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En primer lugar,
muchas gracias a todos por el libro conmemorativo y por la medalla,
conmemorativa de la Exposición que la Real Sociedad Económica de Amigos
del País celebró en 1883.
Debo deciros que,
en verdad, tenía ilusión en tener una reunión con vosotros, posiblemente
menos protocolaria, de hecho tendremos que mantener reuniones menos
protocolarias en las que podamos estudiar la manera en que vamos a poder
colaborar en el futuro conjuntamente en las propuestas que me ha
planteado el Director de la Económica, y que digo aquí públicamente que
sí a todas, ya que me parecen todas muy interesantes y además, es
halagador el que una de ellas sea pronunciar una conferencia en este
foro de la Económica y poder inaugurar la actividad de la Económica en
el año en que cumple un importante aniversario de la fundación de esta
Sociedad.
230 años de la
Económica trabajando por lo que desde el inicio siempre fue una
constante, trabajar por la sociedad a la que se sirve para poner en
marcha proyectos impensables posiblemente en aquel momento en el que se
vislumbraba que la sociedad cambiaba y que necesitaba de instrumentos.
Por eso la grandeza de la puesta en marcha de instituciones con estas
características por el Rey Ilustrado, ya que se necesitaban en aquellos
años, con una Administración que era incapaz de movilizar, o al menos
coordinar, el espíritu y los corazones de personas ilustradas que sabían
que tenían que modernizar nuestro país.
Es verdad que 230
años después la realidad es otra y nuestro país, por suerte y por el
esfuerzo de todos, se ha modernizado y hay administraciones e instancias
muy potentes que son capaces de poner en marcha incluso sueños que
podían parecer imposibles o inalcanzables. Pero me parece que por
muchísimos motivos, vosotros y la sociedad que vosotros representáis
habéis de tener no sólo el reconocimiento de todos nosotros sino,
además, disponer de todos los mecanismos que os permitan seguir
trabajando por aquellos objetivos, que seguramente no son los de hace
más de dos siglos, pero son otros, que quizá desconocemos aún, para los
que necesitamos que haya materia gris pensando cuáles son los nuevos
retos de una sociedad como la nuestra.
Los partidos
políticos, los sindicatos, los colegio profesionales, las asociaciones
de todo tipo y todos, vivimos uno de los momentos de mayor ímpetu
asociacionista de la historia de España y de la Comunidad Valenciana.
Casi todo el mundo que está, o pretende estar, organizado puede estarlo,
cumplen un papel, un papel que en aquellos remotos años nadie ocupaba,
pero creo que vosotros cumplís, lo digo sinceramente y no porque estéis
aquí o porque corresponda decirlo, creo que cumplís también un
importantísimo papel en los momentos actuales.
¿Cuántas veces
hemos apelado a la sociedad civil, al grupo de personas que de manera
altruista se reúnen para pensar en el beneficio común en los proyectos
colectivos, sin estar directamente ligados a propuestas de partidos, de
sindicatos, de asociaciones que necesitan respuestas inmediatas; que es
otro de los problemas de nuestra sociedad: todo el mundo necesita
respuestas inmediatas, y eso es algo que forma parte de nuestra
sociedad, ya que es una realidad constatable de la sociedad actual que
la gente quiere respuestas urgentes a todo, y hace falta que haya
personas que se dediquen también a preparar las respuestas de las
preguntas que no apareciendo urgentes hoy, a medio o largo plazo pueden
serlo y hay que empezar a preparar a la sociedad.
Por la
experiencia de la propia sociedad Económica, por los avances que en
algún momento propiciaron y porque habéis pervivido en circunstancias, a
veces muy complicadas, creo que el Presidente de la Generalitat tiene la
responsabilidad de estar a vuestro lado para que esto continúe, para que
perviva, para que haya un lugar de encuentro para aquellas personas que
quieren seguir aportando sus ideas y sus propuestas más allá de los que
sean los instrumentos de participación diaria en la sociedad valenciana,
partidos, sindicatos, colegios o asociaciones de todo tipo.
Por eso creo que
tiene todo el sentido que perviva, que se os apoye, que existáis y que
continuéis el camino iniciado en aquel momento. Lo creo sinceramente. Yo
estoy asociado desde hace ventitantos años a algo, y por tanto sé lo que
es ese sentimiento y esa vocación para, con otras personas, intentar
poner en marcha algún tipo de proyecto. Sé lo que es eso, esa llama que
hay en el interior de algunas personas que nos gusta asociarnos, venir a
reunirnos con otros, escuchar, proponer, pelear y creo que eso es muy
bueno, y ya que lo tenemos hay que mantenerlo y hay que impulsarlo, y
además, independientemente de esta reflexión que es una reflexión
general, se ha de concretar ya en cuestiones de colaboración estrecha y
leal. Por tanto vuestro Director tiene el compromiso público de
reunirnos cuanto antes y ver de qué manera podemos poner en marcha
proyectos que no sean sólo de un ámbito protocolario, aunque luego
vengamos aquí a rendir cuentas, sino que sea ya en un despacho de
trabajo.
Deciros también
que la Económica fue una suma de voluntades de personas que entendieron
perfectamente que en aquel momento había que poner en marcha una
sociedad como ésta. Cuestiones, además, que históricamente nos unen a
una vocación: el trabajo por un territorio, por unas personas, coherente
todo ello con la idea de un territorio y con la idea de un país, de
nuestro gran país que es España. Por tanto todo esto que nos ocurre
cuando ponemos en marcha un proyecto no forma parte del criterio
novedoso de alguien que se le ocurre que a este país hay que atenderlo,
sino que ya hace muchos siglos otras personas que nos precedieron
también pensaron que había que trabajar por un país, por una sociedad,
por un grupo de personas para mejorar en todas estas cuestiones.
Sois, un poco
depositarios de aquello, de aquella España del Siglo XVIII que creía
tener la obligación de poner en marcha instrumentos para modernizar y
ser, ya en aquel momento, una gran nación, un gran país. Ahora también,
exactamente igual, sedujimos queriendo ser un gran país, una gran nación
y cumplís, por lo tanto, un gran papel. El papel de la inquietud, el de
la vocación por el trabajo por los demás, el no quedarnos en el debate
del día a día, que no está mal, pero que es preciso trascender en
proyectos que viniendo del pasado, también se puedan proyectar en el
futuro.
Por eso, una
sociedad como la que vosotros representáis y por la que trabajáis todos
los días es garantía de las buenas cosas que ha tenido a lo largo de la
historia, con sus avatares y sus problemas nuestro país, que ya
alumbraban ideas brillantes e ilustradas, ganas de trabajar por cosas
que realmente eran interesantes.
Incluso podemos
hacer un panel de propuestas de las cosas que hoy no son el ferrocarril,
ni una exposición o una feria de muestras, ni el estudio de la botánica,
pero sí cosas que, si bien en aquel momento hubieran podido sonar a
extraño, posiblemente hoy necesitemos poner en valor y necesitamos un
grupo de personas que estén escudriñando cuáles son esas nuevas razones
por las que trabajar y por las que luchar para el día de mañana. Bombear
ideas y propuestas que, como Presidente de la Generalitat, serán siempre
bien recibidas
Esto es lo que os
quería decir pues creo que para un Presidente de la Generalitat y para
cualquier valenciano, -y se es antes valenciano que Presidente de la
Generalitat y cuando se deja de de ser Presidente de la Generalitat se
sigue siendo valenciano-, y como valenciano, desde que conocí la
existencia de esta Sociedad siempre he sentido un orgullo, un orgullo de
valenciano, pues pone en evidencia que existíamos mucho antes de antes
de ayer, y existíamos en instituciones y en apuestas y proyectos como el
que vosotros encarnáis en la actualidad, y eso forma parte del bagaje
histórico, cultural y de apuesta de nuestra sociedad. Y, como muy bien
ha dicho el Director de la Económica, pocas instituciones o asociaciones
pueden contar con tantísimos años de historia lo que también es una
razón, a mayor abundamiento, para continuar en la propuesta de relación
entre vosotros y una Administración que no existía cuando nacisteis.
Somos más jóvenes, aunque más antiguos también. Yo también cuento esto
cuando recibo a alguien en el Palau de la Generalitat y digo que es algo
que se construyó para lo que se utiliza hoy, cosa que no ocurre en
innumerables palacios y edificios que tienen una función pública pero no
fue ese su origen. En general, en España, pocos palacios cumplen para la
función para la que fueron construidos, el nuestro sí.
Bien, pues
nuestro palacio y vuestra sociedad son esos elementos de nuestra
historia que nos hacen sentir orgullosos de una tradición muy potente
que nos gusta contar.
Y la tercera
cuestión, que es la idea de los gobiernos ilustrados. Hablabas del temor
de partidos políticos hacia vuestra sociedad, en la lejanía, de creer
que, la Económica, se tata de una sociedad secreta... sinceramente no le
temo a nada, absolutamente a nada, al revés, temo la apatía, la falta de
compromiso, la falta de convicción, la falta de vocación eso sí que lo
temo, a una sociedad apática en que falten vocaciones de todo tipo, que
todas son fundamentales, que falten vocaciones de reunirse para trabajar
por la sociedad. Eso sí que lo temo, lo temo y mucho. Porque entonces
seríamos pasto de quién sabe...
Es necesario que
haya gente con vocación de reunirse una tarde cualquiera, una semana
cualquiera a lo largo del año y hablar de cosas que no están
directamente ligadas a su propio sustento o el de sus hijos, pues eso
tiene un valor que la gente tiene que reconocer, ya que normalmente la
gente se reúne para disfrutar de la vida o para buscar su proyecto, que
también es legítimo, ya que como corresponde cada uno tiene que trabajar
para sí y por y para su familia, pero normalmente, vocaciones de gente
que se reúne para hablar con otras personas de las cosas que ocurren
alrededor, no suelen abundar. Temo justo a lo contrario, a que
desaparezcan instituciones, sociedades, propuestas, proyectos como éste
de nuestra comunidad, sería un síntoma de pobreza. De hecho, me contaba
vuestro Director, un síntoma de pobreza de una forma de gobernar en otro
tiempo fue precisamente que la Sociedad Económica no estaba en vigor
porque en aquellos momento se temía esta inquietud en las personas,
precisamente se buscaba lo contrario. Sin embargo, lo que debemos hacer,
es temer la falta de vocación y de convicción e impulsar a los que
tenéis la vocación de reuniros y seguir llevando adelante un trabajo
como el de la Sociedad que dirigís.
A vuestra entera
disposición con toda sinceridad, con toda lealtad. El Director ha
hablado de colaboración leal y real. Con toda lealtad para que esa
disposición al trabajo y a la colaboración se convierta en proyectos
reales, con el esfuerzo económico por nuestra parte que corresponda para
seguir poniendo en marcha cualquier proyecto que entendáis que es
interesante.
Bienvenida sea la
celebración de vuestro 230 aniversario porque nos da pie para trabajar
conjuntamente, y si así lo estimáis en el mes de enero aportaré, con mi
conferencia, alguna cosa a ese evento.
Estoy pues
orgulloso de que esta sociedad perviva, en la realidad del día a día,
más de dos siglos después de su fundación.
Molt Honorable D. Francisco Camps
President de la Generalitat de Valenciana
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