Los investigadores de la Universidad de Medicina de Liubliana –Eslovenia- han llegado a la conclusión de que esta disciplina sanitaria puede ser de gran ayuda en momentos de crisis emocional como este, y convierte el proceso en una etapa adaptativa
14 de junio de 2016
Estos académicos realizaron un experimento, comparando a un grupo de embarazadas a través de la Fertilización in Vitro (FIV) con mujeres que lo han logrado de forma natural. En total llegaron a evaluar a unas 153 embarazadas, entre las 5 y las 26 semanas de gestación. Todas ellas respondieron al cuestionario preparado por los investigadores, que se centraba en temas como sus relaciones sociales, la sexualidad de la pareja o su bienestar psicológico, a lo largo del tiempo que llevaban de embarazo.
A priori, los resultados; recogidos en el periódico Slovenian Journal of Public Health, afirman que no hay grandes diferencias entre ambos grupos. No obstante, en cuanto a la carga emocional negativa, los investigadores han observado que es mayor en el grupo de mujeres embarazadas a través de la FIV.
La carga emocional negativa es mayor en el grupo de mujeres embarazadas a través de la FIV
Concluyen que un 40% de ellas considera estresante el tratamiento al que deben someterse para quedarse embarazadas. Por tanto, cuanto mayor es la tensión, menor es el bienestar psicológico de estas, así como de sus parejas.
Asimismo, también han observado que en este grupo de mujeres el aislamiento social y los problemas en sexualidad se incrementan notablemente respecto al otro grupo.
El estudio evidencia la importancia del psicólogo en la evaluación y tratamiento de parejas que afrontan una situación de infertilidad. Este profesional será de gran ayuda en momentos de crisis emocional pero también se convertirá en una herramienta de prevención y adquisición de estrategias que conviertan el procedimiento en una etapa más sana y adaptativa para la pareja en cuestión, aliviando de esta forma su estrés y ansiedad.
El estudio evidencia la importancia del psicólogo en la evaluación y tratamiento de parejas que afrontan una situación de infertilidad
En definitiva, los académicos ponen sobre la mesa el papel que adquiere en este tipo de procesos la figura de un profesional en psicología, capaz de ayudar a las parejas a afrontar una situación de infertilidad y el proceso de embarazo en cuestión.
Para este tipo de pacientes, los avances médicos son importantes, pero también las relaciones humanas que establecen con los médicos que llevan su tratamiento y por ello la psicología adquiere mayor protagonismo. De hecho, el mismo estudio asegura que aquellas mujeres que han contado con apoyo psicológico y que se han sometido a la FIV disfrutan del embarazo, sobre todo a partir de las 20 semanas.
Si quieres ampliar la información, puedes consultar el diario digital Siglo XXI.
Publicado por: Verónica Cañizares Ramos
