática infantil, el darse cuenta de que ella fue cómplice y cómplice
placentera de esa conducta senil del abuelo y que sacó incluso beneficio de
ella, con lo cual su culpabilidad, el retorno de lo reprimido en la forma
doliente desaparece más y más y empieza a contarme historias eróticas que había
tenido en la realidad adulta y que me había ocultado sistemáticamente en la
medida en que las asociaba con las experiencias con el abuelo.
Por otra parte las
neurosis actuales que son la neurosis de angustia y las neurastenias no responderían a un conflicto psíquico sino a un trastorno
crónico de la vida sexual, es decir serían trastornos económicos de la vida
sexual, en el caso de la neurosis de angustia el predicamento de la acumulación
libidinal de una estasis libidinal que sale como angustia en vez de salir como
sexualidad es un predicamento que no puede ser sostenido hoy en día.
La evolución de la clínica de la angustia se muestra en
sucesivas etapas en una teorización que
se liga a la represión y que no es simple y llanamente una estasis, un acumulo,
una intoxicación de energía sexual somática como decía Freud en la época. Hay una primera teoría, la primera teoría que
es la teoría de las neurosis actuales, que podríamos considerarla como una
teoría toxica en términos de la retención de energía sexual somática que
saldría como quien dice por cortocircuito bajo la forma de angustia.
Una segunda teorización que ya se conecta con los mecanismos
de represión y por ende con el complejo de Edipo obviamente dice que la
represión trae un efecto disociativo entre la representación erótica que esta
en juego y que es reprimida y su afecto que se disocia, porque los afectos no
son reprimibles los afectos son fenómenos que se viven en la conciencia y en el
cuerpo y no son reprimibles, entonces la angustia es el efecto de la
disociación entre la representación erótica y la magnitud de afecto de la
representación reprimida que se disocia y dice Freud que la angustia es la
moneda de cambio de los afectos de las representaciones eróticas reprimidas
como situando ese factor afectivo como central como un efecto secundario a la
represión, incluso sosteniendo que cuando la representación se recupera para la
conciencia, el afecto se reúne con la
representación y por ende la angustia desaparece, los otros destinos de los
afectos disociados son la transformación en lo contrario es decir si se trata
por ejemplo de una pasión anal por así decir se transforma en lo contrario en
una excesiva limpieza, escrúpulo, etc.
Hoy día me
contaba un paciente de su vida sexual, del post-coito. Dice que, para gran indignación de su mujer,
tiene inescapablemente que levantarse, irse al bidé y lavarse los genitales y
que la mujer se pone en trance porque se siente totalmente abandonada en un
momento en que está altamente necesitada de una ternura post orgástica por así
decir. Comprendo perfectamente la
actitud de la mujer, pero ¿Que permite comprender la actitud del paciente? ¿Por qué esa necesidad compulsiva evidentemente de levantarse e irse al
bidet? Es hijo de un homosexual que
traía a casa seres asquerosos, era un hombre divorciado que en un momento dado
tuvo que convivir con sus hijos y traía seres asquerosos, repugnantes a la
casa, evidentemente el chico debe haber sido espectador de algún tipo de
relación anal o de un asco generalizado frente a la sexualidad del padre, y me
pregunta ingenuamente: “¿Usted cree que
yo creo que las relaciones sexuales son sucias?” Le digo “mire!: no me cabe la menor duda de que usted cree que
las relaciones sexuales son sucias”. Una de esas transformaciones del afecto disociado seria
la transformación en lo contrario. Otro
sería una especie de estancamiento representacional del afecto como quien dice
un mecanismo de negación , no sentir el afecto en cuestión ,crear un estasis de
ese afecto; el otro seria darle un falso
enlace, es decir, no es esa suciedad ,sino que hay un riesgo infeccioso en todo
coito con lo cual hay que lavarse, crea un falso enlace, la representación
original de suciedad anal de la vida sexual y de la suciedad en general de los
parteners sexuales del padre se transforma en lo contrario, en algún enlace
falso, no solamente en lo contrario sino en algún enlace falso, de modo que
como todo coito puede tener valencias infecciosas, hay que lavarse
inmediatamente, con lo que lo transforma en una cuestión pura y simple de
higiene y nada mas.
Tenemos ahora a la angustia que, como les decía, es la
principal de las manifestaciones del afecto disociado. Esta teorización Freud la presenta en la Metapsicología
y ustedes se dan cuenta que ahí la angustia es un efecto de la represión, la
represión produce angustia, no es ya la estasis la que produce angustia sino la
represión la que produce angustia.
Pero a la luz de nuevas experiencias clínicas surge una tercera
teoría que es la que propone Freud en Inhibición síntoma y angustia
y que a voy a intentar esquematizar:
Digamos que aquí habría un material
reprimido. Ustedes saben que el material
reprimido tiene una eficacia de retorno de lo reprimido, es decir envía sus
representaciones deformadas hacia la conciencia: Ello puede traer dos modalidades de reacción
en el yo: una respuesta del yo activa que la voy a situar arriba y que
es lo que se llama el uso de la angustia como señal, es una magnitud de
angustia que moviliza defensivamente al sujeto: angustia señal.
Y puede haber una respuesta pasiva
del yo, que se traduce en un desarrollo:
angustia automática, es decir pone en marcha un cuadro de
ansiedad pura y simple, una neurosis de
angustia, un ataque agudo de angustia etc.
Ahora bien ¿Qué pasa con el aprovechamiento de la angustia señal? Les muestro el esquema que he hecho hasta
este punto:
Material
reprimido à retorno de
lo reprimido à desenlace
del acceso de ese retorno de las representaciones de lo reprimido al yo à y la eventualidad de dos modalidades de
reacción por parte del yo:
En una toma de posición activa
en la cual la angustia actúa como señal que moviliza al yo, la respuesta activa
moviliza defensas de las cuales la mas fundamental es la puesta en marcha de
una nueva ola de represión. O puede
también llevar a cabo una negación, como en el ejemplo que da Freud en el
articulo de 1925 sobre La negación
(Die verneinung) que es un articulo crucial: un sujeto sueña y dice: “Dr. anoche soñé que tenia relaciones
sexuales con una anciana, eran repugnantes, no era mi madre”. Ese “no era mi madre” es una negación
que indica que sí era su madre, y Freud dice que para decir “no”
hay que haber dicho “sí” primero, es decir, no tendría ninguna
necesidad de afirmar esa negación, puesta en marcha de la represión que tapa
ese retorno de lo reprimido que Freud ejemplifica en el articulo.
El otro efecto puede ser la
creación de un nuevo síntoma, ahora en la medida en que retorna lo
reprimido y hace su camino de retorno y que genera angustia, pero una angustia
que no es ni la angustia señal ni tampoco la angustia automática, es la
angustia que se une a toda representación prohibida. Todo lo que te acerque a la realización de
deseo o a la figuración de la realización de deseo cuando éste esta interdicto
por la represión, gesta angustia, es decir, que hay un circuito constante en el
aparato psíquico de retroalimentación de angustia ligada a lo reprimido y a las
sucesivas represiones que se van sucediendo a lo largo de la existencia, lo
cual es un ejemplo claro de esa negación secundaria que aparece no solo en el
caso del artículo de Freud sobre La negación sino también en la frase de
mi paciente “me cuesta mucho dormir porque temo no despertar”. El tema no despertar es porque deseo de no
despertar es algo que lo aleja de lo que también tiene investido que es su
self, su dignidad, es decir que él quiere y no quiere, es decir que el quiere
regresar al cero y no despertar nunca mas y vivir en el nirvana como dice
Freud, pero al mismo tiempo perdería su estatus de persona, y de persona
gozadora y exitosa además con lo cual efectivamente la angustia no lo deja dormir
porque se ha acercado demasiado a la formulación de la representación
desiderativa, esta es la tercera teoría
de la angustia en la cual podemos ver el punto final de la teorizacion, en
términos de que la angustia es la causa de la represión, y yo diría que toda la
patología neurótica es un efecto, una modalidad de evitar la angustia, se
reprime para no tener angustia y por ende como dice Freud ,la angustia es el
signo de la posibilidad de una perdida,
en el caso de mi paciente me cuesta dormirme la perdida es su self, en otros
casos la perdida de la dignidad, la perdida
de un sentimiento de conformidad consigo mismo la perdida de un
sentimiento de una moral acrisolada que mucha gente necesita reactivamente,
Mi teorización es que angustia y
depresión son dos manifestaciones clínicas que están en la base de toda
patología neurótica y que se sostiene en la frase Freud: “la angustia indica o apunta hacia el miedo de la perdida
y la depresión demuestra que la perdida ya se ha realizado”.
¿Quedó
comprensible el esquema?
Ahora, ya para dejar de lado las teorías de la angustia y
para entrar en la neurastenia -
que es el otro cuadro clínico supuestamente sin conflicto psíquico - , respecto a la neurastenia Freud dice que es
el efecto de una masturbación excesiva con lo cual hablaría de una represión de
la energía sexual somática. Así como la
neurosis de angustia sería una enfermedad tóxica, la neurastenia seria una
enfermedad de vacío, de depresión, de desintoxicación excesiva; digamos que tu necesitas una cantidad de
anticuerpos es como si perdieras toda la cantidad de anticuerpos en la cuestión
masturbatoria de acuerdo con Freud pero si uno piensa un poco en la descripción
clínica de la neurastenia tu te das cuenta de que es una forma clínica del
síndrome depresivo, una forma clínica muy sutil casi subclínica diría yo, pero
ese elemento que hace pensar que no es una depresión sino que seria un cuadro
especifico de fatiga, malestar, atonia, etc. pasa por un fenómeno particular
las dos vertientes sintomáticas
fundamentales de la depresión son: la inhibición psicomotriz psíquica en
general y el trastorno de animo en toda depresión completa, por así decir,
encontramos ambas vertientes pero en la neurastenia hay una prevalencia muy
marcada de la inhibición psicomotriz y una casi no presencia del trastorno
afectivo, con lo cual adquiere ese tinte que yo diría que ha tenido diversos
momentos nominativos y expresivos. Yo me
acordé escribiendo esto que mi padre y sus amiguetes en los círculos deportivos
en que se movían decían “estoy spleen”, que en ingles es el bazo, pues
había una especie de mitología de que a cierta edad los señores como mi papá
pasaban por etapas de una tristeza, de una cierta falta de motivación, de un
cierto empobrecimiento de los intereses, algo así como un deterioro que
realmente es perfectamente equiparable a la neurastenia y que muestra, si
ustedes quieren, hasta la banalidad del trastorno en términos de cómo se habla
de él, convirtiéndose en un objeto de transmisión social de cotilleo entre
señores. ¿Qué diría que son las
versiones actuales de esa patología depresiva, sin la carga o sin el énfasis
puesto en el trastorno de animo? Yo
diría que muchos estados de fatiga crónica, muchos estados de dolores difusos
que frecuentemente son pertinente o no pertinentemente diagnosticados como
fibromialgia y que tienen un efecto bastante alterante de la vida del
paciente. Lo tienen mal, sienten el
dolor, el sufrimiento de no poder desplegarse en la plenitud de su self, mucha
gente aborda esta patología con un desprecio monstruoso, como en un numero
reciente de la Revista de la AEN que hay un articulo - de alguien con quien no estoy en absoluto
de acuerdo - sobre la fibromialgia como
el pretexto para obtener las bajas laborales.
Yo diría que el dolor histérico y el dolor depresivo, son dolores y que
te impiden trabajar y que te impiden hacer y que te quitan la apetencia de
vivir y que no es por ahí por donde se debe ir. Al autor le falta poco para
decir que lo que esta gente necesita son patadas en el culo que los
movilicen. Ciertamente no es esa la
técnica. Yo diría que hay que hacer ahí un abordaje claro del
sentido profundo de la depresión. El
sentido profundo de la depresión es la perdida objetal y no es solamente la
perdida de un objeto externo sino es sobre todo la perdida de un objeto interno
la perdida del self, la perdida de la investidura del sí mismo como
valor. Así le sucedió a una paciente que
era una ejecutiva de una empresa multinacional.
En ese mundo en el que el poder y el estatus social de una persona puede
decrecer muy bruscamente, justamente a ella le sucedió; pero al mismo tiempo yo me doy cuenta que esa
paciente había perdido su estatus de persona, que ella no se reconocía a
sí misma decía “he perdido todo valor, no soy nada”. Una vez dijo una frase refinada, dijo: “yo desde que me pasó esto carezco totalmente
de autoestima”. ¿Que es la afectación
que hay en juego en ese tipo de depresión? Es que el objeto perdido es el
narcisismo del self, es un desequilibrio narcisístico. Con esto quiero decirles que los dos
cuadros clínicos que se asocian a la estasis de la energía sexual o a la falta
de energía sexual, en realidad son dos
formas clínicas del síndrome de angustia y del síndrome depresivo.
En apariencia me he alejado del tema de la
pulsión, pero es para llegar al punto en el cual el fracaso en la teoría del
trauma sexual es sustituido por el descubrimiento de la sexualidad infantil
pregenital, es decir, aparentemente me alejé mucho del tema que abordé al
principio pero justamente para retomarlo desde otro ángulo: el abandono de la teoría de la seducción, el
desengaño con el carácter puramente somático de la neurastenia y de la neurosis
de angustia llevan a Freud a un descubrimiento fundamental desde la sexualidad
infantil que culmina en la definición de las fases del desarrollo psicosexual,
una fase primaria que es la fase oral que se divide en su primera manifestación
receptiva y en una fase sádico oral, una anal, anal sádico y finalmente una
fase fálica de masturbación con fantasías edípicas. Su calificación de autoerótica o de
narcisista por Freud me parece injusta,
pues se basa en el supuesto que como el sujeto se procura a sí mismo su placer
no hay objeto, no hay investidura de objeto y que por ende son una fase narcisista
de la sexualidad. Yo personalmente
estoy contra esta supuesta anobjetalidad y pienso que todas las actividades
pregenitales, autoeróticas no hacen sino que evocar algo del objeto perdido,
restaurar un estado que el objeto ha procurado y que en la búsqueda de una
sustitución del objeto perdido surge una erotización de otra cosa.
Abordemos por ejemplo lo oral. Se supone que uno mama por instinto. Quiérase que no a nivel de todos los
vertebrados mamíferos, el reflejo de succión se desencadena sin ningún
aprendizaje previo, como quien dice el sujeto es excorporado en el parto e
inmediatamente se prende al pecho y mama;
nadie se lo tiene que enseñar, decir, guiar ni nada por el estilo pero
se deja de lado esa vertiente instintiva cuando tu te das cuenta que el hecho de perder el pecho y el flujo de
leche despierta la erotización de otra cosa alrededor de lo oral: el placer del
chupeteo, el placer de las sensaciones en la lengua, en la glotis, en un tragar
algo que no se traga; y que esa
erotización ya no tiene nada que ver con el instinto se convierte en pura
pulsión, que en el a posteriori de la adultez se transforma, por ejemplo,
en el anhelo del fumar en, el anhelo de ese beso con lengua, en ese anhelo del
cunilingus y de la felatio o en la fascinación por el pecho, que ya no es un
objeto para el instinto puesto que ya no esta segregando leche sino que ya es
simple y llanamente una forma de belleza y de placer oral.
Por ende, uno podría decir que la búsqueda de una
restitución del objeto perdido o de lo que da el objeto está en la base de toda
diferenciación pulsional porque lo pulsional es ya una diferenciación
investida, erotizada.
- Transcripción:
- Mª Pilar Laguarda de los Santos.
- Isabel Hurtado Serrano.
- Revisión:
- J. Guillermo Martínez Verdú
* Bernardo Arensburg Chamudes (A.P.M.). Dirección : C/ Cirilo Amorós, 1, 1º, 2ª. 46004 Valencia. Tel.: 963300403. Email: berarens@correo.cop.es .
** Seminario en curso, programado por el Instituto de Estudios Psicosomáticos y Psicoterapia Médica (IEPPM), organizado por la Dra. Mª Dolores de la Resurrección y Dña. Mª Pilar Laguarda, con la colaboración del Círculo de Bellas Artes de Valencia.