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[Seminarios 2019-2020]: Competencias transversales del directivo de empresa: la transmisión de la cultura, Fernando Gil Bort (Ágil Consultores)

  • 28 de febrer de 2020
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“¿Qué es la cultura?”

Con una simple pregunta sobre una palabra que se usa en el cotidiano lexicológico de cualquier hispanoparlante, comenzó Fernando Gil Bort su seminario para el curso 2019-2021 del Máster en Planificación y Gestión de Procesos Empresariales de la Universidad de Valencia el 25 de febrero de 2020. Con esta pregunta conectó los valores y creencias que tienen los directores o fundadores de las empresas, y cómo se comunica con la concretización de las estrategias y objetivos empresariales.

El socio director de Ágil Consultores, con amplia experiencia en las áreas de Marketing, Ventas, pero por sobre todo Recursos Humanos, sumó al concepto la historia del concepto y cómo los investigadores descubrieron que los principales factores de éxito empresarial vienen desde el interior de la organización, y no desde el entorno competitivo como propone Porter desde fines de 1980. La cultura organizativa tiene un comportamiento similar a las capacidades dinámicas de la empresa, que son difícilmente copiables, además de estables y duraderas.

Gil, quien además de poseer un MBA de la UPV, es coach formado en el International Coach Federation, desde su experiencia y estudio explica que las empresas con una cultura fuerte y arraigada cuentan con resultados muy superiores a las que no cuentan con ésta, nombrando como ejemplos Toyota, Google y Mercadona. Modelos potentes de una cultura empresarial desarrollada y ejercida diariamente. Añade que las empresas expuestas son tan diversas como las personas que trabajan en ellas: diferentes modelos de negocios, situadas en países diferentes y con culturas completamente diferentes una de la otra. Sin embargo, todas tienen un punto en común: el arraigo y adherencia de la cultura dentro de la institución. A su vez, todas presentan un cambio particular: el paso desde el control hacia el autocontrol y control mutuo. El contraste entre controlar y monitorear cambia la velocidad interna, brindando mayor agilidad a la toma de decisiones. Esto también beneficia a la empresa al perder un nivel, que es un costo ahorrado. Finaliza este punto enfocando que el empoderar (empowerment, en inglés, como usó el seminarista) es una facultad que utiliza mucho el emprendedor, donde la orientación a la acción, la toma de decisiones, la autonomía y la responsabilidad están siendo muy requeridos en las selecciones de personal en la actualidad.

“¿Existe la cultura empresarial tácita?”

El flamante vicepresidente de la Asociación ADEIT, explica que la cultura aflora siendo deliberadamente expresada y compartida con los trabajadores, como si no se hablase de ella. Aflora en el día a día en las relaciones laborales, se imita de superiores y compañeros. Para evitar tener diferencias entre la percepción de la cultura y lo que realmente se desea como tal, se propone un trabajo de construir una cultura homogénea interna. No es algo barato ni rápido, pero se logra con una preparación del proyecto, seguido por un diagnóstico y formulación de valores (en un estudio cualitativo), la alineación de los puntos más influyentes para finalmente controlar y evaluar. Una vez montada la cultura: es el motor de la organización. Para lograr plasmar este proceso, los factores claves son: el liderazgo, comunicación y las políticas de Recursos Humanos. Fernando profundizó que independiente la naturaleza de la empresa (sociedad anónima, multinacional, familiar o estatal), la cultura empresarial se presenta en variadas formas, comunicada más o menos dependiendo de la estrategia, que finaliza con una percepción por parte de los empleados, y que ojalá, sea lo que la dirección espera. Desde la rigidez y burocratización a la flexibilidad laboral y autocontrol, o desde el respeto a la tradición y jerarquización a la innovación y cadenas de mando planas, se pueden encontrar las más diversas culturas. La clave del éxito cultural es que la organización en su totalidad la comparta, como también que los próximos activos que ingresen, compartan sus valores como propios.

Por último, cerró el seminario con una actividad didáctica de la idealización cultural de la empresa donde los alumnos desearían trabajar. En general, se obtuvo la visión de culturas transparentes, enfocadas al cliente, entretenidas y modernas.

 

Reseña realizada por:

Joaquín David Pantoja Ščepanović​

Estudiante del MPGPE, Curso 2019-2020

 

 

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