Los libros son fuente de transmisión de conocimientos y sabiduría, testigos de la historia y del paso del tiempo que va dejando en ellos huellas de los acontecimientos vividos, cicatrices de las batallas libradas, recuerdos revelados en forma de palabras o signos provocados por múltiples posibles causas que, de un modo u otro, producen su deterioro.
Las bibliotecas patrimoniales preservan un legado que es parte de nuestra historia. Coincidiendo con la inauguración de las III Jornadas de Gestión del Patrimonio Bibliográfico organizadas por el Grupo de Trabajo de Patrimonio Bibliográfico de REBIUN (Red Española de Bibliotecas Universitarias) y la Universitat de València durante los días 26 y 27 de mayo, la Biblioteca Històrica expone en la sala Duc de Calàbria una selección de obras “malheridas” que nos muestran las huellas de su devenir histórico.
La exposición nos ofrece un recorrido por el frágil mundo del libro y nos lleva a conocer las causas del deterioro que afectan a los fondos patrimoniales, ya sean debidas a agentes internos (composición del material escriptóreo y de las tintas empleadas) o externos (plagas biológicas, factores ambientales, causas humanas por uso y manipulación inadecuados, desastres, etc.).
Malheridos pretende mostrar una selección de libros y documentos marcados por el tiempo y las circunstancias. Valiosos manuscritos censurados o mutilados, como el códice del siglo XV Roman de la Rose o el manuscrito datado entre 1475 y 1500 que transcribe las obras de Joan Roís de Corella; obras únicas atacadas por bibliófagos o impresos con manchas de humedad o cubiertos con el barro de la riada, como ocurre con la obra de Juan Luis Vives Tratado del socorro de los pobres, traducida del latín al castellano e impresa en Valencia en 1781.
El cuidado de los libros es un acto de responsabilidad y solidaridad que está en manos de todos, un ejercicio de enriquecimiento de la cultura y de respeto a la sociedad.
