La articulación de derechos específicos para el género femenino es una de las reivindicaciones que se lleva a cabo desde la Red Feminista de Derecho Constitucional y, así, lo ha planteado esta mañana su presidenta, Mar Esquembre, en el curso “Derechos humanos y feminismo” que se está desarrollando en la Universitat d’Estiu de Gandia.
Las relaciones de poder que caracterizan a nuestra sociedad están siempre marcadas por el predominio masculino. La primera vez que la mujer aparece como sujeto de derecho lo hace a través de un artículo presente en todas las constituciones de nuestro entorno: el principio de igualdad y no discriminación por razón de sexo. Este planteamiento hace que, tal y como considera Esquembre, las mujeres “seamos titulares de derechos que habían sido diseñados por y para los varones con sus características”. Además, se trata de un planteamiento normativo que supone una reacción contra la desigualdad, pero “no impugna el modelo normativo masculino”.
Según se ha planteado en el curso “no existen derechos específicos para las mujeres”. En este sentido, la profesora explicaba que desde la Red Feminista de Derecho Constitucional se establece la necesidad, en primera instancia, de abordar una reforma de la constitución que reconozca el derecho a la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Además, según Esquembre, es necesario caminar hacia un marco normativo que articule los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, el derecho a una vida libre de violencia y el derecho decidir con respecto a la interrupción del embarazo.
Durante el curso que se ha desarrollado entre ayer y hoy en la UEG se ha analizado, además, el papel del feminismo en la consecución de los derechos de las mujeres. De hecho, la propia Esquembre manifestaba que las mujeres empezaron a cobrar importancia en el espacio público a partir de los años 70 gracias a las reivindicaciones del movimiento feminista organizado. Por tanto, los pasos futuros “también vendrán de la mano del feminismo”.
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