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            RESEÑA TRABAJO INVESTIGACIÓN  | 
          
            
          
            
          
             
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       Los mecanismos internacionales de protección de 
      los derechos económicos, sociales y culturales en la era de la 
      globalización: nuevos desafíos desde la perspectiva de las Naciones Unidas 
      
       
      Denise Hauser  
           
         
       
       
       
      Este trabajo constituye el resultado final del período de investigación 
      del programa de doctorado del Departamento de Derecho Internacional de la 
      Universidad de Valencia, titulado Aspectos Actuales del Derecho 
      Internacional Público y Privado. El mismo fue sometido a la apreciación de 
      una comisión evaluadora y la calificación obtenida fue de sobresaliente.
       
      En el aludido trabajo partí del estudio del actual escenario internacional 
      marcado por el fenómeno globalizatorio, y de cuáles son los desafíos que 
      se presentan en este nuevo contexto internacional a la realización de los 
      derechos económicos, sociales y culturales. 
      El camino por lo cual se mueve el actual proceso de globalización está 
      conduciendo a una realidad altamente excluyente, a un mundo grandemente 
      polarizado. Importantes conquistas de la humanidad con referencia a los 
      derechos económicos, sociales y culturales se ven debilitados. La 
      reducción del papel del Estado se hace sentir en la reducción de los 
      recursos estatales destinados a la esfera social. Por otro lado, la 
      adopción de las políticas del FMI y del BM imponen aún más restricciones a 
      las inversiones en la esfera social. El fortalecimiento del papel de las 
      empresas transnacionales genera una debilitación de las relaciones 
      laborales y reducción de gran número de los derechos de esta naturaleza. 
      El problema de la pobreza empieza a ser sentido en el seno de las 
      sociedades desarrolladas del primer mundo. Los efectos de la globalización 
      a la realización de los derechos económicos, sociales y culturales se hace 
      sentir en todas partes. 
      Como alternativa a este proceso excluyente de globalización, emerge lo que 
      algunos autores llaman ‘la globalización por abajo’, llevada a cabo por 
      distintas ONGs, movimientos sociales y actores de la sociedad civil. Estos 
      actores representan un papel de gran importancia en la lucha por la 
      realización de los derechos económicos, sociales y culturales.  
      Las Naciones Unidas desempeñan un importante papel en este escenario 
      económico internacional. Disponen de un conjunto de instrumentos, 
      mecanismos y órganos de actuación en materia de los derechos económicos, 
      sociales y culturales, por medio de los cuales, se hace posible la 
      canalización de las demandas de aquellos que se encuentran alejados de los 
      beneficios del fenómeno globalizatorio y de aquellos que luchan por una 
      globalización más incluyente y con rasgos más humanos. 
      En el ámbito de las Naciones Unidas existe un gran número de Tratados que 
      reconocen derechos de naturaleza económica, social y cultural. Entre 
      ellos, se destaca el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, 
      Sociales y Culturales. Sin embargo, este proceso de codificación aún no 
      está concluso. La existencia de nuevas técnicas de violación de los 
      derechos de naturaleza económica, social y cultural en el mundo marcado 
      por el proceso de la globalización, plantea la necesidad de creación de 
      nuevas normas internacionales de protección de los mismos.  
      En este sentido, está el Proyecto de Directrices sobre las actividades de 
      las empresas transnacionales. Hace falta un cuerpo de normas que imponga 
      límites a la actuación de estas empresas y que establezca obligaciones a 
      las mismas. Igualmente se destacan las iniciativas de los distintos 
      Relatores Especiales y Grupos de Trabajo de la Comisión de Derechos 
      Humanos y de la Subcomisión para la Promoción y Protección de los Derechos 
      Humanos en el estudio de los derechos de esta naturaleza.  
      En este contexto se puede concluir que las Naciones Unidas, en lo 
      referente a la codificación internacional de los derechos económicos, 
      sociales y culturales, está cumpliendo de una forma muy eficaz con las 
      nuevas exigencias que plantea la realidad actual. 
      Respecto de los mecanismos internacionales de protección de los derechos 
      económicos, sociales y culturales se verifica la existencia de grandes 
      lagunas. El principal mecanismo de protección en el ámbito del Pacto 
      Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales es el 
      sistema de informes periódicos. Un sistema que depende casi que 
      exclusivamente de la buena voluntad de los Estados es claramente 
      insuficiente, pese a la extraordinaria e innovadora labor desarrollada por 
      el Comité de este Pacto. 
      Desde hace algunos años se habla de la posibilidad de la creación de un 
      Protocolo Facultativo al mencionado Pacto, que admitiría un sistema de 
      denuncias individuales respecto a los derechos en él reconocidos. Es de 
      gran importancia que el mismo sea aprobado y entre en vigor y, asimismo, 
      esté en consonancia con los nuevos desafíos presentados en el contexto del 
      actual mundo globalizado, en lo referente, entre otras cuestiones, a 
      quienes pueden presentar las denuncias. Igualmente, para que este sistema, 
      una vez entrado en vigor funcione, imprescindible se hace la actuación de 
      las ONGs. Una vez que, al tratarse de derechos de naturaleza económica, 
      social y cultural, grande es el desconocimiento de las personas hacía la 
      existencia de estos instrumentos jurídicos, como la falta de recursos 
      económicos a la hora de entrar con una demanda internacional puede 
      constituir un importante obstáculo. 
      En el ámbito extraconvencional es muy reciente la actuación de la Comisión 
      y Subcomisión de Derechos Humanos en materia de este grupo de derechos. En 
      el ámbito de la primera cabe emprender mayores esfuerzos para extender las 
      conquistas de los órganos especializados en materia de derechos civiles y 
      políticos a los derechos económicos, sociales y culturales. También es 
      necesario que haya una mayor divulgación de los mismos, principalmente 
      respecto de los Relatores Especiales y Grupos de Trabajo con competencia 
      para recibir demandas individuales. En el ámbito de la Subcomisión son de 
      gran importancia los temas desarrollados por sus órganos especiales, cabe 
      esperar una mayor divulgación de los resultados por estos alcanzados y un 
      mayor impacto de las recomendaciones de los mismos.  
      Mucho se está haciendo en el ámbito de las Naciones Unidas para que se 
      tomen los derechos económicos, sociales y culturales en serio. Sin 
      embargo, urge que se alcance una mayor coordinación en el ámbito interno 
      de esta institución. Claro está que las dificultades a la hora de hacer 
      con que instituciones como el FMI y el BM dejen de adoptar una postura de 
      completa indiferencia a las innumerables recomendaciones de distintos 
      órganos de la propia Organización de las Naciones Unidas son de grandes 
      dimensiones. Pero claro también esta que la actual situación es 
      insostenible, que los costes sociales de las políticas de reajuste 
      económico son demasiado altos. La pregunta que hay que hacerse es ¿por que 
      en el ámbito de los derechos civiles y políticos se abominan violaciones 
      como la detención ilegal, tortura, etc, y se sigue tolerando la muerte de 
      millones de personas por hambre? Lo que se trata es de luchar por la 
      inclusión en el actual fenómeno de la globalización de aspectos como la 
      necesaria redistribución de la riqueza, el fortalecimiento de las 
      políticas de índole social, la globalización de los derechos humanos y 
      fortalecimiento de los organismos internacionales y no gubernamentales de 
      protección de los mismos. 
      La actuación de las Naciones Unidas cumple en gran medida con los desafíos 
      presentados ante ella por un mundo cada vez más globalizado, pero queda 
      mucho por delante. Son necesarios instrumentos jurídicos con mayor fuerza 
      obligatoria para el alcance de una verdadera efectividad de los derechos 
      de naturaleza económica, social y cultural, y una actuación menos tímida 
      de este organismo.  
       
  
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