Vicente Moreno recibía a los muertos de madrugada. Su llave abría el Cementerio General de Valencia cuando llegaba algún camión cargado con cadáveres que eran lanzados sin más trámite a una fosa común.
La Guerra Civil española había terminado, comenzaba la represión de los derrotados. Así se lo contó aquel vigilante nocturno de la necrópolis a su nieto. "Decía que metían los cadáveres sin caja ni nada, tapaban la fosa y se iban", explica Ramón Manzanares, a punto de cumplir 70 años y de jubilarse también como empleado del cementerio. El relato de su abuelo emerge del recuerdo en medio de una fuerte polémica en torno al plan del Ayuntamiento, que dirige la alcaldesa Rita Barberá, del PP, de construir 1.030 nichos sobre una fosa común ajardinada, la de la sección séptima derecha del cementerio.
SARA VELERT / MARIA ALTIMIRA - Valencia
EL PAÍS - España - 22-05-2006

Informe elaborado por el "Fòrum per la Memòria del País Valencià"

PERSONAS ENTERRADAS EN LAS FOSAS COMUNES DESDE EL DÍA 1 DE ABRIL DE 1.939 HASTA EL 31 DICIEMBRE DE 1.945.

Fosa Común de la SECCIÓN 7ª DERECHA

- Cuadro tercero: del 1 de abril de 1.939 al 30 de julio del mismo año: 2.099 personas

- Cuadro cuarto: del 31 de julio de 1.939 al 27 de febrero de 1.940: 2.940 personas

-  Total personas enterradas en la fosa Común de la Sección 7ª Derecha del 1 de abril de 1.939 al 27 de febrero de 1.940: 5.039 personas

Es en esta Fosa Común donde el ayuntamiento va a construir 1.020 nichos de cuyas obras hemos solicitado la paralización.

Fosa Común de la SECCIÓN 8ª DERECHA

-  Personas enterradas del 28 de febrero de 1.940 al 3 de setiembre de 1.940: 2.232 personas

Actualmente transformada en sepulturas preferentes individuales

Fosa Común de la SECCIÓN 10ª

- del 3 de febrero de 1.940 al 6 de enero de 1.94: 2.232 personas

- del 7 de enero de 1.941 al 29 de diciembre de 1.941: 4.222 personas

- del 30 de diciembre de 1.941 al 9 de diciembre de 1.942: 4.008 personas

-  Total personas enterradas en la Fosa Común de la Sección 10ª del 3 de febrero de 1.940 al 9 de diciembre de 1.942: 9.531 personas

Actualmente transformada en sepulturas preferentes individuales

Fosa Común de la SECCIÓN 5ª IZQUIERDA

- del 9 de diciembre de 1.942 al 31 de diciembre de 1.942: 294 personas

- del 1 de enero de 1.943 al 31 de diciembre de 1.943: 3.534 personas

- del 1 de enero de 1.944 al 31 de diciembre de 1.944: 2.265 personas

- del 1 de enero de 1.945 al 22 de agosto de 1.945: 2.270 personas

-  Total personas enterradas en la Fosa Común de la Sección 5ª Izquierda del 9 de diciembre de 1.942 al 22 de agosto de 1.945: 8.363 personas

Actualmente transformada en nichos

Fosa Común de la SECCIÓN 5ª DERECHA

- del día 22 de agosto de 1.945 al 31 de diciembre de 1.945: 1.135 personas

-  Total personas enterradas en la Fosa Común de la Sección 5ª Derecha desde el 22 de agosto de 1.945 al 31 de diciembre de 1.945: 1.135 personas

De esta Fosa Común solo se conserva un cuadro, en los tres restantes hay construidos nichos y sepulturas preferentes individuales.

TOTAL PERSONAS ENTERRADAS EN LAS FOSAS COMUNES DEL CEMENTERIO GENERAL DE VALENCIA DESDE EL DÍA 1 DE ABRIL DE 1.939 AL 31 DE DICIEMBRE DE 1.945: 26.300 PERSONAS

FUENTE: Todos los datos aquí expresados, proceden del estudio de documentación e investigación realizado por el Fòrum per la Memòria del País Valencià en los Libros de Registro de Enterramientos del Cementerio General de Valencia.

A todos estos datos, hay que sumar a las personas enterradas en la Fosa Común del cementerio civil en los meses siguientes a la entrada de las tropas franquistas en Valencia, que se estiman entre 500 y 1.500, según los testimonios de personas supervivientes, testigos de aquellos hechos.

Valencia 25 de abril de 2.006

Luz sobre las fosas del franquismo
Levante - 17/04/2006

«Vosotros no sabéis, no sabéis lo que hay ahí dentro... y mejor que no lo sepáis nunca», le contó hace unos días casi entre lágrimas un anciano de más de 90 años a la presidenta del Fòrum per la Memòria del País Valencià, Amparo Salvador.

Rafel Montaner, Valencia

La escena tuvo lugar junto a la fosa común de la parte civil del Cementerio General de Valencia, donde yacen cientos y cientos de republicanos fusilados por las tropas franquistas nada más entrar en Valencia a finales de marzo de 1939. Este testimonio confirma que dicha sepultura guarda el terrible secreto de la matanza de la Rambleta, partida del barrio de Sant Marcel·lí donde durante los primeros días de la ocupación franquista se concentraron las ejecuciones extrajudiciales.
El nonagenario, testigo de aquellos hechos de los que ahora se cumplen 67 años, resaltó como la Rambleta se convirtió en el matadero de Valencia. «Nos explicó que los camiones empezaban a llegar de madrugada, a las seis de la mañana y antes, y que iban repletos de gente», añade Salvador.
Nadie salía vivo de la Rambleta. Los camiones vaciaban su cargamento de muerte en el cercano Cementerio General de Valencia para volver a las pocas horas a alimentar el insaciable pelotón con una nueva tanda de republicanos que no habían podido huir del cap i casal. «Entre un viaje y otro no había tiempo ni para limpiar los camiones de la sangre y las vísceras que habían dejado los muertos», apuntó el testigo para a continuación señalar que las caravanas de la muerte «no fueron cosa de dos días, duraron mucho, así que en la fosa seguro que hay más de 1.000 muertos».
Cientos y cientos de fusilados
Confesiones como ésta y otras que hablan de cientos y cientos de fusilados en las tapias de los cementerios de la ciudad, como el del Cabanyal, han llevado al Fòrum a emprender la difícil tarea de cuantificar la magnitud de la represión franquista en Valencia. «Sabemos que se mató a mucha gente y esas personas tienen que estar enterradas en algún sitio», afirma Salvador.
Estudiar las fosas comunes, en plural porque esta organización que trabaja para la recuperación de la memoria histórica ya ha localizado tres en el cementerio general, es el primer paso para ponerle números a la sangrienta postguerra.
«En la fosa del cementerio civil, donde pensamos que están los fusilados de la Rambleta , se cree que hay unos 500 muertos pero podría haber tres veces más», recalca. Sin embargo, la cantidad de cadáveres que se depositó en esta tumba, como decía el anciano, no se sabrá jamás. Según la portavoz del Fòrum «ha desaparecido, o tal vez nunca haya existido, el registro de enterramientos y al menos en dos ocasiones, en 1957 y en 1967, el ayuntamiento franquista sacó huesos del enterramiento con la excusa de unas obras que no eran más que un intento de destruir pruebas».
Las otras dos fosas de la posguerra que han hallado, al igual que la primera, están en la más absoluta clandestinidad. Sobre una de ellas se levantó hace años un bloque de nichos y la otra es un jardín de setos recortados y cipreses dominado por una gran cruz de hormigón. Los socavones que salpican el suelo marcan claramente las hileras de los enterramientos, en los que se apilaban entre seis y nueve ataúdes.
Salvador estima que en esta parcela de unos 1.600 m2 , donde ahora holgazanean los gatos que pueblan el cementerio, «no hay menos de 6.000 muertos». Documentación que los colaboradores del Fòrum han hallado en diversos archivos les ha permitido confeccionar una lista de personas enterradas en esta sepultura, la causa de su muerte, edad y lugar defunción.
«No sabían ni a quien mataban»
El período que estudian va desde de abril de 1939 hasta 1945, los que el Fòrum considera los «años más duros» de la posguerra. En la documentación de la época solo figura la ejecución como causa de muerte en 50 enterramientos que tuvieron lugar entre el sábado y el domingo 1 y 2 de abril de 1939, 22 de los cuáles no costa ni el nombre «en una clara prueba de que los fusilamientos fueron tan masivos que no sabían ni a quien mataban», remarca Salvador.
A partir del 3 de abril, el primer lunes de la ciudad como Valencia del Cid, desaparecen los fusilamientos de los listados oficiales y a los cuerpos que llegan al camposanto de la prisión celular o cárcel Modelo, del penal de San Miguel de los Reyes, de la cárcel de mujeres, de instalaciones militares y juzgados, se les anotan causas de muerte aparentemente naturales como es el caso de la asistolia, tecnicismo médico con el que se define un paro cardiaco y que figura en la mayoría de expedientes.