Hablar de la historiografía romántica en Valencia es hablar de Vicente Boix, cuyas obras constituyen clásicos de la literatura valenciana. Con una importante formación religiosa bajo los escolapios, tomó los hábitos en 1827, que abandonaría unos años más tarde. A partir de entonces toma parte activa en los acontecimientos políticos valencianos luchando contra los carlistas. En 1838 viaja por Europa y conoce el movimiento Romántico y a sus principales miembros, como Chateaubriand, y Victor Hugo, entre otros. De regreso a Valencia colabora activamente con los liberales y republicanos e inicia su carrera como escritor en periódicos como Eco del Comercio, La Tribuna, El Cisne, El Fiscal y el Diario Mercantil de Valencia. Partidario de severas reformas económicas y políticas en la ciudad de Valencia, en 1843 formó parte de la Junta de Salvación que se sublevó contra el regente y otorgó el poder al general Narváez. Unos años más tarde, en 1847, obtuvo la cátedra de Historia en la Universidad de Valencia, y fue nombrado Cronista de la Ciudad. Desde 1863 publica el Museo Literario, antecedente de la Renaixença valenciana. Fue Presidente de la Real Academia de San Carlos, Socio de Mérito de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia, Presidente de la Sección de Literatura de la RSEAP, con la que colaboró muy activamente en proyectos como la Sociedad Arqueológica Valenciana, entidad fundada por la RSEAP. Además contó con el apoyo de la RSEAP en la publicación de algunas de sus obras, como una Historia Universal para niños. Nos dejó diversas obras entre las que destacan su clásica Historia de la ciudad y reyno de Valencia, El Encubierto de Valencia, la Historia de Játiva, sus rarísimas Cartas eróticas desde la cárcel, o sus interesantes estudios históricos sobre Alicante, Sagunto y sobre los fueros valencianos.