ISSN: 1576-5377 |
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Uso popular
de plantas medicinales en el medio urbano: la ciudad de Valencia Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación (CSIC-Universitat de València) |
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Si exceptuamos las
obras que se centran en los aspectos económicos o agrícolas de las
plantas medicinales, o que se dedican a proporcionar información sobre
las mismas desde distintos supuestos (1)
, en la actualidad, dentro del marco que proporciona la etnofarmacología,
podemos observar dos tendencias. Una gran parte de lo publicado tiene
un enfoque etnobotánico; los autores que se adscriben a esta línea
recogen información sobre las especies que tienen un uso terapéutico
en distintas sociedades y culturas basándose o no en datos etnográficos.
Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más complejos es la identificación
botánica, por lo que los especialistas en esta disciplina científica
juegan un papel importante en este tipo de escritos. Entre éstos podemos
mencionar el libro de Mulet Pascual, Estudio etnobotánico de la
provincia de Castellón, o el Handbook of African Medicinal
Plants (1993), de Maurice M. Iwu, así como muchos de los artículos
del Journal of Ethnopharmacology.
Otro tipo de obras tienen como base el trabajo de laboratorio. Recogen, por lo general, los resultados de los estudios químicos y farmacológicos de las distintas especies de uso popular. Esta tendencia no es sino la continuación de la labor que comenzó a desarrollarse el siglo pasado y que acabó transformando la materia médica en farmacología experimental. Después de que la síntesis química de medicamentos haya sufrido una brusca deceleración, los laboratorios farmacéuticos han puesto su punto de mira en el reino vegetal como fuente de nuevos principios activos. De este tipo de trabajos podemos citar muchos ejemplos, como los manuales y tratados de farmacognosia (2) y la mayor parte de los artículos de Fitoterapy o del Journal of Ethnopharmacology. Sin embargo, ambos tipos de trabajos no suelen recoger el uso de las plantas desde su sistema médico correspondiente. Hay que mencionar una excepción, la Biblioteca de la Medicina tradicional mexicana, magnífica obra en doce volúmenes que logra integrar con éxito y gran rigurosidad todas las vertientes. Aunque la teoría etnofarmacológica reconoce el interés del estudio del uso popular de plantas en el presente y en el pasado, pocos son los que se dedican a esta tarea. Esta clase de acercamientos puede proporcionar, entre otros, datos de gran interés acerca de cómo los miembros de la sociedad que usan esas plantas medicinales conciben la salud, las enfermedades y sus causas, cómo se han incorporado algunas de ellas a la medicina popular, la procedencia de su utilización, etc. En el terreno práctico, por ejemplo, puede ser de gran utilidad para los médicos conocer las plantas que consumen sus pacientes y disponer de datos precisos sobre cuáles son los efectos que éstas producen en el organismo (3). Apenas tenemos noticias de primera mano del uso popular de plantas medicinales en la ciudad de Valencia a pesar de que contamos con varios libros con intención divulgativa y de investigación que se encargan de estudiar la flora valenciana en general y que incluyen, a veces, datos acerca de su uso medicinal. La ciudad de Valencia es la capital de la Comunidad Valenciana y la de su comarca, L'Horta. Se halla situada en el centro de una llanura aluvial, un llano de regadío recorrido por ocho acequias principales, cuatro a cada lado del río Turia. Su término tiene 134,7 km2. Su extensión supera los 30 Km de N a S y apenas los 7 Km de E a O. Su población de derecho fue en 1996 de 746.683 habitantes y de 764.924 de hecho. Al realizar este trabajo, el objetivo principal ha sido continuar la labor iniciada con el estudio del uso popular de plantas medicinales en los pueblos que rodean el lago de l'Albufera (4) y en la comarca de la Ribera Alta (5), ya publicados. Por tanto, basándonos en materiales etnográficos, tratamos de conocer cuáles son las plantas que se usan en la medicina popular de la ciudad de Valencia, con qué nombres se las conoce, qué partes de las mismas se emplean, cómo se preparan y se administran, y por último, con qué fines terapéuticos. Material y métodos Para la realización de este estudio se ha reunido toda la información etnográfica sobre la medicina popular de la ciudad de Valencia que se custodia en el Departament d'Història de la Ciència i Documentació, de la Universitat de València. Se han seleccionado un total de veinticinco trabajos llevados a cabo en los últimos diez años (1986-1996). De este material se han escogido las 300 entrevistas semiestructuradas más completas y mejor cumplimentadas, descartando las realizadas a herbolarios y profesionales de ciencias de la salud. Prácticamente están representados todos los barrios y distritos de la ciudad; Ciutat Vella, L'Eixample, Extramurs, La Saidia, Plà del real, L'Olivereta, Poblats maritims y Benicalap. Posteriormente se ha extraído de ellas la información y se ha ordenado de acuerdo con lo que es habitual en los trabajos de etnofarmacología. Las plantas se han clasificado por familias botánicas y dentro de éstas, por especies. Respecto a los nombres populares y a las expresiones acerca de los usos, se han conservado las originales, puesto que éste es uno de los aspectos del trabajo que para nosotros tiene más interés. En la confección del inventario, con el fin de hacerlo más útil y práctico, se ha añadido información sobre los distintos nombres con que se conoce a cada planta en la Comunidad Valenciana, sobre sus usos populares más extendidos, su utilización en farmacia y, finalmente, sobre sus principios activos. Por último, hemos creído conveniente proporcionar al lector la referencia de dos textos que consideramos de mucho interés para quien desee saber más acerca de cada especie: el Estudio Etnobotánico de la provincia de Castellón (1991), de Luis Mulet Pascual, y Fitoterapia aplicada (1996), de J.B. Peris, G. Stübing y B. Vanaclocha. El primero se basa en un minucioso trabajo de campo llevado a cabo con informantes clave. Tiene una finalidad etnobotánica y contiene numerosos datos botánicos, químicos y farmacéuticos. El segundo es un manual que reune información útil sobre los principios activos, los usos y las contraindicaciones de distintas especies tomando como referencia los estudios más recientes sobre el tema. Además de esto, si la planta ha sido mencionada ya en nuestros trabajos anteriores de l'Albufera y de la Ribera Alta, lo indicamos con el número de la página correspondiente. Características de la población entrevistada En ningún momento pretendemos que la muestra sea representativa del total de la población. De las 300 entrevistas, 127 corresponden a hombres y 173 a mujeres. La distribución por grupos de edad se expone en la tabla 1. Tabla 1. Distribución por grupos de edad de las entrevistas sobre el uso popular de plantas medicinales en la ciudad de Valencia
Respecto al nivel educativo de los entrevistados, la información se muestra en la tabla 2. Tabla 2. Distribución de los entrevistados sobre el uso popular de plantas medicinales en la ciudad de Valencia según el nivel de formación
En cuanto al lugar de procedencia, un total de 167 (68 hombres y 97 mujeres) han nacido en la ciudad de Valencia. Del resto, 78 proceden de otros municipios de la Comunidad Valenciana o de otra zona de España (sobre todo de Castilla la Mancha, Aragón y Andalucía), y finalmente, de 55 no poseemos este dato. Resultados Las familias botánicas En la tabla número 3 mostramos la distribución del total de especies de plantas medicinales de uso popular en la ciudad de Valencia. Como se puede apreciar, la familia mejor representada, a diferencia de lo que sucedió en el estudio de La Ribera Alta y en el de los municipios del Parque Natural de l'Albufera, es la de las compuestas. Esta familia es la mayor de todas las fanerógamas; la forman unos novecientos géneros y unas trece mil especies. En los últimos años las plantas de esta familia han despertado el interés de los científicos, quienes se han visto obligados a revisar los usos populares que este grupo tiene. Se ha comprobado que contienen muchos compuestos y en algunas se han hallado sustancias con propiedades antibacterianas y antitumorales (6). A las compuestas le siguen en importancia las labiadas. Unos doscientos géneros y unas tres mil trescientas especies forman esta familia. Están muy bien representadas en la zona mediterránea y en Gran Bretaña. Se usan con frecuencia en la cocina, como plantas medicinales, como fuente de esencias, etc. Son ricas en di- y triterpenoides, saponinas, alcaloides piridínicos y pirrolidínicos, polifenoles y taninos, entre otras sustancias (7). En tercer lugar se sitúa la familia de las rosáceas, que cuenta con unos cien géneros y unas dos mil especies. Contienen heterósidos cianogenéticos, taninos, saponina, terpenoides, etc (8). El cuarto y quinto lugar están representados por la familia de las gramíneas (9) y las leguminosas (10). La primera está formada por unos seiscientos veinte géneros y unas diez mil especies. La mayor parte son herbáceas con raíces fibrosas; anuales, bienales y perennes. Es un grupo de gran importancia económica ya que su presencia en la alimentación es muy grande. Contienen sustancias de gran interés como alcaloides, saponinas, ácidos fenólicos, flavonoides, etc. La segunda familia -las leguminosas- está constituída por unos seiscientos géneros y unas doce mil especies. Estas plantas suelen contener taninos, heterósidos cianogenéticos, saponinas, mucílagos, antocianos y alcaloides. Muchas de éstas especies han prestado a la medicina medicamentos muy útiles, además de ser de gran interés para la alimentación y para la industria. Tabla 3. Distribución por familias botánicas de las especies de plantas medicinales de uso popular en Valencia
Si comparamos los resultados con nuestros trabajos anteriores (tabla 4), observamos que en Valencia ciudad hemos recogido un total de 146 especies correspondientes a 64 familias, frente a las 126 de La Ribera (54 familias) y las 110 de los municipios del Parque Natural de l'Albufera (49 familias). Tabla 4. Número de especies de plantas medicinales de uso popular y de familias botánicas recogidas en los trabajos (11) de los municipios del Parque Natural de l'Albufera, de la comarca de la Ribera Alta y de la ciudad de Valencia
El número de especies de un área que no figuran en los otros dos estudios son 66 en el de Valencia, 36 en el de La Ribera Alta y 19 en el de l'Albufera. En la tabla 5 se muestra el número de especies comunes en los tres trabajos. Tabla 5. Coincidencia de especies en las tres zonas estudiadas
Tal como se puede apreciar, sólo 41 especies coinciden en los estudios realizados en las tres zonas. En el caso del de Valencia con el de l'Albufera se reduce a 19 especies; en el de Valencia con la Ribera Alta, a 20 especies; y en el de la Ribera y l'Albufera, a 25 especies. Las especies más utilizadas En este trabajo hemos establecido cuatro niveles de uso. En el primer nivel aparecen las 13 plantas más consumidas según la muestra (el 8,90% del total de especies botánicas): Camellia sinensis
(L.) Kuntze
(Theaceae) o té En el segundo nivel nos encontramos 8 plantas (el 5,47% del total de especies botánicas): Achillea millefolium
L. (Compositae), o mil en rama En el tercer nivel se situan 24 plantas (el 16,43% del total de especies botánicas): Allium cepa L. (Liliaceae)
o ajo Por último, en el cuarto nivel se encuentran todas aquellas plantas que no cumplirían el criterio establecido por T. Johns et al (12), es decir, que han sido mencionadas en menos de tres entrevistas. En este grupo se incluyen un total de 101 especies, que suponen el 69,17% del total. Lo primero que llama la atención es que, a diferencia de lo que sucede en La Ribera Alta y en los municipios del Parque Natural de l'Albufera, la mayoría de las plantas del primer nivel no son autóctonas y puede decirse que muchas ni se cultivan en la zona. Esto parece lógico si se tiene en cuenta que las dificultades para acceder directamente a éstas en una gran ciudad son mayores que para la gente que vive en municipios pequeños. Sin embargo, existe una mayor oferta de comercios especializados donde adquirirlas. Poco vamos a decir sobre el té y el café. Las infusiones de las hojas del primero y de los frutos tostados del segundo están muy extendidas en nuestra sociedad. Su importancia desde el punto de vista económico, social y cultural es muy grande. Sobre ellas existe una abundante literatura interdisciplinar. El resto de las plantas que aparecen en este epígrafe pueden adquirirse en herboristerías tradicionales, en tiendas de dietética, en farmacias, e incluso, en grandes superficies comerciales. Unas resultan más familiares que otras. Los productos del naranjo, el romero, la manzanilla, y el anís, por ejemplo, son muy populares y pueden ser recogidas por los usuarios en el campo. El sen es una de las plantas que se adquiere en comercios y habitualmente se incluye en mezclas que se venden como adelgazantes, laxantes, etc. Procede de Arabia y fue introducida ampliamente en la India. No aparece en la Materia médica de Dioscórides pero sí en los comentarios de Andrés Laguna al capítulo 79 del Libro III, dedicado al Delphinio, donde dice que se cultiva de ordinario en Italia. Se suelen utilizar las especies Cassia angustifolia o sen de la India y la C. acutifolia o sen de Alejandría. El sen de España es la C. obovata, cuyo cultivo parece que se introdujo en el siglo XVIII (13), mucho más tarde que en Italia. El uso popular coincide con el oficinal. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que su uso prolongado acarrea problemas de colon. Se da la circunstancia de que esta planta forma parte, muchas veces, de "productos dietéticos con fibra" con el nombre genérico de "harina de leguminosas", lo que motiva no pocas consultas de enfermos con rectocolitis. El naranjo es una planta muy conocida y apreciada en Valencia aunque sea originario de Oriente. Se conocen bien las virtudes de sus flores (azahar) y en las últimas décadas, debido a una notable influencia de la medicina moderna, se concede mucha importancia al contenido en vitamina C del fruto. Aparte de la naranja también se usa con frecuencia el pomelo y el limón. El eucalipto, a pesar de haberse introducido en Valencia en los años sesenta del pasado siglo, ha arraigado bien en nuestro territorio y está presente tanto en los jardines y calles de la ciudad, como en sus alrededores. El uso popular de esta planta procede, sin lugar a dudas, del que le concedieron los científicos en la segunda mitad del siglo XIX y en las primeras décadas del XX (14). La marialuisa o hierbaluisa es una planta originaria de sudamérica que fue introducida en el sur de Europa por los españoles. También se cultiva en el norte de Africa; Marruecos es ahora uno de los principales productores. Se dice que su nombre proviene del que tenía la mujer de Carlos IV. Se planta en huertos, jardines y macetas. Sus usos populares coinciden básicamente con los descritos por los científicos. Respecto a la malva podemos decir que se trata de una planta europea que antiguamente se plantaba en los jardines. Era ya conocida por los clásicos. Aparece en la Materia médica de Dioscórides con unas virtudes similares a las descritos en el inventario. El hecho de que nosostros hayamos encontrado que se puede utilizar contra las mordeduras, nos recuerda el uso que le da Dioscórides contra las picaduras de abejas y avispas. Tiene un contenido muy alto en mucílagos, lo que hace a la malva útil como emoliente y béquica. En la Península hay una docena y media más de malvas que tienen componentes parecidos a los de la M. silvestris (15). La manzanilla es una planta originaria de Europa y del norte de Asia cuyo uso está muy extendido. Fue conocida, sin duda, por los clásicos, pero parece que hay bastante confusión en los textos en lo que se refiere a la descripción de especies de porte parecido. En la Materia médica de Dioscórides, por ejemplo, hay un capítulo (16) dedicado a las manzanillas, en donde distingue tres especies distintas. Por otro lado, el capítulo 149 está dedicado al Parthenio, que Laguna dice que no es sino la matricaria (17). Como se puede observar en el inventario, los usos populares de esta planta son amplios y la mayoría están respaldados por la investigación científica. La menta es también una planta de origen europeo muy extendida y a menudo naturalizada en muchos lugares. Es un híbrido estéril que procede de Inglaterra y que se consume en grandes cantidades tanto en Europa como en los Estados Unidos de América. Un tal Eales fue el primero en observarla en Hertfordshire. Se lo comunicó a Ray, quien la incluyó en la segunda edición de la Synopsis Stirpium Britannicarum (1696), con el nombre de "Mentha spicis brevioribus et habitioribus...", y en su Historia plantarum (1704), como "Mentha palustris...Peper-Mint" (18). Ingresó en la London Pharmacopoeia en 1721 como Mentha piperitis sapore. En nuestro entorno puede que se consuman como tal otras mentas, ya que este término es un genérico que sirve para designar a varias especies. Los usos populares que hemos recogido se ajustan bastante a los científicos. Otra planta popular que no se cultiva en nuestras tierras es el boldo. Es originario de las montañas secas de Chile y se cultiva de forma eventual en Italia y en la zona norte de Africa. Por tanto, se trata de una especie introducida tardíamente. Según Dujardin-Beaumetz (19), en un trabajo que hemos localizado en la Biblioteca Nacional de Paris, fue descrita por Molina (20) en 1782 con el nombre de Peumus boldus. También señala que Ruiz y Pavón, en 1794, hicieron una descripción de la misma planta que ellos llamaron Ruizia fragans. En 1807 Persoon la denominó Peumus fragans y A.L. de Jussieu en 1809, apoyándose en estos trabajos, la llamó Boldea fragans. M. de Candolle retomó el nombre de Peumus para el género. En 1869, en su Histoire des plantes, H. Baillon presenta el estudio completo del boldo al que llama Peumus boldus, nombre que hoy todavía conserva. Dujardin también dice que la primera muestra de boldo fue introducida en el comercio francés en 1868 o 1869 por la casa Fabian (de Chile). Como había varios tipos se mandaron analizar las distintas muestras con el fin de aislar los principios activos de unas y otras, y compararlas. Su uso popular es como hepatoprotector y como colerético-colagogo, acciones que se deben a la boldina y a los alcaloides, junto con los flavonoides y el aceite esencial. El anís o "matalahuva" es una planta que procede de los países del Mediterráneo oriental. Ya era conocida y utilizada por los egipcios. Aparece mencionada en la obra de Plinio, en la de Teofastro y en la Materia médica de Dioscórides (21). España y Grecia son los principales productores de su aceite esencial. Flükiger (22) señala que Alicante era uno de los lugares donde se producía y comercializaba. El uso popular que hemos encontrado en Valencia coincide con el que se le ha otrorgado siempre en la medicina popular y en la científica, es decir, como planta carminativa, sobre todo. El romero es una planta originaria de los países mediterráneos. Plinio ya le asignó numerosas virtudes (23). Andrés Laguna, en el comentario que hace a los capítulos 81, 82 y 83 de la Materia médica de Dioscórides, dedicados a los Libanotis, identifica a la tercera especie como el romero. Es también muy corriente que se atribuya la preparación de la esencia de romero en disolución alcohólica a Arnau de Vilanova (24) o a Ramón Llull (25). Asímismo, su uso es muy alabado en los tratados de medicina doméstica de todas las épocas. Los usos populares que se le dan al romero son extensos y una buena parte de ellos están hoy justificados por la investigación científica. La salvia es una planta originaria del sur de Europa, especialmente de la zona mediterránea. Aparece en la Materia médica, de Dioscórides (26). Se usa la Salvia officinalis, la S.lavandulifolia u otras especies afines y endémicas de la península cuyo aceite esencial es menos tóxico que el de la primera. La mayoría de los usos populares están plenamente justificados a la luz de las investigaciones farmacológicas. Su toxicidad, en cambio, es poco conocida. Posee acción estrogénica, puede ocasionar dermatitis de contacto y ser perjudicial para el el sistema nervioso central. El milenrama es una planta originaria de Europa que ha sido utilizada desde hace muchos siglos en medicina. No se puede asegurar que corresponda a lo que Dioscórides llamó stratites millefolium (27), pero Laguna señala que en nada difiere de "nuestro milefolio vulgar". Su uso se ha asociado siempre con las heridas sangrantes y las hemorragias. Este efecto se puede deber a su contenido en taninos. Popularmente se emplea con otros fines que están plenamente justificados por la farmacología tal como se puede apreciar en el inventario. El malvavisco es también una planta de mucha tradición en medicina clásica. Está descrita en la Materia médica, de Dioscórides (28). En el siglo IX el emperador Carlomagno favoreció su difusión por Europa bajo el nombre de Mismalvas, id est alteas quod dicitur ibischa (29). Su uso popular se acerca al científico ya que por sus principios activos es una planta demulcente y protectora de mucosas, béquica, expectorante e inmunoestimulante. La popular alcachofera es una planta que tiene un uso alimenticio importante; las alcachofas entran en la composición de muchos platos. Posiblemente se ha obtenido por selección y cultivo a partir de la Cynara cardunculus L. (30) de origen circunmediterráneo. Dioscórides trata de los cardos en su Materia médica (31) y Laguna, en sus comentarios, distingue entre el cardo "familiar y sabroso" y la "alcarchofa". Los árabes la designaron como al-kharsuf; el nombre de cynara procede del latín canina. Los usos populares tienen una base científica ya que por las propiedades de sus componentes es colerética, hepatoprotectora y hepatoestimulante. La grama es una planta muy común en el sur de Europa y el norte de Africa. Posiblemente se utilizó ya en la Antigüedad. Dioscórides habla de los agrostis, que Laguna tradujo como gramas (32), aunque es muy difícil identificarlas con exactitud. Algunos de sus usos populares tienen explicación científica; es diurética, antiinflamatoria, hipotensora e hipoglucemiante suave. El hinojo es una planta originaria de la región mediterránea introducida y naturalizada en muchas partes. Era conocida en la Antigüedad donde se usaba como condimento y era apreciada por sus tallos suculentos. En el norte de Europa parece que también era conocida. Dioscórides trata de ella en el Libro III, capítulo 77. En documentos médicos ingleses del siglo XI se menciona muy a menudo. Su difusión por Europa Central, como sucedió con otras plantas, fue estimulada por Carlomagno (33). Los usos populares que se le conceden, de provocar la diuresis y eliminar las infecciones urinarias, están justificados, ya que los componentes de la raíz poseen propiedades diuréticas y antisépticas. El árnica es una planta alpina, del centro y del norte de Europa, y de zonas atlánticas. No se dice nada de ella en la Materia médica de Dioscórides. Sin embargo, Mattioli, Gessner, Camerarius y Clusius, entre otros, la conocían bien. Parece ser que tuvo un uso popular muy extendido por la zona alemana, aunque se introdujo de forma regular en medicina en 1712. Algunos médicos pretendieron concederle virtudes parecidas a la quina. Ingresó en la farmacopea londinense en 1788 (34) aunque se usó más como remedio popular que como científico; era frecuente tener en las casas tintura de árnica. Los usos populares coinciden con los que recomienda la farmacología: en aplicaciones tópicas en golpes, luxaciones, equimosis, pruritos, neuralgias, mialgias, etc. En enjuagues se puede usar como antiséptico bucal, en amigdalitis y faringitis. No obstante, está contraindicada en heridas abiertas y en los casos de dermatitis. Por vía oral, en cambio, es planta bastante tóxica. El té de monte, de roca o de Aragón, fue una planta desconocida en la Antigüedad. Font i Quer (35) nos dice que era conocida en Cataluña en el siglo XVI. Un tal Micó la herborizó en la montaña de Monserrat, donde abunda, y se la mandó a Jacques Delachamps, quien la incluyó en su Historia generalis plantarum (Lyon, 1587). En 1763 Linné la bautizó como Erigeron gluticosum. Ha sido poco estudiada, pero su uso popular como estomacal y en las indisposiciones de vientre, está muy extendido por Cataluña y Aragón. La ruda es una planta originaria de los países mediterráneos (Ruta graveolens L.). Es conocida y utilizada por sus virtudes terapéuticas desde la Antigüedad. Dioscórides habla de ella en el capítulo 48 del Libro III de su Materia médica. Su cultivo por Europa se extendió y alcanzó pronto los Alpes. Se cultivaba mucho en los claustros por su fama de antiafrodisíaco (36) y con este fin la recomendaba Bock. Tiene acciones espasmolíticas debidas a los alcaloides y a la cumarina; antihistamínicas, debido a la arborinina y furanocumarinas; antihelmínticas; emenagogo-abortivas; venotónicas; antiparasitarias, y de fotosensibilización. En las entrevistas suele ser una constante que se haga referencia a las propiedades abortivas de esta planta. Sin embargo, esta acción sólo se produce a dosis que son ya tóxicas y que producen hemorragias, gastroenteritis, confusión mental e incluso la muerte. Siempre se recomienda que la ruda se tome bajo control facultativo. Los usos populares Como hicimos en nuestros trabajos sobre el uso popular de plantas medicinales en los municipios del Parque Natural de l'Albufera y en la comarca de La Ribera Alta, hemos conservado las expresiones populares. La lingüística nos enseña que éstas son la objetivación y la fijación del conocimiento que el pueblo médico tiene sobre la salud y la enfermedad; al menos de una parte. Sabemos también que la constitución de los significados del lenguaje reviste un caracter histórico; así, los que corresponden a las palabras usuales de la lengua se encuentran en un proceso de formación continuo (37). En este sentido, sería muy interesante saber cómo a una planta que se ha utilizado tradicionalmente para determinadas dolencias, se le atribuyen en la actualidad acciones cuyos nombres se toman de la medicina científica moderna: bajar el colesterol, contra el escorbuto, para la sinusitis, etc. Este proceso mantiene una estrecha vinculación con las necesidades, intereses, ámbito y cultura de cada comunidad. Existe una estrecha relación entre el lenguaje y la cosmovisión. Por tanto, a través de las expresiones que hemos recogido podemos acercarnos -al menos, un poco- a la concepción de la enfermedad que tiene el pueblo médico. No obstante, somos conscientes de que hacen falta todavía muchos trabajos, sobre todo aquéllos que se dediquen al estudio de la estructura y función de las distintas partes del organismo así como de la enfermedad y sus causas. A pesar de que no podemos desembarazarnos de los saberes y de la taxonomía propios de la medicina científica moderna, con las expresiones obtenidas acerca del uso de las plantas medicinales hemos confeccionado un thesaurus sencillo. Hoy en día, el thesaurus es el instrumento más eficaz de control de vocabulario en un sistema de recuperación de la información (38). Éste consiste en una lista alfabética de las relaciones generico-específicas de los lexemas (Tabla nº 6). Los árboles semánticos se presentan en forma de sangrado y ofrecen el conjunto completo de cada jerarquía a partir de un genérico mayor. Los números que figuran junto a cada expresión corresponden a los de las especies botánicas del inventario. Las expresiones que figuran entre corchetes -un número muy reducido-, han sido introducidas por nosotros. Se recogen en total 247 usos distintos. Tabla 6. Relación alfabética de los lexemas o expresiones de los usos populares de las plantas en la ciudad de Valencia, por relaciones genérico-específicas Afecciones externas,
116 Amor verdadero (para conseguir el), 77 Boca, 72 Diabetes, 22, 24, 55, 56 Dolor, 75 Fiebre, 61, 143 Frío (quitar el), 147 Hipotiroideo, 59 [Huesos, múculos
y articulaciones] Infecciones, 81 Inflamación, 21, 32, 78, 91, 92, 97, 142 Juventud (mantener la), 64 Mal de ojo, 123 Malestar, 80 Mareos, 143 Nervios, 29, 31, 78, 133, 143 Obesidad, 110 Ojos, 98, 123 Pelo [Problemas de
la mujer] Problemas digestivos,
25 Problemas respiratorios,
77, 133 Problemas de
sueño Riñón y vías
urinarias,
33, 60, 82, 139 Sangre y circulación
de la sangre,
46, 63, 65, 70, 77, 78, 91 Sedantes, tranquilizantes,
relajantes Tónico, 13, 31, 77, 125, La tabla nº 7 relaciona las especies botánicas y su número con los genéricos mayores del thesaurus. Tabla 7. Relación de las especies de plantas de uso popular en la ciudad de Valencia según los genéricos mayores del thesaurus y de sus usos populares Afecciones externas,
(Total plantas empleadas: 29) Amor verdadero,
(Total plantas empleadas: 1) Boca, (Total plantas empleadas: 9) Diabetes, (Total plantas empleadas: 4) Dolor, (Total plantas empleadas: 26) Fiebre, (Total plantas empleadas: 5) Frío, (Total plantas empleadas: 1) Hipotiroideo, (Total plantas empleadas: 1) Huesos, músculos
y articulaciones,
(Total plantas empleadas: 10) Infecciones, (Total plantas empleadas: 6) Inflamación, (Total plantas empleadas: 14) Juventud, mantener
la, (Total
plantas empleadas: 1) Mal de ojo,
(Total plantas empleadas: 1) Malestar, (Total plantas empleadas: 1) Mareos, (Total plantas empleadas: 1) Nervios, (Total plantas empleadas: 8) Obesidad, (Total plantas empleadas: 1) Ojos, (Total plantas empleadas: 7) Pelo, (Total plantas empleadas: 5) Problemas de
la mujer,
(Total plantas empleadas: 8) Problemas digestivos,
(Total plantas empleadas: 64) Problemas respiratorios,
(Total plantas empleadas: 34) Problemas de
sueño,
(Total plantas empleadas: 4) Riñón y vías
urinarias,
(Total plantas empleadas, 23) Sangre y circulación,
(Total de plantas empleadas: 42) Sedantes, tranquilizantes,
relajantes,
(Total de plantas empleadas: 10) Tónico, (Total de plantas empleadas: 26) La tabla nº 8 muestra en orden decreciente los genéricos mayores del thesaurus y el total de especies botánicas que se usan para resolver problemas que se incluyen en estos grandes grupos. Tabla nº 8. Relación de genéricos mayores y número de especies de plantas de uso popular en la ciudad de Valencia, en orden decreciente
Como puede apreciarse, una vez más, el grupo de problemas para los que se usa un mayor número de especies botánicas se incluyen bajo el rótulo de problemas digestivos. En esto existe una total coincidencia con los estudios realizados anteriormente. Sin embargo, el segundo lugar lo ocupan, en esta ocasión, los problemas de la sangre y circulación, seguidos por los problemas respiratorios, las afecciones externas, y por todo aquello que requiere de tónicos, estimulantes y aportes vitamínicos. Siguen después, en sexto lugar, los procesos que afectan al riñón y vías urinarias. Estos resultados, bastante diferentes a los hallados en La Ribera Alta y l'Albufera, son muy llamativos. Una explicación podría ser el sesgo de la muestra unido al hecho de que se trata en esta ocasión de una gran ciudad. El patrón se corresponde más con los obtenidos en otros lugares de Europa y de Estados Unidos, aunque el tipo de estudios es distinto (39). Después de una minuciosa lectura del inventario y de la información complementaria que contiene sobre cada una de las plantas, se deduce que su utilización popular puede explicarse científicamente en la mayoría de los casos. En otros, sin embargo, como en el de las plantas que podemos designar como polivalentes, sólo algunos de sus usos tendrían explicación científica. Entre estos podemos hacer referencia a los que tienen una base mágica y cuyo origen se pierde en un pasado remoto. Por ejemplo, el caso de las gálbulas de enebro llevadas en el bolsillo para curar las hemorroides, la recogida de la Centaura calcitrapa en la noche de San Juan, el uso de la ruda contra el mal de ojo, o del romero para conseguir al amor verdadero. Puede pensarse que este tipo de utilizaciones mágicas sólo se han transmitido de forma oral de generación en generación. Sin embargo, este tipo de recetas aparecen en algunos fragmentos de textos de la Antigüedad clásica que todavía se conservan, en manuscritos medievales y en libros impresos. Con la imprenta fue posible publicar textos destinados al público en general que divulgaban todo tipo de remedios para hacer frente a las enfermedades. Un ejemplo clásico es el Libro de medicina llamado Tesoro de pobres en que se hallarán remedios muy aprobados para la sanidad de diversas enfermedades, (1519) atribuído a Pedro Hispano, del que hay varias versiones y que alcanzó muchas reimpresiones (40). La literatura está también repleta de ejemplos en donde se habla de remedios mágicos contra determinados males e infortunios; podemos mencionar el Lazarillo de Tormes, La Celestina, el Retrato de la Loçana andaluza, entre los más conocidos. Algunos usos provienen de la medicina científica clásica conservándose como tales o deformados por el tiempo y por diversas influencias. Otros proceden claramente de la medicina científica moderna tanto del siglo XIX como del actual, conservando unas veces el significado científico o redefiniéndolo en el seno de la medicina popular, otras. En este sentido sería de gran interés saber cómo a algunas plantas de uso tradicional se les han encontrado nuevas propiedades como la de disminuir las tasas de colesterol en sangre. Por último, el pueblo médico emplea plantas que son totalmente exóticas en su territorio. El presente trabajo es una buena muestra de ello. Algunas de estas se incorporaron al acerbo local en el pasado, como el té, el café, el eucalipto, el boldo, etc. Otras son de reciente adquisición como el guaraná y el ginseng que proceden de sistemas médicos muy distintos. Los medios de comunicación (prensa, radio, televisión, etc.) juegan un papel importante en la difusión de los mismos. Este fenómeno está bien descrito por John K. Crellin (41) en la isla de Newfoundland (Canadá). El gráfico nº 1 trata de mostrar las complejas relaciones e influencias que se establecen en el uso popular de las plantas medicinales. Gráfico 1. Procedencia de los usos de las plantas medicinales Bibliografía
Notas
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