PALEONTOLOGÍA ON-LINE

Palaeontologia Electronica 1(1), ya disponible.


A finales de enero del presente año se publicó el primer número de Palaeontologia Electronica (PE), la primera revista científica de Paleontología en formato electrónico y accesible por Internet. El proyecto, en el que participa la Sociedad Española de Paleontología, tuvo sus inicios en 1996, y con la edición de este primer volumen ha cumplido su primer objetivo.

La SEP participa en ella como patrocinador del Nivel 2, por medio de un acuerdo entre nuestra Sociedad y los editores, Coquina Press, curiosamente un nombre que deriva del castellano, como los mismos editores indican en la propia revista; ver:

http://www.uv.es/~pardomv/pe/coquina.htm

El acuerdo fue ratificado por la Asamblea General Ordinaria de la SEP, celebrada en La Coruñ a el 17 de octubre de 1997; de un modo resumido, los puntos del acuerdo son:

*La SEP facilitará un representante en el consejo editorial de PE, un servidor web de unos 100 Mb para instalar PE, y soporte té cnico lingüístico en español a PE, para traducir los resúmenes de los trabajos, para revisar los manuscritos presentados en español, o para los que traten sobre fósiles españoles (tanto en español como en inglés).

*La SEP comunicará a PE los nombres y afiliación institucional de tres de sus miembros, que actuará n como Editores Asociados de PE. Además la SEP seleccionará un administrador de la red para el servidor español (Website Master), que se ocupará de los aspectos técnicos del mismo.

En contrapartida, PE reconoce a la SEP todos los derechos y privilegios de un patrocinador de Nivel 2, que incluye:

*El reconocimiento explícito del patrocinio de la SEP en todas las publicaciones de PE.

*Espacio para uso exclusivo de la SEP en todos los distribuidores de PE, y la conexió n con los servidores en red de la SEP desde otros enlaces incluidos en la estructura de PE.
*Asistencia técnica a los proyectos de la SEP en relación con la red.

Además de la SEP, en el proyecto se encuentran la Palaeontological Association, la Paleontological Society, la Cushman Foundation for Foraminiferal Research, la British Micropalaeontological Society, la Canadian Association of Palynologists (Canada), y la Society of Vertebrate Paleontology.

El sitio Web proporcionado por la SEP se encuentra instalado en el servidor WWW de la Universitat de València ; a cuyo Servei d'Informàtica hay que agradecer la cesión de 200 Mb de espacio de disco para instalar una réplica de la revista ("réplica" es una traducción libre del término mirror) . Esta réplica dará servicio a la comunidad hispanohablante y su entorno geográfico y cultural, y su contenido en parte ya fue comentado en esta sección del anterior número de Noticias Paleontológicas; tiene su punto de entrada en la dirección:

http://www.uv.es/~pardomv/presenpe.htm

Desde allí se puede entrar al primer ejemplar de la revista, o bien directamente por:

http://www.uv.es/~pardomv/pe/1998_1/cover1.htm

Este primer número de PE incluye los trabajos siguientes:


Tanto en los trabajos publicados como en las páginas de presentación de PE, podemos ver las posibilidades que abre este formato de edición electrónica, como la utilización de animaciones QuickTime para publicar datos y resultados de la investigación. Para empezar, en la página de contenidos de este primer número ...

http://www.uv.es/~pardomv/pe/1998_1/toc.htm

... nos recibe una animación QT recreando varios nautiloideos en un mar de paleozoico.

Como en otras revistas, a los trabajos de investigación acompañan editoriales, recensiones de libros, congresos, ... y un catálog o con información sobre muchos enlaces a páginas web sobre Paleontología, clasificados, indexados y comentados; esto lo hace muy interesante porque es posible hacer búsquedas por temas y saltar por los enlaces desde las mismas pá ginas del catálogo; no es un listado exhaustivo de lo que hay sobre Paleontología en páginas web, pero los reseñados han pasado un cierto control de la calidad en los contenidos.

El próximo número de PE tiene prevista su salida (es decir, puesta en el servidor web) para el mes de Junio de este añ o, estando abierto el plazo de presentación de trabajos.

Miguel V. Pardo Alonso



Las revistas electrónicas frente a las impresas: ventajas y posibles inconvenientes de un nuevo formato de publicación.



La aparición de Paleontologia Electronica, la primera revista de Paleontología editada en formato electrónico, abre ciertamente nuevas posibilidades de publicación que hasta ahora resultaban insospechadas, representando un salto cualitativo en la forma de comunicar los resultados de las investigaciones que se desarrollan en el seno de nuestra disciplina.

Así, las ventajas inmediatas que plantea el uso de este nuevo medio de publicación resultan obvias, comprendiendo desde la accesibilidad a la información (además, en este caso gratuitamente, vía Internet, durante el primer año) hasta la reducción tanto en tiempo como en costes de publicación, pasando por las facilidades para la edición de material gráfico (incluso a color, algo prohibitivo hasta ahora en círculos científicos reducidos, como el de la comunidad paleontológica) o la interactividad (p. ej., posibilidad de hiperenlaces en los documentos, simulaciones y vídeos, etc.), por sólo citar algunas de las más evidentes. Por todo ello, este formato resulta idóneo para dar plena difusión e n la comunidad investigadora a trabajos que hasta el momento eran difícilmente accesibles, como es el caso de las tesis doctorales (de las que suelen editarse pocos ejemplares y en las que el formato de "microfilms" no se ha revelado plenamente adecuado), los volúmenes de resúmenes y actas de congresos (hasta ahora distribuidos únicamente entre los participantes a los mismos), los diversos boletines y foros abiertos de discusión sobre noticias de interés en la profesión y cuestiones diversas de carácter teórico y metodológico (de los que Iberpal es un buen ejemplo, aún cuando se echa en falta cierto dinamismo) o los grandes bancos de datos, por sólo citar algunas posibilidades.

Ahora bien, las ventajas de las revistas electrónicas frente a las publicaciones tradicionales (esto es, las revistas impresas en papel) quizás ya no estén tan claras como en el caso de los ejemplos anteriormente mencionados y convendría reflexionar, antes de adoptar precipitada y acríticamente este nuevo medio, sobre algunos de los problemas que se podrían plantear con tales publicaciones en un futuro a medio y largo plazo (en lo que respecta a un plazo inmediato, se puede anticipar que durante algunos años todavía coexistirán ambos formatos y será la competencia "darwiniana" que se produzca entre los mismos, junto a la intervención de factores puramente contingentes, la que determinará sus futuros respectivos). Desde esta perspectiva, sería conveniente contar también con la experiencia de aquellos colegas provenientes de otras disciplinas cientí ficas, como es el caso de la Física o la Biología Molecular, en las que las publicaciones electrónicas han comenzado a convivir con las convencionales hace ya algún tiempo. No pretendo rebajarle el entusiasmo a nadie, pero son temas que hay que tener en cuenta en períodos de cambio acelerado como éste al que actualmente tenemos el privilegio de asistir y, en gran medida, configurar.

Así, sin necesidad de adoptar planteamientos alarmistas, se pueden plantear (eso sí , con todas las reservas posibles, al tratarse de una experiencia sin precedentes) ciertas desventajas que, a priori, podrían presentar las revistas electrónicas frente a las impresas, relacionadas fundamentalmente con la perdurabilidad de la información, en el caso de que las primeras acaben finalmente sustituyendo a las segundas (lo que en la mayor parte de los casos se producirá, en definitiva, sobre todo en función de decisiones de carácter puramente comercial), así como con los cambios que introducirán dichos medios en la manera de presentar los resultados de nuestras investigaciones.

En lo que respecta al primer punto, dada la sustitución de soportes informáticos a la que hemos asistido en el curso de los ú ltimos diez años (en los que se ha pasado desde los discos flexibles de 5,2 pulgadas y baja densidad a los "cd-roms" y discos "zip" con gran capacidad de almacenamiento de información) y teniendo en cuenta que la "evolución" tecnoló gica nos suele privar en los nuevos ordenadores, que solemos cambiar cada vez con mayor frecuencia, de los dispositivos de lectura que se van quedando obsoletos, cabe preguntarse entonces si estará plenamente garantizado que las bibliotecas actualicen periódicamente el formato con el que se guardará dicha información o, al menos, que dispongan de los dispositivos necesarios para su lectura (desgraciadamente, la desidia administrativa a la que nos tienen acostumbrados muchas de nuestras bibliotecas universitarias no nos hace ser optimistas respecto a la gestió n de estos fondos). Expresado de otro modo, ¿cuántos de nosotros tenemos "software" en discos que difícilmente podemos ya leer?

Por otro lado, podemos especular con que las nuevas posibilidades de edición, gracias a las facilidades para soportar formatos gráficos y de otros tipos, tiendan a hacer que se potencien dichos recursos audiovisuales en detrimento del texto o, al menos, a que se le preste a este último cada vez menos atención. Un buen ejemplo de esta posibilidad es el primer nú mero editado de Paleontologica Electronica, en cuyos artículos se maneja una abundante información gráfica y numérica, pero la discusión en el texto se encuentra, comparativamente, bastante má s limitada. Dicha cuestión no carece de cierta importancia en lo relativo a la manera en que actualmente se construye el edificio que alberga el acervo de conocimientos que integran cualquier disciplina científica (y la nuestra no representa una excepción al respecto), pues la cultura occidental en la que estamos inmersos se basa, en gran medida, en la transmisión de los conocimientos mediante el texto escrito, de forma generalizada desde la invención de la imprenta, representando la información gráfica un complemento adicional, aunque ciertamente indispensable en numerosas ocasiones, como ocurre en el caso de la Paleontología Sistemática. No son el momento ni el foro adecuados para plantearnos las ventajas educativas de la lectura y la escritura con vistas a adquirir de manera reflexiva y profunda los conocimientos, pero quizás sí lo sean para imaginar la situación contraria, pues en muchos campos de la ciencia no hay mayor disparate que aquel de que "una imagen vale más que mil palabras". Así, y tomado como ejemplo extremo, conviene reflexionar sobre la naturaleza de determinados artículos que se encuentran entre aquellos que más han contribuido a configurar la Paleontología moderna, como es el caso de los ensayos elaborados por Stephen Jay Gould, publicados durante las tres últimas décadas en Paleobiology, muchos de los cuales apenas incluyen alguna ilustración, pese a abordar aspectos teóricos del mayor calado en Paleontología Evolutiva, cuyo impacto en el devenir de nuestra disciplina son incuestionables. Difí cilmente podemos concebir la posibilidad, hoy por hoy, de que uno de tales artículos fuese publicado en una revista como Paleontologica Electronica, donde se prima el uso de medios audio-visuales, pero por el contrario sí que cabría imaginar lo empobrecida conceptualmente que se encontraría la Paleontología si dichas contribuciones no se hubiesen editado.

Paul Palmqvist



Nuestro consocio Paul Palmqvist ya ha apuntado las principales ventajas de este nuevo método de publicación, frente al tradicional papel impreso; el lector interesado puede encontrar aún más en un artículo editorial de N. MacLeod y R. T. Patterson (The Role and the Promise of Electronic Publishing in Paleontology; Palaeontologia Electronica 1(1); accesible en http://www.uv.es/~pardomv/pe/1998_1/editor/issue1.htm).

Pero tan interesante es señalar las ventajas, como los problemas que Paul apunta en su escrito, especialmente la perdurabilidad de la información digital y la posible preponderancia de la información gráfica sobre la escrita en este nuevo método de publicació n. Y es bueno que salgan a la luz, porque los problemas e inconvenientes que un proyecto plantea son una medida también de la validez del mismo, pues permiten calibrar mejor su capacidad de perdurar y de producir cambios ventajosos y no "perversos". El primer paso para solucionar los problemas es precisamente darse cuenta de que existen.

En esta línea, mi escrito más que lanzar "contra-argumentos", tratará de dar otro punto de vista a alguno de esos problemas, señalar las soluciones que PE aporta a alguno de ellos (lo que puede ser trasladado a nuevos proyectos en la misma línea), propiciar actitudes entre nosotros mismos (como usuarios y como productores) que reconduzcan o corrijan las tendencias negativas, y también advertir sobre otros inconvenientes que perman-cían ocultos, para que sean tenidos en cuenta.

La experiencia de los colegas de otras disciplinas científicas en publicación electrónica es valiosa; de hecho, pienso que este proyecto ha salido adelante en parte porque en otros campos de la ciencia está funcionando bien, y los que venimos detrás aprendemos de su experiencia. Pero su situación posiblemente difiera de la nuestra, ya que sus trabajos tienen una vida más corta, se quedan obsoletos con mayor rapidez, mientras en Paleontología muchos trabajos mantienen una actualidad mayor, siendo citados durante mucho más tiempo (especialmente los que atañen a aspectos sistemáticos). El carácter más efímero de las publicaciones de estas ciencias (Física, Biología Molecular, ...), con avances rápidos que a su vez dejan obsoletos enseguida a los anteriores, fue uno de los motores que promovieron la conversión en masa de estos investigadores hacia las publicaciones electrónicas; para ellos era crucial la inmediatez en hacer llegar los resultados a todo el colectivo, antes de que se convirtieran en "agua pasada", y probablemente a ellos no les preocupe tanto la perdurabilidad de la información como a nosotros.

Por el contrario, en nuestra ciencia la necesidad de un registro más duradero agrava el problema de los cambios de soportes informáticos que indica Paul (discos, diskettes, Zip, ...), pues en ellos se conserva la información digital que constituye la revista electrónica. Aquí la letra impresa está en posición ventajosa, pues se accede a la información sin necesidad de "aparatos de lectura" que quedan obsoletos, y en condiciones normales es más perdurable que muchos dispositivos electrónicos de almacenamiento (el soporte magnético p. ej. es mucho más perecedero); eso s , el papel abulta mucho más y su duplicación es lenta y laboriosa (en otros tiempos los amanuenses vivían de esto).

Este problema se puede compensar aprovechando la facilidad de duplicación y almacenamiento de la información electrónica, ya que el traspaso de la información de un formato a otro puede ser muy rápido y sencillo; a diferencia de la duplicación en formato papel, el actualizar el soporte en el que se encuentra la información no es tanto cuestión de tiempo ni de medios, sino de voluntad y previsión. De nosotros y de las bibliotecas depende el que sus fondos no se conviertan en "bytes ilegibles", y será preocupación de usuarios y proveedores de la información (léase bibliotecarios) el que la biblioteca no pierda valor y mantenga su carácter de "servicio a la investigación".

Tal vez nos asusta el perder el papel como principal vía de almacenamiento de la información, pero hay que recordar que ésta es una historia ya repetida: El papel, que ahora utilizamos sin reservas, dejó en el camino a un soporte mucho más duradero que él, pero más voluminoso, incómodo, y laborioso de duplicar: la piedra. Y la debilidad del papel se suplió precisamente con la facilidad de duplicación (no tanto como la electrónica, pero mucho más que la piedra, sobre todo con el invento de la imprenta).

Además del soporte físico, hay que analizar también el soporte lógico que se emplea en la transmisión de la información, es decir, el código utilizado. Actualmente PE se edita en código HTML (aunque también, secundariamente, el pdf), y como tal quedará guardado en los discos CDRom definitivos (o al menos esa es la última noticia); en principio, el HTML garantiza una cierta perdurabilidad, por cuanto se archiva como documentos de simple ASCII (independiente de la plataforma), que luego es interpretado por el Navegador Web. A corto plazo no hay grandes cambios previsibles, pues cada nuevo estándar de HTML tiende a conservar las instrucciones y códigos del anterior (aunque algunos comandos de menor importancia se van eliminado, o substituyendo por otros mejores); en cualquier caso, los problemas los tendremos si los navegadores dejan de interpretar el código antiguo, para adaptarse en exclusiva al nuevo, o si las antiguas versiones de los navegadores son incapaces de funcionar en estas máquinas nuestras en constante evolución. La solución puede estar en crear un mercado en el que se demanden lectores de html que interpreten además los estándares anteriores.

En cuanto a la potenciación de los recursos audiovisuales en detrimento del texto, pienso que es un problema a más largo plazo y paliable si tomamos conciencia de él desde un principio. Tal vez PE no sea un buen ejemplo de esta decantación hacia la parte audiovisual, pues de momento es m s un complemento que una alternativa absoluta a las revistas convencionales (recién comienza su andadura); hay muchos gráficos precisamente porque PE da cabida a este tipo de trabajos, muy difícilmente publicables en revistas convencionales por la proliferación de recursos visuales. Las limitaciones de estas últimas son económicas, pero también de medios no disponibles en el soporte papel: ¿qué revista publica actualmente una animación QuickTime si no es una revista electrónica?

La publicación electrónica nos da la libertad de poner las imágenes y otros medios audiovisuales que creamos necesarios en nuestros trabajos, pero debe quedar claro que no es para usarlas de un modo indiscriminado, pues el sistema se puede pervertir, y lanzarse por los derroteros que advierte Paul. Aquí los editores y revisores tendrán la responsabilidad de velar por que sea haga uso y no abuso de esta facilidad.

Y aquí surge un problema que creo que nadie ha mencionado antes, ni tan siquiera en las largas discusiones que hubo en Paleonet sobre la publicación electrónica: El uso de imágenes digitalizadas tiene un aspecto en cierta manera negativo, y es que el paso de la información analógica a la digital supone siempre una cierta pérdida.

Una imagen fotográfica normal puede guardar casi infinitos matices de color, mientras que su traspaso a formato digital supone un recorte, quedando reducido, en el caso más corriente, a unos miles de colores, cuando no a solamente 256. Si el proceso se hace cuidadosamente, no hay pérdidas aparentes, pues la resolución del ojo humano suele quedar por debajo de las limitaciones (p. ej. el ojo normal difícilmente distingue más allá de 256 matices de gris), pero es algo a tener en cuenta en casos extremos, pues se puede estar falseando la información visual, eliminando cosas que no son superfluas.

PE ha ido un poco por delante de algunos otros problemas que plantea la edición electrónica. Uno muy común es la dificultad de leer la información escrita en las actuales pantallas de ordenador; el texto en papel es más cómodo de lectura y tiene gran transportabilidad, características que se pierden en el formato electrónico, lo que supone además una cortapisa para los artículos en que predomina el texto. Por ello la revista incluye una versión en formato pdf junto a la versión HTML de cada trabajo, lo que facilita su transferencia a papel con una impresora, y permite también la lectura en desconexión (off-line) puesto que no necesita del Navegador de Web. Y todo ello sin gasto adicional, pues los pdf se pueden leer e imprimir con el Acrobat Reader, que es gratuito y multiplataforma; los recursos audiovisuales se pierden en el papel impreso, pero no así el texto y las figuras estáticas.

Para quien quiera probarlos, se accede a los pdf desde el índice principal de cada ejemplar de PE; en la réplica de Valencia, para este primer ejemplar, el URL es:

http://www.uv.es/~pardomv/pe/1998_1/toc.htm

... picando en la opción "Text file in Acrobat PDF format" de cada trabajo.

Miguel V. Pardo Alonso



El RCANS en Internet

Recientemente se ha creado un website del RCANS (Regional Committee on Atlantic Neogene Stratigraphy) en Internet. En él se ofrece información general sobre el Grupo, la composición de su Comité Ejecutivo, información sobre sus Congresos (abstracts de los proceedings del First RCANS Congress, Lisboa, 1992, y lista de comunicaciones del Second RCANS Congress, Salamanca, 1997), noticias, y lista de e-mail de los miembros del grupo.

Estas páginas pueden consultarse en:
http://www-si.fct.unl.pt/units/dct/RCANS/RCANSindex.html
o bien en el website de la IUGS:
http://www.iugs.org

José Angel González Delgado


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