CITAS:
- "Es mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar
y despejar las dudas definitivamente." (Groucho Marx)
- "El amor que más dura es el no correspondido".
(Woody Allen)
- "El dinero no lo es todo, pero es mejor que la salud. A
fin de cuentas, no se puede ir a la carnicería y decirle al
carnicero: -Mira que moreno estoy, y además no me resfrío nunca; y
suponer que va a regalarte su mercancía (a menos que el carnicero sea
un idiota)". (Woody Allen)
- "Aquél que dijo más vale tener suerte que talento,
conocía la esencia de la vida". (Woody Allen)
- "Existe algo más importante que la lógica: la
imaginación". (Alfred Hitchcock)
- "Y es que os juro que sois de lo que más quiero/
sois el unico equipaje que llevo en el corazón" (Carlos Goñi. Tu canción)
- "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás
sucedió". (Joaquin Sabina. Con la frente marchita)
- "La vida resulta previsible de puro imprevisible"
(Arturo Pérez-Reverte)
- "Hay libros tan íntimamente ligados a viejas imágenes,
olores, sensaciones, que resulta imposible abrirlos de nuevo sin que,
de golpe, reviva todo ese fragmento de pasado que acompañó su primera
lectura. Si el solar de un hombre lo constituyen, sobre todo, la
memoria y los recuerdos de infancia, ciertos libros, los que más
huella dejaron o acompañaron momentos decisivos de sus años
transcurridos, terminan adoptando ellos mismos, con el paso del
tiempo, el carácter de bandera o de patria. Esto ocurre a menudo con
ciertas páginas leídas en años fértiles, cuando la imaginación de un
muchacho aún mantiene, por fortuna, difusas las fronteras entre
realidad y ficción que después, tan cruelmente, delimitarán el mundo
de los adultos razonables. Hermosos y nobles libros limpios de
corazón, fieles no a lo que ven o hacen los hombres, sino a lo que los
hombres sueñan." (Arturo Pérez-Reverte)
- "Como saben ustedes, gazapo, además de conejo,
significa mentira o embuste; y también error que, a menudo no por
ignorancia sino por inadvertencia, deja escapar quien escribe o habla.
Cualquiera que trabaje con palabras impresas sabe a qué me refiero
(...). Por lo general, todo gazapo como Dios manda permanece al acecho
en un texto, no importa cuánto se revise y corrija, y sólo salta el
día que, impresa la obra, el autor abre una página al azar y allí está
el gazapo gordo y lustroso, arteramente camuflado durante meses o años
de trabajo. Otras veces se debe a la ignorancia del autor, a error de
documentación o a generalizaciones rápidas y peligrosas. En todo caso,
puede tenerse la certeza de que, publicada la obra, siempre habrá un
lector que, incluso en las materias más extrañas, sea autoridad en el
asunto. Y ese lector, por supuesto, escribirá una carta apuntando el
detalle. Hay auténticos monstruos en eso, sabios implacables a quienes
no se les escapa una. Gente para todo. Les aseguro que si un escritor
afirma que en 1947 el tren correo salió de Sangonera la Seca a las
8,15 o que el barco pirata se hundió en ocho metros de agua junto a
Trincabotijas, siempre habrá un fanático de los ferrocarriles para
puntualizar que ese año los trenes correo salían de Sangonera a las
8,50; o que un experto en cartografía náutica señale que la sonda
exacta frente a Trincabotijas en el XVIII era de cuatro brazas, o sea,
de 6,68 metros." (Arturo Pérez-Reverte.Patente de Corso. El
Semanal de El
País.)
- "Al público no hay que dárselo todo masticado, como si
fuera tonto. A diferencia de otros directores que dicen que dos y dos
son cuatro, Lubitsch dice dos y dos... y eso es todo. El público saca
sus propias conclusiones.". (Billy Wilder)
- "Usted se empeña en no aplicar mi precepto — contestó
Holmes, moviendo
negativamente la cabeza— . ¿Cuántas veces le tengo dicho que, una vez
eliminado todo
lo que es imposible, la verdad está en lo que queda, por improbable
que parezca?
". (Sir Arthur Conan Doyle. El signo de los cuatro. 1890)
- "Una vieja máxima mía dice que, cuando has eliminado lo
imposible, lo que queda, por muy
improbable que parezca, tiene que ser la verdad.
". (Sir Arthur Conan Doyle. Las aventuras de Sherlock Holmes:
La corona de berilos. 1892)
- "En un semanario editado en Madrid, la informadora
entrevista a un varón, y le indica -él asiente- que "no hay nada como
el vis a vis". Aunque la foto del entrevistado no lo sugiere -muestra
a un caballero bien puesto, sentado en un silloncito de diseño-, me lo
imagino recluso en una de nuestras cárceles modernas, tan
confortables. Y lo supongo de tal condición, porque, entre otras
comodidades, los presos y presas -internos e internas se
les llama, con dulzón eufemismo colegial- disfrutan del derecho
humanísimo de encontrarse a solas con sus amistades particulares. Como
sabemos todos, se ha dado en llamar vis a vis a ese encuentro
recreativo y reparador, y, por ello, me precipito a suponer que el
interrogado habla desde el trullo: tal frase tiene que ser de alguien
que evoca con fruición tan confortadora amenidad. Pero dicho señor,
lejos de cumplir condena, es el director comercial de una empresa de
telecomunicación, al que se le interroga sobre la difusión en España
de esos aparatos que advierten al portador, dándole pitidos en el
bolsillo, que se le está requiriendo en alguna parte (otra monstruosa
invención para dificultar aún más la huida de nuestras obligaciones).
Pues bien, tras explicar el director comercial las ventajas del
insolente ingenio, la penetrante entrevistadora le sugiere si no será
mejor verse las caras que andarse con pitidos. Pero trufa su apostilla
con la pólvora de una tremenda falta de ortografía que estalla en el
titular: "No hay como el bis a bis". Así, con esas dos bárbaras
bes, porque ella (caso de que sea la responsable, o, si no,
quien lo sea) imaginó como asunto de dos eso de verse y hablarse
viéndose, y por tanto como un bis. Pero, si hubiera una pareja
de bises y siendo bis por bis igual a cuatro, ocurriría que eran
otros tantos los implicados; lo cual es posible, claro, y creo que
ocurre; pero con notable menoscabo de la intimidad. Y es que vis a
vis nada tiene que ver con el bis latino, sino con el
vis medieval francés, que significó "rostro", derivado del
latín videre, "ver". Es la forma que aperece en el vocablo galo
visage, modo moderno de designar la cara.Por lo cual, tal
locución, flagrante aunque aceptado galicismo en español, significa
literalmente "cara a cara" o "frente a frente". Modo, sin duda, más
perfecto que el de los pitidos electrónicos de dar avisos, lo cual
quería decir la entrevistadora. No es muy grave, con serlo, ese desliz
suyo, por cuanto se produce un cruce de dos palabras homófonas. Pero
constituye indicio de algo que, habiéndose generalizado, tiene ya una
manifestación constante en la prensa y aun en libros: abundan las
faltas ortográficas." (Fernando
Lázaro Carreter. El
dardo en la palabra. 1998.)
- "El Mac Guffin es el pretexto, es un rodeo, un
truco, una complicidad(...). Mac Guffin es (...) robar...los
papeles -robar...los documentos-, robar...un secreto. En realidad,
esto no tiene importancia y los lógicos se equivocan al buscar la
verdad del Mac Guffin. En mi caso, siempre he creído que los
papeles, o los documentos, o los secretos deben ser de gran
importancia para los personajes de la película, pero nada importantes
para mí, el narrador (...). Un Mac Guffin es algo que hace que
la acción transcurra, pero que no le importa a nadie (...). Y ahora,
conviene preguntarse de dónde viene el Mac Guffin. Evoca un
nombre escocés y es posible imaginarse una conversación entre dos
hombres que viajan en un tren. Uno le dice al otro: "¿Qué es ese
paquete que ha colocado en la red?" Y el otro le contesta: "Oh, es un
Mac Guffin". Entonces el primero vuelve a preguntar: "¿Qué es
un Mac Guffin?" Y el otro: "Pues un aparato para atrapar a los
leones en las montañas Adirondaks". El primero exclama
entonces: "¡Pero si no hay leones en las Adirondaks!". A lo que
contesta el segundo: "En ese caso, no es un Mac Guffin". Esta
anécdota demuestra el vacío del Mac Guffin...la nada del Mac
Guffin". (Alfred Hitchcock)
- "Dicen que quien contempla el mundo desde las alturas ve
a sus congéneres cual si fueran hormigas y que esta ilusión óptica hace
sentirse omnipotente al que la experimenta, en vez de sentirse, como
manda la lógica, horrorizado al descubrir que es el último ser normal
en un universo de insectos repulsivos".
(Eduardo Mendoza. El laberinto de las aceitunas. 1982)
- "It is an old maxim of mine that when you have excluded
the impossible, whatever remains, however improbable, must be the
truth". (Sir Arthur Conan Doyle. The Adventures of Sherlock
Holmes:
The Beryl Coronet. 1892)
- "It is a capital mistake to theorise before one has
data. Insensibly one begins to twist facts to suit theories, instead of
theories to suit facts". (Sir Arthur Conan Doyle. The Adventures
of Sherlock Holmes:
A Scandal in Bohemia. 1892)
- "En este mundo traidor,nada es verdad ni nada es mentira.Todo depende del color del cristal con que se mira".
(Ramón de Campoamor)
- "Los años pasan, siguío diciendo ella, y en vez de añadir algo a nuestras vidas, nos quitan lo poco que tenemos; siempre es lo mismo:
deseamos una cosa con todas nuestras fuerzas, durante mucho tiempo, y cuando por fin lo conseguimos, es demasiado tarde, o es menos de lo que imaginábamos, o descubrimos que en el fondo no la deseábamos con tanto ardor. Todos nuestros sueños son insignificantes cuando se materializan. En cambio, si perdemos algo, no hay consuelo. Así es la vida".
(Eduardo Mendoza. Una comedia ligera. 1996)
- "No hay nada más bello que lo que nunca he tenido
/nada más amado que lo que perdí". (Joan Manuel Serrat. Lucía)
- "Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales."
(Recuerdo infantil. Antonio Machado)
- "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad".
(Miguel de Cervantes. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. 1605)
- "In a village of La Mancha, the name of which I have no desire to
call to mind, there lived not long ago one of those gentlemen that keep
a lance in the lance-rack, an old shield, a lean hack and a greyhound
for coursing. A stew of rather more beef than mutton, a salad on most
nights, scraps on Saturdays, lentils on Fridays, and a pigeon or so extra
on Sundays, made away with three quarters of his income. The rest of it
went in a doublet of fine cloth and velvet breeches and shoes to match
for holidays, while on weekdays he made a brave figure in his best
homespun.
He had in his house a housekeeper past forty, a niece under
twenty, and a lad for the field and market place, who used to saddle the
hack as well as handle the billhook. The age of this gentleman of ours
was bordering on fifty; he was of tough constitution, spare, gauntfeatured,
a very early riser and very fond of hunting. They will have it
his surname was Quixada or Quesada —for here there is some
difference of opinion among the authors who write on the subject—
although from reasonable conjectures, it seems plain that he was called
Quixana. This, however, is of but little importance to our tale; it will be
enough not to stray a hair’s breadth from the truth in the telling of it..".
(Miguel de Cervantes. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. 1605)