CONFLUENCIA CLIMÁTICA Y LUCHA SOCIAL

Rafael Pla López

La democracia supone la defensa de derechos políticos como la libertad de expresión, reunión, asociación y manifestación, la participación del conjunto de la población en las decisiones en cada ámbito y la no discriminación por raza o lugar de nacimiento.

La defensa del clima supone la lucha contra el cambio climático, el principal problema ecológico, de ámbito planetario.

El feminismo supone la defensa de los derechos de las mujeres y la lucha contra toda agresión contra ellas.

En todo el mundo hay una diversidad de movimientos que coinciden en ellas, pero también un movimiento, neofascisra, que se opone, cuyo principal referente internacional es el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Hay además una lucha entre las posiciones socialistas en defensa de la mayoría trabajadora y las capitalistas en defensa de los privilegios de una minoría.

Pero hay que subrayar que la plena realización de la democracia y el feminismo requiere más que la victoria de las posiciones socialistas, en una nueva sociedad en la que junto al fin a de la división en clases sociales haya desaparecido el autoritarismo patriarcal-estatal.

Por el contrario, la urgencia de la defensa del clima no puede esperar a la resolución de la lucha entre socialismo y capitalismo, dado que el cambio climático está aproximándose a un punto de no retorno, debido a la fusión de los hielos polares y el aumento de la desertización, que amenaza a la supervivencia de la humanidad, lo cual no excluye el debate entre las posiciones al respecto.

De hecho, el cambio climático tiene su banse en el capitalismo, con su búsqueda de un crecimiento ilimitado para aumentar los beneficios, el comercio internacional sin control generando contaminación por el transporte y la gestión por multinacionqles de los combustibles fósiles que son una causa importante del cambio climático.

Pero sería un grave error un rechazo sectario de la confluencia climática. Hay que buscar acuerdos sobre propuestas específicas como potenciar el consumo local para disminuir la contaminación por transporte o restringir el uso de gasolina combinándolo con el desarrollo de formas sostenibles de transporte colectivo.

En otro sentido, es muy negativo el acuerdo en España de distintos sectores capitalistas, el llamado trifachito, incluyendo a quienes cuestionan la democracia, el cambio climático y el feminismo.

Y con un nuevo gobierno progresisra sería nefasta la prolongación de dicho acuerdo para oponerse a todas sus medidas. Claro que los capitalistas se opondrán a medidas en defensa de la mayoría trabajadora, pero es necesaria la confluencia en defensa de la democracia, el clima y el feminismo.

Y en mi experiencia local como concejas de Unides Podem en el Ayuntamiento de Meliana he podido constatar el consenso en una declaración de emergencia climática, en declaraciones contra la violencia de género contra las mujeres y en defensa de la auronomía municipal, esencial para la democracia.