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Dia Mundial del Árbol

  • 28 junio de 2020
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El 28 de junio celebramos el Día Mundial del Árbol, con el objetivo de informar sobre la importancia de los árboles y para sensibilizar sobre la necesidad de conservar el Medio Ambiente. Este Día Internacional fue propuesto por el Congreso Forestal Mundial realizado en la ciudad de Roma en el año 1969.

Esther Bochet, investigadora del CIDE, explica el papel que juegan los árboles en los ecosistemas: “A través de su interacción con el suelo, el agua, el aire, los animales y otras plantas y de procesos biológicos, geoquímicos y físicos que derivan de estas interacciones, los árboles cumplen unas funciones ecológicas (de regulación y protección), económicas (de producción y provisión) y sociales (de ocio, educación, ciencia) que son esenciales para la vida en nuestro planeta. Entre sus funciones clave, los árboles ayudan a mantener las condiciones ecológicas necesarias para la vida sobre la tierra, ya que regulan el ciclo del agua (la interceptan, almacenan, filtran, limpian), el ciclo de nutrientes (producen biomasa y acumulan materia orgánica), la calidad del aire (absorben gases y partículas contaminantes) y el clima (transpiran vapor de agua que genera las lluvias, regulan la temperatura), contribuyen a la formación del suelo y a su sujeción, ayudan a combatir el cambio climático (convierten el CO2 de la atmósfera en O2) y son las principales reservas de biodiversidad del planeta.”

La investigadora añade que “los beneficios o también llamados ‘servicios ecosistémicos’ que obtenemos de los bosques derivan de sus funciones y nos ayudan de forma general a mejorar nuestra salud y calidad de vida y a desarrollar nuestra economía. Por un lado, los bosques nos abastecen de bienes como agua potable, alimentos (frutos, animales, setas, ...), materias primas para la construcción (fibras, madera, …) y la combustión, medicinas y aceites esenciales para cosméticos y perfumes. Por otro lado, amortiguan las lluvias fuertes disminuyendo los riesgos de eventos extremos, controlan la erosión evitando derrumbes y deslizamientos, contribuyen a recargar los acuíferos, convierten el CO2 atmosférico en biomasa vegetal y oxígeno disminuyendo así la concentración de uno de los principales gases de efecto invernadero y reduciendo los efectos del cambio climático, purifican el aire, ayudan a la conservación de la biodiversidad y disminuyen el riesgo de enfermedades y plagas (menor exposición a los rayos UV-B, menor riesgo de zoonosis, infección y pandemias). Asimismo, los bosques nos ofrecen paisajes de gran belleza con sus formas, sonidos, aromas y colores, parte de nuestras señas de identidad, de los que podemos disponer como objeto de estudio para la investigación científica o para la educación ambiental, como espacio recreativo para actividades de ocio (ecoturismo, senderismo, deporte, caza, …) o simplemente como objeto de contemplación con efectos terapéuticos conocidos sobre nuestra salud física y mental.”

Con todas estas funciones y beneficios, los árboles se han convertido en el símbolo de la naturaleza y el equilibrio. En una fecha como la del Día Mundial del Árbol es un buen momento para tomar conciencia de su importancia.

 

CIDE Comunicación