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40 años de Acción Humanitaria independientes es una exposición itinerante que tiene el objetivo de mostrar el trabajo de Médicos Sin fronteras durante los 40 años de existencia y espera poder ampliar el conocimiento de la sociedad sobre toda la acción humanitaria que viene desarrollando.


Para poder mostrar estos 40 años se han escogido 30 actuaciones que ilustran con su registro fotográfico la situación que han vivido las poblaciones afectadas por conflictos armados, desastres naturales, violencia social y enfermedades olvidadas.


Médicos Sin Fronteras es una organización médico-humanitaria de carácter internacional que aporta su ayuda a poblaciones en situación precaria, sin discriminación por raza, religión o ideología política.


La presencia independiente e imparcial de MSF en las situaciones de crisis permite a esta ayuda humanitaria desarrollar una acción inmediata y temporal de asistencia a las personas más necesitadas, asumiendo riesgos, confrontando al poder y utilizando el testimonio como medio para provocar cambios en favor de las poblaciones.


Más del 91% de los ingresos de MSF proviene de las aportaciones de 5 millones de socios y colaboradores en todo el mundo (más de 542.976 en nuestro país). Esto permite decidir a la organización dónde y cuándo intervenir, en función de las necesidades de las poblaciones y no de intereses políticos, económicos o militares.


MSF controla la cadena de distribución de la ayuda desde su origen hasta su destino final. En 48 horas puede hacer llegar toneladas de material y equipos especializados a cualquier parte del mundo. Cada año realiza más de 2.500 salidas de trabajadores internacionales al terreno, que colaboran con más de 25.000 profesionales contratados localmente en 60 países


MSF interviene ante el deterioro brusco de las condiciones médico-humanitarias de poblaciones afectadas por crisis que ponen en peligro su supervivencia o su salud, en especial de aquellas que no reciben asistencia:


Víctimas de conflictos armados. Intervenciones dirigidas a poblaciones cuya integridad está directamente amenazada por la violencia o que han tenido que desplazarse (forzosa o voluntariamente) a consecuencia de la misma.


Víctimas de enfermedades endémicas y epidémicas. Actividades destinadas a reducir la mortalidad en casos de cólera, sarampión, fiebres hemorrágicas, VIH/sida, malaria, tuberculosis, Chagas, kala azar, enfermedad del sueño, etc.


Víctimas de violencia social y personas excluidas de la atención sanitaria. Programas orientados a personas afectadas por políticas o prácticas que ponen su vida en peligro y las excluyen deliberadamente de los servicios de salud, como inmigrantes en situación irregular o minorías étnicas.


Víctimas de desastres naturales. Respuestas de emergencia que incluyen cirugía, atención psicosocial, agua y saneamiento, distribución de artículos de primera necesidad, etc.


La acción humanitaria es un gesto solidario de sociedad civil a sociedad civil, de persona a persona, cuya finalidad es preservar la vida y aliviar el sufrimiento de otros seres humanos.


La acción humanitaria no aspira a transformar una sociedad, sino a permitirle superar un periodo crítico. Su objetivo no son los estados, son las personas, restablecer su autonomía y su dignidad.