PRÓLOGO A «CANTOS DE ESPERANZA»

Tal como se indica junto al título, escribí esta colección de poesías entre 1971 y 1979, durante el tardofranquismo y la transición. Parte de ellas las escribí en la cárcel, donde permanecí en mayo de 1972 y entre febrero de 1973 y noviembre de 1975. En ellas la referencia al futuro es recurrente. Y podrían considerarse desmañadas, pero ciertamente no son “naif”: en muchos casos están inspiradas por diversos reconocidos poetas.

De la segunda, «Frankenstein», quizá la más personal, puedo referir dos anécdotas: inicialmente la titulé «Frankenstein mental», però el entonces camarada poeta de la célula de profesores de la Universitat de València, Jenaro Talens, me sugirió que quitara lo de «mental» por sobreentendido, y así lo hice. Posteriormente se la mostré en la cárcel al poeta Carlos Álvarez, que dijo de ella que era «un esbozo de un gran poema». Bueno, pues en esbozo se ha quedado.

La tercera, «El arte en el futuro», se subtitula «resumen» porque lo era de un artículo más largo. Y contiene una línea de Radovan Richta («Progreso técnico y democracia», ed.Comunicación, 1970, página 28).

La cuarta, «Necesito una respuesta», está relacionada con la Teoría (cibernética) del Aprendizaje en la que trabajaba, incluso con una referencia directa a la «ley del refuerzo positivo».

Los dos siguientes las escribí en la cárcel, y de ellas la sexta, “La cárcel”, imita el estilo de Bertold Brecht.

La séptima, “Homenaje crítico a Antonio Machado”, deja claro en su mismo título la fuente de su inspiración.

Las dos siguientes, de nuevo escritas en la cárcel, expresan una transición personal: cuando escribí la octava, “Más allá”, era creyente, mientras que la novena, “Diálogo entre el hombre y la naturaleza”, inspirada en Jean Paul Sartre, la escribí siendo ya ateo; de hecho, describe de alguna forma mi conversión al ateismo.

La décima, “Elegía alborozada al tigre de papel sionista”, es rabiosamente belicista, directamente coyuntural, imita el estilo de Nicolás Guillén y, tal como reveló el posterior desarrollo de los acontecimientos, era excesivamente optimista. Es la única bilingüe, con dos líneas en valenciano-catalán que se repiten en el estribillo, presuntamente para mantener el ritmo.

La undécima, “2001, arte para todos”, inspirada en la poesía de Bertold Brecht sobre el mercado de las mentiras, también puede valorarse desde 2018 como excesivamente optimista. Pero, escrita en 1974, su título se inspira también en la novela “2001, una odisea en el espacio” publicada en 1968 por Arthur C.Clarke.

La décimotercera, “Sara”, escrita ya en libertad, es una poesía de amor a la que sería mi compañera durante 40 años, hasta su muerte, pero su texto encaja bien en esta colección.

Meliana, 25 de octubre de 2018