Santiago es la meta deseada por todos los peregrinos. Es una ciudad "mediana". ¿Qué significa esto? Pues considerando como "enormes" a Madrid y a Barcelona, y como "grandes" a Valencia y Sevilla. La ciudad no tiene metro, pero sí un aeropuerto. La ciudad no ha cesado de extender capas concéntricas en torno al sepulcro. El casco antiguo está muy bien conservado y es sumamente acogedor. Prácticamente no hay tráfico rodado. La parte nueva es la típica de cualquier ciudad desarrollada.
Lo único negativo es que es una ciudad con muchas cuestas y
bajadas. La entrada al Seminario (albergue de Santiago) es criminal.
El Seminario Menor de Belvis es el último refugio. Está al lado de la
rúa das Trompas, concretamente en la Avenida Quiroga Palacios. El
sitio está bien, aunque no es nada acogedor. Los meses de julio,
agosto y septiembre está dedicado a los peregrinos. Aunque eso no
guste mucho a los curas de allí. Estos individuos muestran su
malestar, su mala educación y su baja condición humana a cada
instante. Representan lo peor de nuestro acomodado y falso clero. Uno
de ellos fue capaz de dejarnos en la calle porque habíamos llegado a
las 6 de la mañana. Queríamos ir a misa de 12, y para llegar seguro
hicimos etapa nocturna. En los carteles que hay por los albergues de
Galicia pone que abren a las 6, pero no para poderte quedar. Hasta las
10 no te asignan cama, aún sabiendo que mucha gente se va de madrugada
en tren o avión. Es más, han reducido el número de noches de 3 a 2
(dicen que avisaron a las Asociaciones de Amigos del Camino; pero no
les costaba nada avisarlo en el cartelito). E incluso el segundo día
de nuestra estancia colgaron un cartel de "completo". ¡Qué poca
vergüenza!. Por otro lado, aunque el edificio parece sacado del más
terrorífico de los libros de Edgar Allan Poe o de Bram Stoker, los
baños y las duchas están muy bien. Aunque no hay lavadora ni secadora.
El precio es de 500 ptas por noche, y es el único albergue no gratuito
de Galicia. Tampoco hay cocina.
Hay otras posibilidades de alojamiento. Lo mejor es darse una vuelta
por el casco viejo, donde se encuentran docenas de pensiones y casas
que alquilan habitaciones desde 1500 ptas. por persona. Hostal San
Antonio (981 57 00 51); doble con baño desde 3500 ptas. Hostal La
Salle (981 58 46 11); doble con baño, 4500 ptas. Hostal Suso (981 58
66 11); doble con baño desde 3500 ptas.
También hay gente que ofrece pisos cerca de la Catedral por precios
variados.
Es tradicional acudir a la Misa de 12. Antes es conveniente pasar por la Oficina del Peregrino, al lado de la Praza do Obradoiro (rúa do Vilar, 1, 1; 981 56 65 77/981 56 24 19; abierta de 10 a 14 h. y de 16.30 a 19 h.. Domingos y festivos, de 10 a 14 h.), para recibir la Compostela y para avisar de que quieres que el obispo te cite en la Misa del Peregrino. No es que cite tu nombre, dice "hoy han llegado tantos valencianos de Astorga, tantos asturianos de León...". También, si formáis parte de un grupo numeroso, podéis pedir que se realice la ceremonia del Botafumeiro, ya que de normal sólo se realiza 16 días al año, excepto en Año Santo, que se lleva a todos los días.
Asistís a la Misa, que suele durar una hora. Si incluye el botafumeiro, serán 15 min. más. Procurad llegar con tiempo, pues la Catedral se llena hasta los topes.
Es habitual visitar, en la misma Catedral, la Tumba del Apóstol, y tocar el manto pasando por detrás del retablo principal. También hay que ir al Pórtico de la Gloria para dar n cabezazo a la cabeza del Santo y tocar la túnica, momento en el cual puedes pedirle una gracia al Apóstol.
La Catedral está situada en la Praza do Obradoiro. Es un lugar mágico atestado de gente y de vendedores. Hay pequeños puestos en una calle paralela. A la izquierda se encuentra el Hostal de los Reyes Católicos (donde suelen haber exposiciones), y enfrente está el Ayuntamiento. En la Catedral, justo antes de entrar, hay una pequeña tienda de recuerdos. Y a la derecha de la entrada, pero sin llegar a subir los 33 escalones últimos de la peregrinación, se encuentra el Museo das Peregrinacions.
Cerca de la Catedral, por el complejo laberinto de callejuelas, se encuentran restaurantes y tiendas de recuerdos. No olvides comprar una botella de Ribeiro, una tarta de Santiago y una caja de caprichos de Santiago. Y también una meiga. Por una especie de pasaje cubierto se pasa al lado de atrás de la Catedral, también muy bonito y mucho más tranquilo. Cerca está también el Seminario Mayor.
Si nos fijamos en el plano expuesto arriba (recomiendo ampliarlo) nos percatamos de lo cerca que está la Praza das Praterías de la Catedral. Esa plaza ebulle de actividad. Siempre hay mucha gente admmirando la fuente central. Por las tardes tocan allí grupos callejeros de música celta. Puedes comprar sus canciones en un CD que venden ellos mismos. También suele tocar un cantante de jazz muy bueno.
Para comer:La mayoría de restaurantes económicos se
aglutinan en el eje formado po las rúas Nova y do Vilar y la Puerta
del Camino. Destaca Casa Camilo (981 58 45 93), en rúa Raiña, 24.
No obstante, yo recomiendo particularmente dos establecimientos:
Beneficios al peregrino:El Hostal de los Reyes Católicos da de comer gratis a las 9.00, 12.00 y 19.00 a los 10 primeros peregrinos que se presenten con la Compostela a cada uno de los turnos. El mismo documento permite el acceso gratuito al Museo de la Catedral y la nuevo Museo de las Peregrinaciones (Casa Gótica, rúa de San Miguel, 4; teléfono: 981 58 15 58).
Otros servicios:
De fiesta por Santiago: Hay varios "pubs" en las rúas da
Conga y de Xelmírez (al lado de Praterías). Por los alrededores hay
varios bares y cafés, y algún que otro pub más. Como en el centro de
Santiago hay un café que se llama París y otro que se llama Dakar, hay
algunos intrépidos bebedores que intentan ir de uno al otro tomándose
algo en cada uno de los bares. Ignoro si alguien ha completado tal
hazaña antes de caer en el delirium tremens.
Yo recomiendo el Café La Quintana, en la Praza da Quintana, a la
derecha de la Catedral. Está bastante bien. Aunque advierto que se ven
pocos chicos y chicas jóvenes en Santiago durante el verano, al menos
en la parte vieja de la ciudad.
Es bonito ir por la noche a la Praza do Obradoiro para ver la Catedral
iluminada. Junto al Ayuntamiento, los tunos de la Universidad de
Santiago amenizan las veladas.