HUMANOS
MODERNOS Y NEANDERTALES ALCANZARON IDÉNTICO DESARROLLO
CULTURAL
Humanos
modernos y neandertales alcanzaron idéntico desarrollo
cultural

Neandertales y humanos modernos en Europa alcanzaron niveles
idénticos de desarrollo cultural, según sugiere un estudio
internacional en el que han participado investigadores de
las universidades de Valencia y de Murcia y la Fundación de
Estudios Murcianos. El estudio, que se publica en la revista
'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS),
muestra evidencias de los hábitos de acicalamiento de los
últimos neandertales antes de que llegaran a Europa los
humanos modernos.
Los investigadores han descubierto en dos yacimientos de
Murcia, en Cueva Antón y Cueva de los Aviones, conchas
marinas perforadas y pintadas, usadas como elementos de
collar, y preparaciones cosméticas a base de pigmentos
amarillos, rojos y negros procedentes de minerales de hierro
de la región como hematita, goetita, lepidocrocita o pirita.
Según explicó a Europa Press Josefina Zapata, de la
Universidad de Valencia y coautora del trabajo, "el estudio
aporta datos seguros de que hace alrededor de 50.000 años,
el comportamiento y la cognición de los neandertales eran
tan avanzados como el de las poblaciones modernas que
entonces evolucionaban paralelamente en África".
Las conchas marinas perforadas y teñidas de pigmento
procedentes de yacimientos de África y Próximo Oriente,
datadas entre 70.000 y 120.000 años e interpretadas como
objetos de decoración personal, se consideran evidencias de
comportamiento moderno y pensamiento simbólico entre los
ancestros de los humanos anatómicamente modernos.
Sin embargo, según explica Zapata, la interpretación del
material similar procedente de contextos arqueológicos
europeos asociados a los neandertales ha sido hasta ahora
controvertida porque un sector de la comunidad científica
opina que esa asociación no está demostrada.
La evidencia presentada en el trabajo se remonta a un
periodo 10.000 años anterior a la llegada a Europa de los
primeros humanos modernos. "La asociación con los
neandertales de los objetos de adorno y de los materiales
cosméticos y de pintura corporal hallados en los dos
yacimientos murcianos es por lo tanto incuestionable", añade
Zapata.
Esto elimina según la investigadoras "las últimas nubes
de incertidumbre concernientes a la modernidad del
comportamiento y la cognición de los últimos neandertales".
En consecuencia, implica que deja de existir cualquier razón
para que se siga cuestionando la autoría neandertal de los
artefactos de la cultura Chatelperroniense.
CLAVES EN EL FUEGO
"Son muy pocos los yacimientos de neandertales que
contengan restos del fuego doméstico, pues al ser un
material biológico está sometido a la degradación por
diversos agentes. En ese sentido Cueva Antón ofrece unos
resultados originales", explica Ernestina Badal, de la
Universidad de Murcia y coautora junto a Zapata del trabajo.
Badal, bajo la dirección de Jo*o Zilh*o de la Universidad
de Bristol en Reino Unido, analizó carbones de residuos de
fuegos domésticos que hicieron los neandertales. "Los
carbones son parte del patrimonio cultural y biológico
porque con ellos se puede obtener una doble información:
ecológica pues con la identificación botánica de cada carbón
conocemos la flora local y cronológica por medio del
radiocarbono", añade Badal.
Este método de análisis se ha seguido en el yacimiento de
Cueva Antón y ha permitido obtener informaciones muy
valiosas. En esta cueva se ha identificado carbón de
enebros, de pinos de montaña y arbustos de ecología fría y
seca. Una flora que indica unas condiciones mucho más frías
que las actuales en la región. En Murcia, a pesar de ser una
de las zonas más cálidas de Europa, se detectan los rigores
climáticos del último ciclo glacial.
La gran novedad, añade Badal, ha sido contar con carbones
de cronologías tan elevadas, hace entre 30.000 y 40.000
años, y realizar la secuencia de análisis botánico y de
radiocarbono. El estudio ha permitido así conocer la
prácticas de recogida de leña para el fuego que realizaban
los neandertales y observar la dinámica de la vegetación en
la región de Murcia y a través de ella los cambios
climáticos durante el último ciclo glacial.
El estudio fue dirigido por Zilh*o y han participado
hasta ocho investigadores españoles de las Universidades de
Murcia (María José Martínez-Sánchez, Carmen Pérez-Sirvent,
Josefina Zapata) y Valencia (Ernestina Badal-García, Sonia
Murcia-Mascarós, Clodoaldo Roldán-García, Valentín
Villaverde), así como el Ricardo Montes-Bernárdez de la
Fundación Estudios Murcianos.