SAMARA


 

POÉTICA DE LA NOVELA
LOS HERMANOS KARAMÁZOV:
Aportaciones Metodológicas y Aspectos fundamentales analizados por la investigador rusa V.E.Vetslòvskaya
por José A. Hita

Universidad de Granada ( España )

Este artículo se presentó en las II Jornadas de Rusística en la Comunidad Valenciana, celebradas en la Universitat de València del 2 al 6 de Octubre de 1997.



La novela Los hermanos Karamázov, (1879-1880) es la culminación de la obra de Dostoievski. La obra se hizo más extensa de lo que en principio había planificado el autor. Ahora bien, el Prólogo del autor nos indica que la obra fue pensada en forma de dilogía, sin embargo de las dos novelas Dostoievski sólo tuvo tiempo de escribir la primera. De la supuesta continuación de Los hermano Karamázov se han conservado solamente algunos datos.

La acción de la novela está relacionada con hechos reales acaecidos a mediados de 1860. Sin embargo, la atención del autor se centraba en la Rusia posterior a la Reforma en las décadas 60 y 70. Preocupado por la situación crítica que vivía Europa en general y Rusia en particular, Dostoievski consideraba que su país debía encontrar solución a los problemas de la época. La novela refleja una gran profundidad trágica y adquiere grandes dimensiones. De ahí que la historiadora crítica Vetlóvskaya llegue a afirmar que el tema principal de Los hermanos Karamázov es la Rusia del pasado, del presente y del futuro, así como el destino del mundo y de la humanidad.

No está de más recordar que Dostoievski utilizó en sus obras las aportaciones del pensamiento filosófico y social universal. Los nombres de Pushkin, Gógol, Dante, Diderot, Goethe, Schiller, etc no completan la lista de autores, cuyas obras son mencionadas en uno u otro sentido en Los hermanos Karamázov.

Vetlóvskaya ha realizado los comentarios de Los hermanos Karamázov en varias ediciones de las obras completas de Dostoievski publicadas en 15,12 y 30 tomos. Comentarios básicamente histórico-literarios que facilitan en gran medida la comprensión de la obra. Además, cabe destacar la serie de artículos que ha escrito la investigadora rusa sobre la novela en cuestión. Algunosartículos han entrado, parcial o totalmente, a formar parte de su monografía sobre el estudio de la poética. En esta obra Vetlóvskaya expone sus principios metodológicos que ya no necesitará exponer en los sucesivos trabajos, pues todas sus investigaciones parten y se apoyan en los fundamentos teóricos iniciales. Los restantes artículos están dedicados al estudio de las relaciones de a novela con las fuentes folclóricas, etnográficas y biblicas, así como los
vínculos de la novela con motivos y temas de la literatura medieval.

En el presente articulo nos limitamos a presentar y caracterizar la monografía de Vetlóvskaya. En ella, como el propio titulo indica, se plantea el estudio de la poética de Los hermanos Karamázov, pues hasta entonces (la investigación se publicó en 1977) habían sido poco estudiados los problemas de la forma literaria en obras independientes de Dostoievski.

La investigadora se basa en los principios metodológicos de V. Propp. El estudio de la poética de una obra literaria implica el análisis de la composición y la estructura de dicha obra. Se deben descubrir los elementos formales, pero no como elementos aislados sino en su correlación e interconexión mutua. Además, el interés se centra no en los elementos formales en sí sino en la función que desempeñan y en el contenido que expresan en la obra.

La primera cuestión que se plantea es el problema del género. El género nos indica los elementos estructurales globales de la forma literaria y sirve como punto de partida al investigador para el estudio de los procedimientos que emplea el autor. En la literatura moderna es prácticamente imposible hablar de géneros puros (a los que aspiraban los escritores antiguos). En el caso de Los hermanos Karamázov el tema organizador (el delito) se revela según las leyes del género policíaco: el principio intrigante (la muerte trágica de Fiodor Pávlovich Karamázov) y el nudo; la cadena de acontecimientos que preparan la catástrofe; la descripción de la catástrofe; el desenlace. Pero el fin que persigue el autor y la dominante ideológica {dominanta) no es la trama detectivesca, sino la temática ético-filosófica y político-social (publitsística).

Como había afirmado el propio Dostoievski en el Prólogo de la novela, la narración sobre el crimen constituiría el objeto de su primera novela introductoria, aunque sólo de su parte externa.

La trama detedivesca, en casos como este, se somete a la dominante ideológica. De ahí que la comparación de este tipo de obras con la serie de novelas policíacas sea poco productiva para revelar el contenido y no nos aclare las cuestiones de la poética concreta.

Los hermanos Karamázov es una obra de género filosófico y político-social. Todos los elementos de la obra se someten a la transmisión del pensamiento filosófico y político-social actual para el lector de la época. Por tanto, es necesario comparar el género de la obra con otros géneros de este tipo. En todas estas obras se pretende convencer al lector, influir en sus ideas y conceptos sociales. Ahora bien, la novela filosófico-publicística se diferencia de los géneros no literarios (artículo, tratado) en los métodos de elaboración del material. La novela debe crear una impresión estética, de ahí que a diferencia de los géneros no literarios no emplee los medios lógico-formales para persuadir al lector, pues dichos medios son ajenos a la naturaleza estética del arte. No son tanto las ideas como la artisticidad, la forma y los procedimientos empleados los que ayudan a conseguir el fin persuasivo (político-social) de la obra. El propio Dostoievski se preocupaba no tanto de exponer sus ideas como de la forma de exposición de éstas (lo artificioso, la literariedad) para persuadir al lector. La artificiosidad no se opone al pensamiento publicístico sino que puede servir para el cumplimiento de sus objetivos.

La comparación con otras novelas filosófico-publicísticas (concretamente, ¿Qué hacer?, de Chernyshevski y ¿Quién es el culpable?, de Hertzen) nos revela algunos procedimientos que emplea el publicista para convencer e influir emocionalmente en el lector. Entre otros procedimientos se emplea la introducción de opiniones ajenas (contrarias a la opinión del autor), pues cuanto más convincente sea la opinión del adversario, más persuasivo será el pensamiento del autor que rebate con sus argumentos las opiniones opuestas. La publicística ha heredado este procedimiento de la oratoria (Vetlóvskaya destaca la figura de Aristóteles). Por lo tanto, la palabra y su fuerza persuasiva es tan importante en las obras fiosófico-publicísticas como en los géneros de la oratoria. De manera que el principio persuasivo determina los detalles de la narración y la organización del material de la novela.

En el primer capítulo de su monografía Vetlóvskaya estudia la voz del narrador. Este primer paso le permite aproximarse a la delimitación de la voz y la postura del autor en la novela. En Los hermanos Karamázov la narración se lleva a cabo por un narrador ficticio (vymyshlennyi rasskáschik). Dostoievski recurre frecuentemente a este procedimiento, aunque la introducción de este tipo de narrador no sea invención suya sino que lo han utilizado varios autores y en diferentes géneros.

En cada caso en que es utilizado el narrador ficticio cumple determinadas funciones, aunque se puede distinguir un rasgo común y es que el narrador ficticio suele causar la impresión de autenticidad o veracidad de toda la narración. Este aspecto es fundamental en una obra de carácter filosóficopublicístico, cuyo principal objetivo ha de ser convencer al lector.

El carácter veraz de la narración sirve en Los hermanos Karamazov para la expresión del pensamiento político-social del autor. El pensamiento del autor será más convincente cuanto más veraz sea el carácter de los hechos que lo corroboran. El narrador ficticio de Dostoievski -al igual que los narradores de Hertzen y Chernyshevski- vive con los personajes de la novela, los conoce, posee datos exactos sobre diversos acontecimientos de sus vidas, o bien se dirige a otras fuentes de información ("dicen", ‘afirman", etc) y especifica su nivel de conocimiento sobre unos u otros hechos. En general, el lector percibe la autenticidad y minuciosidad con que son narrados hasta los detalles más insignificantes.

Sin embargo, el narrador ficticio cumple una función no menos esencial que la transmisión de la objetividad y veracidad de la narración. Él oculta la personalidad del autor y, consecuentemente, el carácter específico de sus opiniones sociopoliticas. Según Vetlóvskaya, esta función también la cumplen los narradores de Pushkin (Historia del pueblo de Goriujin) y de Saltikov Shchedrin (Historia de una ciudad). En ambas obras, al igual que en Los hermanos Karamázov, el narrador ficticio está claramente separado del autor.

El narrador de Pushkin es ingenuo y simple, en ocasiones demuestra su incapacidad a la hora de distinguir lo principal de lo secundario. Su actitud respecto a aquello que narra con indiferencia y el estilo homogéneo de la narración (así como en Shchedrín) indican al lector la distancia que separa al narrador del autor. Y aún cediendo la palabra a otro individuo, el autor es tan tendencioso o más (pues tras la voz del narrador se esconde la ironía del autor) que si se expresara por sí mismo.

El narrador de Los hermanos Karamázov también es simple e ignorante. Pero a diferencia de los narradores de Pushkin y Shchedrín, el narrador de Dostoievski es además moralista, pues al presentar los hechos realiza una valoración moral de éstos indirectamente o en forma de máxima. Su narración es a veces precipitada y prolongada, pero se caracteriza por la emotividad y expresividad, lo cual la diferencia de la narración en las obras mencionadas de Pushkin y Shchedrín. Sin embargo, todos poseen un elemento común, puesto que recurren a la misma fuente literaria y reproducen con algunas modificaciones al narrador medieval: Pushkin y Shchedrín reproducen al cronista, mientras que Dostoievski al hagiógrafo.

La diferencia entre ambos tipos de narrador es aparentemente sutil, aunque en este caso se debe a razones obvias. Si el narrador de Pushkin y Shchedrín se interesa por la vida de toda una población (como los propios títulos indican Historia del pueblo de Goriujin e Historia de una ciudad) y nos describe los hechos en una secuencia temporal, el narrador de Dostoievski, por el contrario, es un biógrafo que se ocupa de la vida particular de un grupo de gente, su narración es como un episodio de la vida del protagonista. Además, el hagiógrafo se expresa con emotividad a diferencia del cronista, cuya misión es narrar los hechos de forma impasible e "imparcial". Igualmente, la narración hagiográfica incluye reflexiones filosóficas, religiosas y sentencias morales.

El descubrimiento y la caracterización del narrador hagiográfico se convierte en una de las principales revelaciones de Vetlóvskaya en su estudio de Los hermanos Karamázov. La orientación hagiográfica del narrador de Dostoievski queda de manifiesto en el ‘Prólogo del autor’, en el cual el narrador explica en forma de conversación íntima con el lector los motivos que le indujeron a escribir la novela, la finalidad moral de su narración, así como las preocupaciones y dudas que le ocasiona dicho trabajo. Estos rasgos también son característicos en los prólogos de la literatura hagiográfica, Dostoievski simplemente modifica algunas fórmulas y las moderniza, es decir, elabora una adaptación del estilo del prólogo hagiográfico habitual.

A pesar de la aparente proximidad con los personajes centrales de la novela, el narrador de Los hermanos Karamázov -al igual que el narrador hagiográfico-está distanciado de ellos. Dostoievski necesitaba que se mantuviera ese distanciamiento para conseguir su elevado fin artístico que consistía en representar en los cuatro personajes centrales (Fiódor Pávlovich y sus tres hijos) una síntesis filosófica y moral de la Rusia contemporánea.

Una de las cuestiones que más preocupa a Vetlóvskaya consiste en determinar el distanciamiento que existe entre el autor y el narrador en la novela y en establecer las pautas del pensamiento del narrador para indicar hasta qué punto dicho pensamiento se corresponde o se diferencia de la ideologia del autor. Los narradores de Pushkin y Shchedrín son personajes claramente diferenciados y distanciados del autor. No ocurre lo mismo en Los hermanos Karamázov, donde indudablemente existen diferencias entre el autor y el narrador ficticio, pero la frontera entre ambos es indeterminada e imprecisa. Al lector no se le proporciona ninguna información sobre el narrador, no se le explican ni los vínculos que puede mantener con los personajes ni las causas que dan lugar a su conocimiento total de lo descrito. Al no existir una división clara entre el punto de vista del autor y las opiniones del narrador da la impresión de que la voz del autor está ausente en la novela (más abajo confrontaremos la tesis de Vetlóvskaya con la teoría de Bajtín sobre la novela polifónica).

Sin embargo, al encomendar la narración a "otro" el autor, libre de toda responsabilidad, se puede permitir ser más directo y parcial que en el caso de que él mismo narrara los hechos.

En Los hermanos Karamázov el monólogo del narrador, tanto por el contenido narrado como por la organización del material, es decididamente persuasivo, didáctico y, como cualquier discurso persuasivo, es muy tendencioso. Una estructura prácticamente igual presenta la palabra del autor en las novelas ¿Qué hacer? y ¿Quién es el culpable? (solo que en Los hermanos Karamázov nos encontramos con la voz del narrador y no del autor).

Es precisamente el carácter del narrador el que otorga un mayor valor persuasivo al discurso en Los hermanos Karamázov. El tono confidencial y en ocasiones la voz insegura del narrador (lo cual se explica tanto por la estilización hagiográfica como por la aparente debilidad de éste ante los acontecimientos) conceden mayor credibilidad a su discurso.

Vetlóvskaya describe varios procedimientos sobre el carácter del narrador en Los hermanos Karamázov que confirman su hipótesis. A continuación exponemos algunos de estos procedimientos.

Es muy característico el empleo del "no sé" ("nie znáyu"). Por ejemplo, en la descripción del juicio ("Un error judicial") el narrador comienza justificándose por su desconocimiento de los hechos, llevando a cabo seguidamente la exposición detallada y en una secuencia lógica de los acontecimientos.

Vetlóvskaya lo define como un "no se" retórico, es decir, al igual que la pregunta retórica no implica una pregunta, el "no sé" de Dostoievski no indica el desconocimiento de lo narrado. El lector queda convencido de la seriedad del narrador en la exposición de cosas insignificantes, lo que garantiza la confianza en la exposición de ideas o hechos importantes.

Otro procedimiento típico que concede fiabilidad y objetividad a la narración es la apelación o referencia a "otros". La apelación a "otros" -al igual que el "no sé"- justifica la simpleza y la buena conciencia del narrador. Así, en la narración sobre el stárets Zosima, el narrador suele emplear el testimonio ajeno para posteriormente hablar en primera persona, es decir, apela a la opinión ajena con el fin de dar vigor a su propia idea.

De este modo, la ignorancia del narrador de Dostoievski, que formalmente es similar a la hagiografía, se convierte en un procedimiento rigurosamente remeditado en el sistema poético de la novela. Por un lado, el carácter del narrador ficticio justifica dicha ignorancia y, por otro lado, ésta es sólo uno de los métodos empleados para persuadir al lector.

Al analizar las relaciones existentes entre el autor y su narrador, Vetlóvskaya se enfrenta de lleno a una cuestión más general y significativa: si se puede esclarecer y de qué modo la relación del autor con el discurso del narrador y, en
general, con las palabras de cualquier personaje. La resolución de este problema es fundamental cuando se habla de una obra filosófico-publicística y en particular de la novela de Dostoievski, puesto que los discursos de los personajes suelen transmitir en tales obras ideas o sistemas de ideas de amplio significado social. En Los hermanos Karamázov los programas ideológicos de los personajes se confrontan en el ámbito de la obra (Iván frente a Zosima). Vetlóvskaya se plantea si Dostoievski acepta sin pretensiones las ideas e ideologías confrontadas en la obra o si demuestra su preferencia por alguna de ellas. Al esclarecimiento de este problema se dedica el segundo capítulo de la monografía: "Postura del autor respecto a las palabras de los personajes".

El problema de la postura del autor es una de las cuestiones más complejas que surge durante el análisis de una obra literaria. Problema que todo investigador se plantea de forma directa o indirecta, consciente o inconsciente y que resuelve en tanto que especifique con qué personaje comparte sus opiniones el autor y con quién discute.

A finales de los años 20 de nuestro siglo fue Bajtín el primero en hablar de una estructura característica en las obras de Dostoievski, la cual consistia en la relación especial del autor con las palabras de los personajes. Bajtin se refería a un nuevo tipo de novela o novela ‘polifónica". Según Bajtin, en la novela monológica las "voces" de los personajes se someten a la conciencia del autor, en la obra de Dostoievski las "voces" de los personajes son independientes y equitativas. La hipótesis de Bajtin vendría a afirmar que en las obras de Dostoievski (así como en Los hermanos Karamázov) las voces de los personajes llevan una vida paralela e independiente respecto a la voz del autor, ninguna voz supera a las demás, por lo tanto la voz del autor está ausente y no expresa su acuerdo o desacuerdo respecto a las opiniones de unos u otros personajes.

La tesis de Bajtin no sólo nos propone una nueva lectura de las obras de Dostoievski sino que abre toda una linea de investigación. Bajtin nos muestra la trascendencia y dimensión del problema planteado sobre la postura del autor en las obras de Dostoievski. Vetlóvskaya sigue este camino, aunque sus conclusiones son totalmente opuestas. El análisis de Los hermanos Karamázov refuta la idea bajtiniana de novela polifónica, puesto que Dostoievski emplea determinados procedimientos -como nos ilustra Vetlóvskaya- para declarar su acuerdo o desacuerdo con las palabras de los personajes. En última instancia el autor se decantará por uno de los principales programas ideológicos expuestos en la novela (el del stárets Zosima) y utilizará los procedimientos pertinentes para refutar la ideología opuesta (el programa de Iván). La parcialidad del autor es latente (aunque no se manifieste de forma clara y explícita, confiando al lector la tarea de descifraría), pues no podía ser de otro modo en una obra filosófica y de marcado carácter sociopolitico.

Desgraciadamente, en el presente articulo no podemos exponer en detalle los procedimientos que, según Vetlóvskaya, emplea Dostoievski para demostrar su acuerdo o desacuerdo con las opiniones de los personajes.

Vetlóvskaya subraya que los discursos de los personajes pueden parecer más o menos fidedignos en el sistema artístico de la obra. Surge la pregunta sobre cómo se nos puede indicar que una opinión es verídica frente a otra opinión contraria si el escritor no nos habla directamente de ello. Vetlóvskaya introduce el concepto de autoridad ("avtoritiétnost") que confronta con el de carácter comprometido ("komprometátsiya") de los discursos en el sistema funcional de la novela.

Se dan situaciones en que las palabras del personaje son necesariamente o bien verdaderas o bien falsas. Esto ocurre con los testimonios contradictorios referentes a uno u otro hecho. Por ejemplo, Rakitin en su conversación con Aliosha niega que él sea familiar de Grúshenka, Grúshenka por el contrario afirma serlo. Las palabras de un personaje son aquí verdaderas y las del otro no, puesto que "el hecho" o existe o no existe, pero en este caso no se pueden dar dos afirmaciones contradictorias igualmente verídicas.

La comparación de los testimonios citados desde el punto de vista de su fidelidad obliga al lector a suponer que el testimonio de Rakitin es falso y el de Grúshenka verdadero. El primero se da en un ambiente de relaciones tales que descartan nuestra confianza: está comprometido en la novela. El segundo suscita nuestra confianza: en la novela es autoritario. El escritor no domina otro método (si no habla de ello directamente) para informar al lector de la veracidad de las palabras del personaje, que no sea la indicación de su autoridad. De este modo, al esclarecer la autoridad (o el carácter comprometido) de unos u otros enunciados del personaje en la obra literaria, aclaramos además si el autor está o no de acuerdo con ellos.

Seguidamente, surgen naturalmente las cuestiones: ¿qué influye en la autoridad de las palabras (o por el contrario en su carácter comprometido)? y ¿de qué modo se transmiten?

El análisis de los más variados enunciados nos revela algunos factores, que influyen en la autoridad de las palabras tanto en el discurso monológico como en el dialógico. Uno de ellos es el carácter del personaje hablante como lo representa el autor. Por ejemplo, las palabras del stárets Zosima o del padre Paisil merecen mayor confianza al lector que las palabras de Fiódor Pávlovich y de la Sra. Jojlakova.

Sin embargo, a veces no importa tanto el carácter del hablante como la situación (contexto) y el carácter de un enunciado concreto. De ahí que tanto Fiódor Pávlovich como la Sra. Jojlakova puedan expresar en algunos casos opiniones "autoritarias’.

En los diálogos es importante la reacción del oyente u oyentes, su acuerdo o desacuerdo con las palabras ajenas. En muchos casos tales reacciones son fundamentales para conceder autoridad al discurso. En las novelas de Dostoievski es habitual que en nuevas situaciones y escenas las palabras de uno o varios personajes estén relacionadas con el enunciado anterior de otro personaje. Se consigue así suscitar en el lector una mayor credibilidad en estos enunciados. De ahí que en la obra de Dostoievski no se pueda hablar del carácter autoritario de un discurso o enunciado aislado sino que se ha de considerar el conjunto de datos relacionados con aquél, como se nos presenta en el sistema de la obra en su totalidad.

Sin embargo, los datos sobre el carácter del personaje y su discurso, sobre la reacción del oyente y sobre el propio oyente,... pueden ser contradictorios. En cualquier caso un mismo enunciado, desde que lo pronuncia el hablante hasta que lo refiere el oyente, incluye testimonios de tipo y contenido diverso.

El tipo y contenido de los testimonios nos indica qué hay en el carácter del hablante y en su discurso, y en la reacción del oyente, que le confiere mayor fiabilidad a dichos testimonios.

Vetlóvskaya analiza los distintos tipos de enunciados, aunque atribuye mayor importancia a los de opiniones generales. En primer lugar, estos enunciados destacan en Los hermanos Karamázov como obra filosófico-publicística y, por otro lado, su análisis nos ilustra claramente el principio general de estructuración. Por ello, la segunda parte del segundo capítulo de la monografía está dedicada al carácter comprometido y autoritario de las opiniones generales.

Para demostrar cómo se confirman o refutan las opiniones en el conjunto de la obra, Vetlóvskaya debe recurrir a la Retórica, concretamente, a la Retórica Aristotélica. Si bien es cierto que Aristóteles no distinguía en los análisis de cuestiones retóricas entre el pensamiento expresado en el contexto de la obra literaria y el pensamiento expresado en cualquier otro contexto. Según Vetlóvskaya, la argumentación del discurso literario se debe entender en un sentido más amplio que los juicios retóricos formulados por la lógica formal.

Vetlóvskaya diferencia el argumento ad veritatem, basado en situaciones objetivas, verificables científicamente, del argumento ad hominem. Si el primero se opone a la naturaleza emocional del discurso literario, para el argumentum ad hominem es importante el carácter del hablante, el contexto y el carácter de su enunciado concreto y, en general, todas las circunstancias relacionadas con el pensamiento expresado.

El argumento ad hominem se opone totalmente a las cruciales reflexiones de Iván, expresadas en su conversación con Aliosha en los capítulos "La rebelión’ y "El Gran Inquisidor" del libro "Pro y contra". La inmoralidad del personaje se refleja en sus palabras, actos y en los testimonios ajenos sobre él. Por ejemplo, Iván oculta a la investigación judicial hechos que culpan a Smerdiákov (la capacidad de éste de simular ataques epilépticos) y justifican a Dimitrí. Las palabras y los actos de Iván respecto a su padre y a su hermano mayor están llenos de odio y desprecio. Así como su actitud respecto a otras personas. Según la investigadora, Dostoievski nos muestra de este modo que el amor que profesa Iván hacia la humanidad es lógico y "abstracto", contradice su modo de actuar y sentir en la vida.

El carácter inmoral del personaje es el recurso más utilizado por Dostoievski para comprometer y refutar las opiniones de Iván. Se trata, en realidad, de un tipo de argumentación ad hominem llamado argumentum ad personam, el cual consiste en la refutación a través del individuo. Los argumentos ad personam sirven para refutar tanto las opiniones de Iván como las de Fiódor Pávlovich, Miúsov, Rakitin, Smerdiákov, el Gran Inquisidor y el diablo, al tiempo que demuestran la viabilidad de las ideas del stárets Zosima y de Aliosha.

La autoridad o el carácter comprometido de las opiniones no sólo depende del propio hablante. Cabe considerar las relaciones que mantiene el personaje con otros personajes. De manera que las similitudes entre Iván y su padre o Smerdiákov lo comprometen a él y a sus opiniones, del mismo modo que lo comprete su proximidad ideológica con el diablo y con el Gran Inquisidor.

Vetlóvskaya afirma empero que no son los argumentos ad hominem sino los argumentos ad rem (aquellos que se basan en los hechos), los que desempeñan un papel primordial en la novela. Los hechos refutan la opinión de un personaje independientemente de su dignidad o moralidad. Así, aunque los argumentos ad hominem van en contra de Iván, no se puede negar la autoridad del pensamiento de Iván cuando rechaza el sufrimiento humano y, en particular, de los niños. Esta opinión se ratifica en la historia de Mitia con Sneguiriov e Iliúshechka, en los hechos narrados por el propio Iván y en los hechos que expone el propio stárets. El stárets e Iván coinciden en un punto fundamental, pues para ambos el mundo es injusto y debe ser transformado, sin embargo cada uno defiende un proyecto de posible transformación del mundo.

La argumentación ad rem rechaza precisamente el camino que propone Iván, confirmando la posibilidad de cambio que defiende el stárets Zosima. Por ejemplo, en lo que a las reflexiones sobre el sufrimiento de los niños se refiere, los hechos parecen demostrar que Iván defiende a los niños pero está en contra de los mayores. Dostoievski introduce intencionadamente un motivo muy significativo al llamar niño (‘ribiónok’) a Mitia. Surge así el dilema: si Iván está en contra de los mayores, está igualmente en contra de los niños, pues los mayores son también niños. Este y otros aspectos colocan a Iván en un círculo vicioso, en un callejón del que no podrá salir hasta que no abandone sus convicciones ateas.

Vetlóvskaya nos demuestra el carácter condicionado y casi fluctuante de la argumentación del autor. Dostoievski refuta las ideas de Iván y, al mismo tiempo, comparte con el personaje una idea fundamental: la necesidad inmediata de transformar el mundo.

El tercer capítulo de la monografía se centra en los problemas de la composición y la trama de la novela. Una serie de motivos del "Prólogo del autor" y de la narración central obligan a Vetlóvskaya a suponer que Aliosha Karamázov fue pensado por el autor como un personaje hagiográfico y la narración sobre éste (es decir, toda la obra) como una hagiografía.

Este es uno de los hallazgos que más valoran los críticos de Vetlóvskaya, pues la investigadora no sólo descubre la fuente literaria en que se inspira el autor, sino también el principal canon (el hagiográfico) que organiza y estructura la trama de la novela. Dostoievski reproduce y transforma con originalidad (moderniza) el canon hagiográfico a la hora de crear la figura de Alexiéi Karamázov. En este sentido el prototipo literario más próximo a Aliosha era Alexiéi el hombre de Dios, cuyo nombre se menciona en repetidas ocasiones en la novela.

El análisis de Vetlóvskaya revela que Dostoievski conocía a la perfección la literatura hagiográfica y, en particular, la hagiografía Alexiéi el hombre de Dios. El escritor se guiaba por el modelo hagiográfico en puntos importantes, aunque no lo hacía con total meticulosidad. De hecho, Dostoievski prefería utilizar la reelaboración folclórica (el verso popular) de la mencionada hagiografía. De ahí que el autor muestre la relación de Aliosha tanto con el personaje hagiográfico como con el personaje del verso popular. En este verso Alexiéi el hombre de Dios defiende una idea que es muy importante en la novela: la idea del amor no selectivo, sin distinciones, del amor al prójimo como a los familiares, como a sí mismo.

Por lo tanto, en Los hermanos Karamázov aparecen dos líneas argumentales: la trama detectivesca y la hagiográfica. La trama detectivesca estructura formalmente la primera (y única existente) de las dos novelas pensadas por Dostoievski. Aunque lo dicho parece obviar que la trama detectivesca era secundaria en la composición de la obra entendida en su totalidad. El principio organizador de la trama corresponde a la línea argumental hagiográfica relacionada con Aliosha. Ello permite, además, suponer cómo habría sido la segunda novela, pues con toda seguridad en ella se habría desarrollado y concluido la caracterización del protagonista Aliosha Karamázov.



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