Portmán. Balsa © Paco Valverde

El Centre Cultural La Nau presenta la exposición Mines.Paisatges Explorats, gracias a la colaboración desarrollada, en material cultural, entre la Universitat de València y el Ajuntament d’Elx.

Mines. Paisatges explorats presenta un singular trabajo fotográfico de Paco Valverde (Jaén, 1964) que realiza un amplio recorrido por las históricas zonas mineras de nuestro país (Cabárceno, La Unión, Rio Tinto, Las Médulas, Ojos Negros…) El resultado es una interesante propuesta sobre estos hitos patrimoniales, industriales, paisajisticos, humanos.

Aproximación a un paisaje antrópico

Mines. Paisatges explorats aborda cuestiones relativas al paisaje, entendido no solo como un conjunto de las marcas que se van dejando en el terreno, sino como el resultado de la relación de la gente con su entorno. La visión arqueológica de esta muestra no contempla únicamente la ruina, la historia, como si de estratos se tratara, sino también el conjunto de relaciones sociales que hasta el día de hoy han intervenido en el territorio.

La forma de conocer los lugares, unas veces con recorridos intuitivos, en otros planificados, además de un aprendizaje de métodos y costumbres, rinde un silencioso tributo a las diferentes comunidades que a lo largo de la historia se fueron sucediendo en el territorio, y de cuyo paso quedan hoy algunos restos arqueológicos. Esta manera de transitar por la vida, los diferentes modos de habitar del conjunto de las diferentes culturas que han dejado su impronta y han permanecido a lo largo de los siglos, contribuyen a la morfología actual de estos territorios.

Una larga serie de paseos, por donde la huella del imperio romano aún es notoria, ha reportado al fotógrafo conocimiento y sensibilidad; aun siendo esto así, el proyecto tiene un perfil racionalista con el que Paco Valverde procura analizar el paisaje de estas zonas mineras. Las fotografías recogidas con el rigor de un trabajo de campo, mediante placas de negativos, describen el paisaje como un estudio de arqueología, valorando la ruina y su repercusión en el entorno, o como la suma de factores socioculturales que determinan el estado actual de las cosas.

La totalidad de los espacios recorridos fueron ya en época romana lugares de gran importancia debido a su riqueza minera, entre ellos: Cabárceno, La Unión, Río Tinto, Mazarrón, Ojos Negros, etc.

La tragedia, esa podría ser la sensación que produce una primera aproximación a las zonas mineras. El cese de actividad humana en estos lugares y la forma espontánea en que la propia Naturaleza reconquista su espacio, determina la aparición de un paisaje que se mueve como un resto a la deriva. Los nuevos planes de reconversión de estas antiguas zonas han creado paisajes singulares; el turismo y la cultura ahora dirigen ahora nuevos proyectos abanderados por instituciones o empresas privadas. Es el actual estado de las cosas.

El mapa actual de nuestro territorio es, entre otros muchos factores, consecuencia de la actividad minera de pueblos colonizadores de la Antigüedad que, con su acción, han condicionado la actual visión del paisaje.

Descripción

El recorrido por las zonas mineras que se propone con este proyecto expositivo cuestiona la dimensión contemporánea del paisaje; una imagen a la medida del ser humano, ya que de su mano, y a lo largo de la historia, la transformación del medio natural es constante.

Es aquello que Heidegger denominaba el “mundo imagen”, un concepto que sitúa al ser humano en una posición central respecto a la Creación, usurpando el lugar de Dios; de ahí que todos los lugares captados en este proyecto surjan de esa intervención, donde las huellas de la acción humana se observan frente a una naturaleza pasiva.

En un plano mucho más amplio el proyecto, que abarca múltiples lugares de nuestra geografía, plantea la repercusión que tienen determinadas épocas de históricas, y cómo estrategias concretas dan lugar a las actuales morfologías de nuestros territorios. Es decir, que de aquellos primeros asentamientos promovidos por la extracción de mineral deviene el conjunto de asentamientos, carreteras y líneas fronterizas que actualmente constituyen nuestra geografía.

Las grandes panorámicas que se abren ante nuestra mirada, siguen recogiendo la puesta en marcha de nuevos proyectos, con forma de atractivos reclamos turísticos o, por el contrario, siguen siendo pasto del olvido. Se trata de una visión del entorno compuesta no solo a través, como argumenta Barret, de "una historia de las cosas que se le han hecho a la tierra", sino también teniendo en cuenta razones culturales y de relaciones sociales.

El paisaje actual

Las áreas recorridas fueron explotadas desde la Antigüedad. En muchas, durante los siglos XIX y XX se alcanzaron grandes rendimientos, hasta que, a finales del pasado siglo, la mayoría de dichas zonas dejó de ser rentable, siendo abandonadas sus instalaciones y quedando el entorno seriamente dañado.

En la actualidad, se han arbitrado planes de recuperación en algunas de estas zonas, que tienen en cuenta tanto la vertiente turística como la cultural, pero que en casos concretos también inciden en cuestiones como la identidad y la valoración del patrimonio.

Las antiguas cuevas, chimeneas, galerías, se nos muestran ahora como arqueologías que componen el lugar y el paisaje. Los paisajes son fruto de la tensión entre el presente y el pasado; son un fenómeno cultural que potencia la aparición una forma de geografía humana menos topográfica, lejana a la tradición de paisaje como palimpsesto de restos.

Esta una nueva realidad se nos presenta a través de aspectos sociales de múltiples claves, que tienen como intención la recuperación de dichos espacios para ofertarlos con fines pedagógicos, medioambientales y de ocio. Con todo esto se pretende iniciar una nueva etapa, donde el pasado y el presente convivan.

Conclusión

El paisaje no solo es el lugar donde vive la gente, la forma que tiene esta tierra, o el espacio que se contempla desde un mirador. Uno de los planteamientos de la nueva arqueología, que se ha tenido en cuenta en este proyecto, es la categoría del paisaje como "lugar" resultado de la intervención humana. Una intervención que nos viene dada, que de forma natural conseguimos por el mero hecho de "ser- en -el -mundo", y de la que no podemos eximirnos. Como dijo Heidegger: "En lugar del creador, el Hombre ha llegado a ser el árbitro de la realidad, así que lo que existe es lo que ha sido traído a presencia del Hombre"

LOCALIZACIONES DE LAS OBRAS EXPUESTAS