Vicente Simón Pérez, catedrático de Psicobiología de la Universitat de València y psiquiatra y doctor en Medicina, fue pionero en introducir el Mindfulness como disciplina de investigación en la universidad. Tras leer textos de filosofía oriental decidió aprender la práctica, y actualmente es uno de los principales expertos en neurobiología y Mindfulness.
En su artículo “Mindfulness y Neurobiología” aparecido en la Revista de Psicoterapia, Vicente Simón define el Mindfulness como “una técnica terapéutica utilizada en la psicología occidental”, aunque como bien dice, “el Mindfulness, cuyo origen es la meditación budista”, está documentado desde unos 2.500 años, cuando alcanzó su cima en la figura de Siddharta Gautama; de ahí que se asocie con el budismo. En todo caso probablemente Gautama perfeccionaría un procedimiento que había recibido de otros maestros y que existía desde mucho tiempo atrás.
Cada año el Mindfulness está adquiriendo mayor relevancia en el mundo occidental gracias al éxito de sus beneficios documentados y actualmente se aplica en el ámbito de la educación, la salud, el deporte y el mundo de trabajo.
En el ámbito que nos ocupa, el laboral, podemos citar algunas empresas que tienen programas de Mindfulness para sus empleados por los beneficios que aporta:
• ayuda a manejar el estrés
• mejora la concentración
• Afina la atención
• Permite manegar la gestión emocional
Como ejemplo podemos citar entre las empresas que tienen programas de Mindfulness para sus empleados a Google, Target o General Mills y en España a Heineken. Analicemos ahora el caso de la empresa INTEL, que introdujo el Mindfulness en el año 2012 y desde entonces desarrolla el Awake@Intel.
Gracias a este programa 1.500 empleados realizaron un curso de 19 sesiones. Al finalizar este curso los trabajadores notaron una disminución en los índices de estrés de 2 puntos mientras que su nivel de felicidad había aumentado en 3 puntos. Pero además se observó que estos trabajadores habían mejorado en 2 puntos su claridad mental, creatividad, focalización, calidad de las relaciones en el trabajo, nivel de compromiso con la empresa y una mejor capacidad de trabajo en equipo.
Sin embargo, es muy importante destacar que el Mindfunlness no es la panacea y no elimina el estrés en un mal entorno de trabajo, pues como dice Jeffrey Pfeffer, titular de la Cátedra Thomas D. Dee II de Comportamiento Organizacional en la Escuela de Graduados de Negocios de la Universidad de Stanford, “el Mindfulness no modifica en nada la causa subyacente del estrés: la mala dirección”. Pfeffer establece que hay que ser cautelosos con estas prácticas, ya que en algunos casos de mala praxis en políticas de recursos humanos, “se puede desplazar la responsabilidad del bienestar de los empleados de las empresas que causan el estrés a los empleados que intentan superarlo. Y peor aún, permite que ocurra el well-washing: empresas que dicen que velan por el bienestar de sus trabajadores y al mismo tiempo los maltratan con malas prácticas directivas”.
En definitiva, no tenemos que perder de vista que en un mal entorno de trabajo con el Mindfulness puede haber un beneficio momentáneo, pero a largo plazo no combate la mala praxis en políticas de recursos humanos.
