Nació en Toledo, en torno al año 608, pues en el año 633 tenía ya cumplidos los 25 años como la edad canónica para el diaconado (como lo establecía el IV Concilio de Toledo). De noble alcurnia, San Ildefonso, hizo sus primeros estudios en el Monasterio masculino de Agalia, en los arrabales de Toledo, dedicado a los santos Cosme y Damián. San Julián nos dice que ya desde entonces simpatizaba con la vida de los monjes. Joven todavía, partió hacia Sevilla, atraído por la fama San Isidoro. Allí perfeccionó sus estudios y se arraigó en el amor a la Madre de Dios, que tan ardientemente defendería en sus escritos. Volvió a Toledo para ordenarse de diácono. Su amor a la oración y perfección cristiana le hizo abandonar el bullicio del mundo y recogerse en el monasterio de Agalia. Renunció a todos sus bienes y con ellos dotó un monasterio femenino, en una finca de su propiedad.
Su ciencia, su fe y mansedumbre ganaron simpatías de todos los monjes, quienes le eligieron Abad, hacia el 650, siendo aún simple Diácono (así aparece en los concilios VIII y IX de Toledo su firma entre los abades). Contra su voluntad fue escogido el año 657 para suceder a San Eugenio II en la sede metropolitana de Toledo, que acepta urgido por el mismo rey Recesvinto. Fue consagrado Obispo a principios de diciembre del año 657. San Julián hace de él este relato: "Era temeroso de Dios, lleno de piedad y de religión, grave en su andar, venerable en la honestidad de su vida; de presencia singular, fiel en guardar el secreto, sumo en sabiduría; de ingenio penetrante en sus razonamientos, notable por su elocuencia y extraordinario por su oratoria".
Defensor de la Virginidad de María, uno de sus libros más conocidos es: "De la perpetua virginidad de Santa María", que habla del amor incomparable del Santo a la Madre de Dios. La tradición popular cuenta que el cielo correspondió a ese amor con diversas apariciones de la Virgen. Una de ellas, la más conocida, cuenta que mientras celebraba la Eucaristía, en la fiesta de la Expectación del parto, que había instituido el mismo San Ildefonso, se le apareció María. La Virgen estaba sentada en su sillón episcopal y le hizo señas de que se acercase. "Sois mi capellán y mi fiel notario. Recibid esta Casulla que mi Hijo os envía de los tesoros del cielo". Para conmemorar esta aparición, un Concilio de Toledo, mandó que se celebrase todos los años, el día 21 de enero: "el descendimiento de la Virgen y su aparición a San Ildefonso".
Su trabajo pastoral lo acompañó de una intensa tarea catequética, plasmada en sus obras, de las que destacan: "De la perpetua virginidad de Santa María", "Instrucci6n pastoral sobre el Bautismo", "Marcha por el desierto del Espíritu", continuó el tratado "Hombres ilustres" de San Isidoro sobre las figuras más relevantes de la Iglesia, y una colección de sermones, que guardaba el monasterio de Silos y que hoy están en el British Museum de Londres. Todas ellas muy influenciadas por los escritos de San Isidoro de Sevilla y de San Agustín.
Murió el 23 de enero del 667 y se enterró en Toledo. Más tarde, su cuerpo fue trasladado a Zamora. Sus restos, junto con los de San Atilano (primer obispo de la sede Zamorana a principios del siglo X), reposan en sendas arquillas de plata dentro de unas urnas de madera en la iglesia arciprestal de San Pedro y San Ildefonso. La advocación de San Ildefonso se debe a que el 26 de Mayo de 1260, durante unas obras de cimentación se hallaron los restos del santo.
La capilla mayor de la iglesia de San Pedro y San Ildefonso está dividida en dos pisos. En el superior hay un baldaquino con un hermoso relieve de la Imposición de la casulla a San Ildefonso y en su interior están las urnas con las reliquias de San Ildefonso (izquierda) y San Atilano (derecha), patronos de la ciudad y de la diócesis de Zamora, respectivamente. Esta capilla alta está protegida por una reja con varias cerraduras cuyas llaves custodian diversas instituciones civiles y eclesiásticas de la ciudad. En el arco divisorio se lee. “AQUÍ SE ELEVARON LOS CUERPO DE S. ILDEFONSO Y S. ATILANO A 26 DE MAYO DE 1496”.
El piso inferior alberga el retablo mayor. En sus calles laterales están las esculturas de San Ildefonso y San Atilano, y en el ático la de San Pedro con su cátedra. |
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Esta fotografía titulada: “Paso procesional con escultura religiosa de San Ildefonso. Villavaliente (Albacete)” fue hecha por el fotógrafo Luis Escobar López y se ha obtenido del Archivo de la Imagen de la Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha. La foto de San Ildefonso debe corresponderse con el Santo que fue quemado el 20 de septiembre de 1936.
Poesía recitada por Juana González Sales. Fiestas de San Ildefonso (23.1.1942)
Virgen Santa del Rosario
entre todas las mujeres
eres pura y sin pecado
y por tu virginal pureza
eres madre del que todo ha creado.
Y por tu poder divino
eres como los rayos del sol
que entran por un cristal
sin romperlo ni mancharlo.
Yo te pido madre mía
con un cariño sincero,
con un amor fraternal,
a tu lado quiero estar
para yo poder gozar
de las delicias del cielo.
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Poesía recitada por Maruja Leal Serrano en la procesión en honor de San Ildefonso el día 23.1.1942
¡Oh Patrón, San Ildefonso!
Hoy colmados de alegría
celebramos este día
en el nombre de tu santo.
En el siglo XVI
nació Ildefonso en Toledo
de una honrada familia.
Su padre llamado Esteban
y su madre era Lucía.
Ildefonso siendo niño,
a siete años no llegaba,
de sus padres con cariño
hacia el templo se acercaba.
Sus padres muy convencidos
de la fe que profesaba
en los preceptos divinos,
porque eran sus alabanzas
donde llegaste tú a ser
Arzobispo de Toledo.
Fue tu religión tan santa
que a los cielos te subiste
siendo por Dios elegido
pastor de aquí este rebaño.
Como humildes corderillos
a tus pies nos ves postrados.
De la Corte Celestial
fuiste tú el más allegado. |
Hoy tu pueblo convencido
tus fiestas han celebrado.
No hay sol, no hay luna.
No hay estrellas ni luceros
que igualen a tu hermosura.
No hay escultores que puedan
ni pinceles en el mundo;
podrán pintar otro santo
pero como tú, ninguno.
No hay escultores que puedan
figurar imagen tan peregrina.
Si no por obra de Dios
pudo ser quien te formó,
la providencia divina.
Ildefonso bendito,
los hijos de Villavaliente
siempre te han tenido fe
y nunca te olvidarán.
Te sabrán corresponder
con un amor fraternal.
Quiera Dios que mis súplicas
lleguen al cielo,
y que sean para gloria
y honra vuestra
lo que a todos os deseo |
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Gozos de San Ildefonso
Fino amante de María
y de Prelados modelo:
Ildefonso, desde el cielo
sednos luz, amparo y guía.
De nobles padres nacido,
de un tío santo educado,
por Isidoro enseñado;
salisteis sabio cumplido,
la cogulla habéis vestido
de monje con alegría.
En ciencias y santidad
Tanto vos resplandecisteis,
que por los monjes fuisteis
muy joven nombrado abad;
la arzobispal dignidad
Toledo alegre os confía.
En tal silla sublimado,
las alas de vuestro celo
desplegasteis con anhelo
de que el rebaño confiado
siga siempre resguardado
del vicio y de la herejía.
Varias obras escribisteis
llenas de santa ciencia;
la virginal excelencia |
de María defendisteis,
sus glorias enaltecisteis
con incesante porfía.
Un día en el templo entrado
la veis al coro sentada,
y de su mano sagrada
os encontráis regalado
con casulla que ha bajado
del cielo y así os premia.
Delante del sepulcro santo
de Leocadia orando,
por sí misma levantando
la vieron con sumo espanto
la que os saludó entre tanto
por defensor de María.
Con una muerte preciosa
finalizó vuestra vida,
y la corona debida
el cielo os dio gloriosa;
vuestra prece poderosa
nos asista cada día.
Fino amante de María
y de Prelados modelo:
Ildefonso desde el cielo
sednos luz, amparo y guía. |
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