Dada la situación del empleo juvenil en España y la precariedad de los puestos generados, el emprendimiento se postula como una alternativa que puede, además de incentivar la inserción laboral, estimular el empleo de calidad, tanto en el ajuste al nivel de estudios y a la titulación cursada, como a otros indicadores de calidad como la satisfacción laboral. En este sentido, el Global Entrepreneurship Monitor (Informe GEM España, 2017-2018) indica que una de las motivaciones más favorables para emprender en España son las dificultades actuales para tener un empleo o contratación estable y la necesidad de obtener ingresos.

Los resultados del informe indican que la tasa de actividad emprendedora total (TEA) se ubicó en 2017 en el 6,2% entre la población de 18 a 64 años. Dicho informe indica también que el 6,8% de las personas entrevistadas ha manifestado su intención de emprender en los próximos tres años. Aunque este porcentaje se ubica por debajo de la media de las economías basadas en la innovación, cabe destacar que el 31,9% percibe oportunidades para emprender en los próximos seis meses, dato bastante más alentador. También lo es el hecho de que el 45% se percibe con las capacidades necesarias para emprender.

En términos del perfil de la persona emprendedora, el informe GEM indica que en 2017 el 49,8% habían cursado educación superior, 55,1% eran varones y 44,9% era mujeres, con una media de edad de 40 años y con formación previa en emprendimiento (49,2%).

Una de las principales recomendaciones del informe GEM para mejorar el ecosistema emprendedor español hace referencia al fortalecimiento de los valores y las competencias emprendedoras en los diferentes niveles del sistema educativo. No obstante, también se debe continuar trabajando en las políticas gubernamentales que faciliten la actividad emprendedora (reducción de costes) y la estimulación de la financiación. 

En cuanto al panorama del emprendimiento a nivel regional, el informe GEM de la Comunidad Valenciana indica una tasa de actividad emprendedora total (TEA) del 3,3% en 2017 en la población de 18 a 64 años. Dicha tasa representa prácticamente la mitad de la tasa nacional. En cuanto al porcentaje de personas entrevistadas que ha manifestado su intención de emprender en los próximos tres años, el informe revela que este porcentaje es del 5,8% frente al 6,8% nacional. Por otra parte, el 30,1% de las personas encuestadas en la Comunitat percibe buenas oportunidades para emprender, cifra ligeramente inferior a la media estatal (31,9%). Algo similar sucede con el porcentaje de personas que reconoce poseer habilidades y conocimientos para emprender, 42% en la CV frente al 45% a nivel nacional.

En relación al perfil de la persona emprendedora en fase inicial, el informe indica una edad promedio de 43 años, 59,1% eran varones y 40,9% eran mujeres, con estudios universitarios (47,6%) y algún tipo de formación en emprendimiento (60,6%).

La media de edad de la persona emprendedora en fase inicial, tanto en la Comunidad Valenciana como en España, está en torno a los 40 años,  pone en el punto de mira al emprendimiento juvenil, y sugiere que la decisión de emprender se toma después de un recorrido importante por el mercado laboral y las experiencias de formación. De manera similar al informe GEM España, el informe de la Comunidad Valenciana destaca la educación y formación emprendedora (especialmente en primaria y secundaria) como la condición del entorno en la que más se ha de trabajar para favorecer el emprendimiento, y en particular el juvenil.

En este sentido, el Informe Juventud en España 2016 indicaba un aumento de los jóvenes autónomos en el rango de edad de los 15 a los 29 años, del 4,8% en 2008 hasta el 8,9% en 2016. Sin embargo, el informe indica que este porcentaje se sitúa en la categoría de ‘profesional o trabajador autónomo sin asalariados’ lo cual genera dudas sobre un incremento real del emprendimiento juvenil.