Según diversos informes, los sectores en los que más se está invirtiendo últimamente son software, banca, finanzas, ocio, comercio, biotecnología y farmacia. En este sentido, los ámbitos del fintech o tecnología financiera y del legaltech cobran importancia coincidiendo con el hundimiento  progresivo de la banca tradicional y el auge de la prestación de servicios con la ayuda de las nuevas tecnologías, cada vez más utilizadas por gran parte de la población.

El ámbito de la biotecnología adquiere también gran relevancia dentro de estas tendencias. Por eso, cabe destacar el fuerte crecimiento que han experimentado en los últimos años centros especializados de reproducción asistida a raíz de los problemas de infertilidad de muchas parejas. De hecho, las estadísticas indican que en la actualidad hay 800.000 parejas en España con problemas de fertilidad, lo cual provoca un aumento de la demanda privada de estos servicios puesto que la sanidad pública no puede satisfacerla en un tiempo razonable.

Mirando hacia el futuro y en los próximos años, habrá 3 sectores que concentrarán el interés de los inversores: realidad virtual y aumentada, inteligencia artificial o impresión 3D.

Una de las razones del interés por la realidad virtual puede radicar en que el 75% de las empresas la ha incluido en su estrategia de marketing por la capacidad de trasladar al usuario a realidades que no podría experimentar de otra manera. De hecho, esta estrategia está dando muy buenos resultados en términos de cifra de negocio.

Por otro lado, la inteligencia artificial aplicada por ejemplo a los automóviles con la implementación del vehículo autónomo permite que se estén invirtiendo importantes recursos en este tipo de tecnología.

De todo esto se desprende que las nuevas necesidades derivadas de los cambios sociales dan pie a la empresa para crear y comercializar productos y servicios para resolverlas.

Además, hay que destacar que la clave para los inversores en la actualidad es diversificar los riesgos y obtener una buena rentabilidad sin olvidar que también es importante apostar por la formación continua, establecer ventajas fiscales para las inversiones y dar la oportunidad a los proyectos de índole social.