El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de Naciones Unidas hizo pública a París la Declaración Universal de los Derechos Humanos como un ideal común para todos los pueblos y naciones. Se apelaba así a un sentido de responsabilidad y de compromiso para establecer un hito histórico trascendental en la construcción y el reconocimiento del valor singular de cada vida humana. Por eso, el artículo primero sostiene que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Son dotados de razón y de conciencia, y tienen que comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Pero detrás de esta proclamación se encontraba el trauma del Holocausto. No se tenía que repetir nunca más una historia de odio y sinrazón.

Este acontecimiento fue heredero de una larga historia que desplegó, de manera lenta, penosa y conflictiva, un principio de universalidad. Aun así, el proceso continúa vive y la proclamación de esta Declaración no tiene que ser vista como un punto de llegada, sino como una etapa en un largo camino. En los pasos hechos se extiende la aplicación de los derechos proclamados, junto con la ampliación de su repertorio y el alcance de su significado.

 La exposición Creadores valencianos por los derechos humanos. Setenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, organizada por la Universitat de València y Amnistía Internacional (València) reúne treinta diseñadores gráficos valencianos que interpretan desde su particular mirada los principios de la dignidad humana recogidos en la Declaración Universal, a la vez que lanzan una propuesta esperanzadora y movilizadora de conciencias.

Amnistía Internacional ha impulsado desde su nacimiento la movilización de personas por personas y en la actualidad cuenta con el apoyo de más de siete millones de voces en todo el mundo. Su tarea junto a la Universitat de València, impulsora de una conciencia crítica, confluye en esta exposición para reclamar la calidad y dignidad en la vida. En los últimos quince años se ha producido una movilización creciente de la sociedad civil, mediante varias organizaciones (ONG) para defender un amplio conjunto de derechos: de las mujeres, de los niños, de la libertad sexual, de las personas mayores y del derecho en la muerte digna, de los contenidos abiertos en internet, de la renta básica universal, de las generaciones futuras... No sabemos cuáles serán las próximas demandas o los próximos ámbitos de concreción, pero la revolución de los derechos humanos continúa en movimiento.