Palabras del Molt Honorable President de la Generalitat Valenciana en su visita a la RSEAP de 3-11-05
 
 

 

 
 

 

  En primer lugar, muchas gracias a todos por el libro conmemorativo y por la medalla, conmemorativa de la Exposición que la Real Sociedad Económica de Amigos del País celebró en 1883.

Debo deciros que, en verdad, tenía ilusión en tener una reunión con vosotros, posiblemente menos protocolaria, de hecho tendremos que mantener reuniones menos protocolarias en las que podamos estudiar la manera en que vamos a poder colaborar en el futuro conjuntamente en las propuestas que me ha planteado el Director de la Económica, y que digo aquí públicamente que sí a todas, ya que me parecen todas muy interesantes y además, es halagador el que una de ellas sea pronunciar una conferencia en este foro de la Económica y poder inaugurar la actividad de la Económica en el año en que cumple un importante aniversario de la fundación de esta Sociedad.

230 años de la Económica trabajando por lo que desde el inicio siempre fue una constante, trabajar por la sociedad a la que se sirve para poner en marcha proyectos impensables posiblemente en aquel momento en el que se vislumbraba que la sociedad cambiaba y que necesitaba de instrumentos. Por eso la grandeza de la puesta en marcha de instituciones con estas características por el Rey Ilustrado, ya que se necesitaban en aquellos años, con una Administración que era incapaz de movilizar, o al menos coordinar, el espíritu y los corazones de personas ilustradas que sabían que tenían que modernizar nuestro país.

Es verdad que 230 años después la realidad es otra y nuestro país, por suerte y por el esfuerzo de todos, se ha modernizado y hay administraciones e instancias muy potentes que son capaces de poner en marcha incluso sueños que podían parecer imposibles o inalcanzables. Pero me parece que por muchísimos motivos, vosotros y la sociedad que vosotros representáis habéis de tener no sólo el reconocimiento de todos nosotros sino, además, disponer de todos los mecanismos que os permitan seguir trabajando por aquellos objetivos, que seguramente no son los de hace más de dos siglos, pero son otros, que quizá desconocemos aún, para los que necesitamos que haya materia gris pensando cuáles son los nuevos retos de una sociedad como la nuestra.

Los partidos políticos, los sindicatos, los colegio profesionales, las asociaciones de todo tipo y todos, vivimos uno de los momentos de mayor ímpetu asociacionista de la historia de España y de la Comunidad Valenciana. Casi todo el mundo que está, o pretende estar, organizado puede estarlo, cumplen un papel, un papel que en aquellos remotos años nadie ocupaba, pero creo que vosotros cumplís, lo digo sinceramente y no porque estéis aquí o porque corresponda decirlo, creo que cumplís también un importantísimo papel en los momentos actuales.

¿Cuántas veces hemos apelado a la sociedad civil, al grupo de personas que de manera altruista se reúnen para pensar en el beneficio común en los proyectos colectivos, sin estar directamente ligados a propuestas de partidos, de sindicatos, de asociaciones que necesitan respuestas inmediatas; que es otro de los problemas de nuestra sociedad: todo el mundo necesita respuestas inmediatas, y eso es algo que forma parte de nuestra sociedad, ya que es una realidad constatable de la sociedad actual que la gente quiere respuestas urgentes a todo, y hace falta que haya personas que se dediquen también a preparar las respuestas de las preguntas que no apareciendo urgentes hoy, a medio o largo plazo pueden serlo y hay que empezar a preparar a la sociedad.

Por la experiencia de la propia sociedad Económica, por los avances que en algún momento propiciaron y porque habéis pervivido en circunstancias, a veces muy complicadas, creo que el Presidente de la Generalitat tiene la responsabilidad de estar a vuestro lado para que esto continúe, para que perviva, para que haya un lugar de encuentro para aquellas personas que quieren seguir aportando sus ideas y sus propuestas más allá de los que sean los instrumentos de participación diaria en la sociedad valenciana, partidos, sindicatos, colegios o asociaciones de todo tipo.

Por eso creo que tiene todo el sentido que perviva, que se os apoye, que existáis y que continuéis el camino iniciado en aquel momento. Lo creo sinceramente. Yo estoy asociado desde hace ventitantos años a algo, y por tanto sé lo que es ese sentimiento y esa vocación para, con otras personas, intentar poner en marcha algún tipo de proyecto. Sé lo que es eso, esa llama que hay en el interior de algunas personas que nos gusta asociarnos, venir a reunirnos con otros, escuchar, proponer, pelear y creo que eso es muy bueno, y ya que lo tenemos hay que mantenerlo y hay que impulsarlo, y además, independientemente de esta reflexión que es una reflexión general, se ha de concretar ya en cuestiones de colaboración estrecha y leal. Por tanto vuestro Director tiene el compromiso público de reunirnos cuanto antes y ver de qué manera podemos poner en marcha proyectos que no sean sólo de un ámbito protocolario, aunque luego vengamos aquí a rendir cuentas, sino que sea ya en un despacho de trabajo.

Deciros también que la Económica fue una suma de voluntades de personas que entendieron perfectamente que en aquel momento había que poner en marcha una sociedad como ésta. Cuestiones, además, que históricamente nos unen a una vocación: el trabajo por un territorio, por unas personas, coherente todo ello con la idea de un territorio y con la idea de un país, de nuestro gran país que es España. Por tanto todo esto que nos ocurre cuando ponemos en marcha un proyecto no forma parte del criterio novedoso de alguien que se le ocurre que a este país hay que atenderlo, sino que ya hace muchos siglos otras personas que nos precedieron también pensaron que había que trabajar por un país, por una sociedad, por un grupo de personas para mejorar en todas estas cuestiones.

Sois, un poco depositarios de aquello, de aquella España del Siglo XVIII que creía tener la obligación de poner en marcha instrumentos para modernizar y ser, ya en aquel momento, una gran nación, un gran país. Ahora también, exactamente igual, sedujimos queriendo ser un gran país, una gran nación y cumplís, por lo tanto, un gran papel. El papel de la inquietud, el de la vocación por el trabajo por los demás, el no quedarnos en el debate del día a día, que no está mal, pero que es preciso trascender en proyectos que viniendo del pasado, también se puedan proyectar en el futuro.

Por eso, una sociedad como la que vosotros representáis y por la que trabajáis todos los días es garantía de las buenas cosas que ha tenido a lo largo de la historia, con sus avatares y sus problemas nuestro país, que ya alumbraban ideas brillantes e ilustradas, ganas de trabajar por cosas que realmente eran interesantes.

Incluso podemos hacer un panel de propuestas de las cosas que hoy no son el ferrocarril, ni una exposición o una feria de muestras, ni el estudio de la botánica, pero sí cosas que, si bien en aquel momento hubieran podido sonar a extraño, posiblemente hoy necesitemos poner en valor y necesitamos un grupo de personas que estén escudriñando cuáles son esas nuevas razones por las que trabajar y por las que luchar para el día de mañana. Bombear ideas y propuestas que, como Presidente de la Generalitat, serán siempre bien recibidas

Esto es lo que os quería decir pues creo que para un Presidente de la Generalitat y para cualquier valenciano, -y se es antes valenciano que Presidente de la Generalitat y cuando se deja de de ser Presidente de la Generalitat se sigue siendo valenciano-, y como valenciano, desde que conocí la existencia de esta Sociedad siempre he sentido un orgullo, un orgullo de valenciano, pues pone en evidencia que existíamos mucho antes de antes de ayer, y existíamos en instituciones y en apuestas y proyectos como el que vosotros encarnáis en la actualidad, y eso forma parte del bagaje histórico, cultural y de apuesta de nuestra sociedad. Y, como muy bien ha dicho el Director de la Económica, pocas instituciones o asociaciones pueden contar con tantísimos años de historia lo que también es una razón, a mayor abundamiento, para continuar en la propuesta de relación entre vosotros y una Administración que no existía cuando nacisteis. Somos más jóvenes, aunque más antiguos también. Yo también cuento esto cuando recibo a alguien en el Palau de la Generalitat y digo que es algo que se construyó para lo que se utiliza hoy, cosa que no ocurre en innumerables palacios y edificios que tienen una función pública pero no fue ese su origen. En general, en España, pocos palacios cumplen para la función para la que fueron construidos, el nuestro sí.

Bien, pues nuestro palacio y vuestra sociedad son esos elementos de nuestra historia que nos hacen sentir orgullosos de una tradición muy potente que nos gusta contar.

Y la tercera cuestión, que es la idea de los gobiernos ilustrados. Hablabas del temor de partidos políticos hacia vuestra sociedad, en la lejanía, de creer que, la Económica, se tata de una sociedad secreta... sinceramente no le temo a nada, absolutamente a nada, al revés, temo la apatía, la falta de compromiso, la falta de convicción, la falta de vocación eso sí que lo temo, a una sociedad apática en que falten vocaciones de todo tipo, que todas son fundamentales, que falten vocaciones de reunirse para trabajar por la sociedad. Eso sí que lo temo, lo temo y mucho. Porque entonces seríamos pasto de quién sabe...

Es necesario que haya gente con vocación de reunirse una tarde cualquiera, una semana cualquiera a lo largo del año y hablar de cosas que no están directamente ligadas a su propio sustento o el de sus hijos, pues eso tiene un valor que la gente tiene que reconocer, ya que normalmente la gente se reúne para disfrutar de la vida o para buscar su proyecto, que también es legítimo, ya que como corresponde cada uno tiene que trabajar para sí y por y para su familia, pero normalmente, vocaciones de gente que se reúne para hablar con otras personas de las cosas que ocurren alrededor, no suelen abundar. Temo justo a lo contrario, a que desaparezcan instituciones, sociedades, propuestas, proyectos como éste de nuestra comunidad, sería un síntoma de pobreza. De hecho, me contaba vuestro Director, un síntoma de pobreza de una forma de gobernar en otro tiempo fue precisamente que la Sociedad Económica no estaba en vigor porque en aquellos momento se temía esta inquietud en las personas, precisamente se buscaba lo contrario. Sin embargo, lo que debemos hacer, es temer la falta de vocación y de convicción e impulsar a los que tenéis la vocación de reuniros y seguir llevando adelante un trabajo como el de la Sociedad que dirigís.

A vuestra entera disposición con toda sinceridad, con toda lealtad. El Director ha hablado de colaboración leal y real. Con toda lealtad para que esa disposición al trabajo y a la colaboración se convierta en proyectos reales, con el esfuerzo económico por nuestra parte que corresponda para seguir poniendo en marcha cualquier proyecto que entendáis que es interesante.

Bienvenida sea la celebración de vuestro 230 aniversario porque nos da pie para trabajar conjuntamente, y si así lo estimáis en el mes de enero aportaré, con mi conferencia, alguna cosa a ese evento.

Estoy pues orgulloso de que esta sociedad perviva, en la realidad del día a día, más de dos siglos después de su fundación.

 

Molt Honorable D. Francisco Camps

President de la Generalitat de Valenciana