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Josep San Ruperto y la perspectiva transnacional de las redes comerciales en el Mediterráneo occidental

  • Unidad de Cultura Científica y de la Innovación
  • 11 marzo de 2019
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Josep San Ruperto

Josep San Ruperto ha recibido el Premio extraordinario de Doctorado 2017-2018 por su tesis “Emprenedors transnacionals. Les trajectòries econòmiques i socials dels Cernezzi i Odescalchi a la Mediterrània occidental (ca. 1580-1689)”. La investigación ha sido dirigida por Amparo Felipo Orts y Carmen Pérez Aparicio, catedráticas en Historia Moderna en la Universitat de València.

Josep San Ruperto es doctorado en Historia Moderna en la Universitat de València desde el año 2017. Su interés por el análisis de las redes sociales y económicas de los diferentes agentes en el Mediterráneo occidental le llevaron a investigar y doctorarse en esta temática. Durante los estudios de doctorado, consiguió una beca predoctoral VALi+d de la Generalitat Valenciana e hizo dos estancias de investigación en centros extranjeros de reconocido prestigio, como por ejemplo, en el Instituto Universitario Europeo de Florencia, donde estuvo tres meses, y una estancia de un mes en la universidad de Roma la Sapienza.

Actualmente es docente en la Universidad de Valencia, pero para finalizar el contrato postdoctoral volverá a la Universidad de Exeter (Reino Unido), donde ya estuvo durante 7 meses en el equipo de trabajo de María Fusaro, directora del proyecto “Average Transaction cost” del Consejo Europeo de Investigación (ERC).

 

¿Con qué dificultades te has encontrado?

Llevar a cabo una tesis doctoral conlleva inherentemente algunas dificultades. Por un lado, las relativas al trabajo de investigación. En la historia moderna nuestras fuentes de análisis son los documentos de archivo y la bibliografía. Ante el reto propuesto de desplegar una investigación que tenía como objetivo hacer conexiones entre individuos de diferentes lugares del Mediterráneo con una perspectiva transnacional debía planificar diferentes viajes a archivos de Italia y España. La recopilación de fuentes custodiadas en ciudades dispersas me ha permitido hacer este trabajo, pero a la vez ha conllevado dificultades para identificar, seleccionar y analizar diversas tipologías documentales.

Por otro lado, cabe mencionar que esto fue posible gracias a las ayudas para estancias de investigación predoctoral de la Generalitat, que hicieron posible mi desplazamiento a Italia. Este tipo de investigación es imposible sin una buena financiación, y que en caso de no tenerla podría haber supuesto una gran dificultad para llevar el trabajo adelante. De todas formas, en ese momento no fue posible llegar a otros archivos y bibliotecas, y he tenido que esperar a visitarlas cuando he obtenido la financiación postdoctoral.

¿Qué continuidad tiene este trabajo?

La tesis doctoral tenía el objetivo de incidir en la perspectiva transnacional para adentrarse en las conexiones intraeuropeas con la formulación de las redes comerciales de las compañías de negocios de los Cernezzi y Odescalchi. El trabajo planteó algunas cuestiones por resolver en el futuro, entre las cuales, una de las principales encaminaba a entender de qué manera participaron los agentes del Mediterráneo durante el siglo XVII en el proceso de globalización y cómo articularon a sus individuos. Ante la supuesta “decadencia” mediterránea durante el siglo XVII promovida por la expansión atlántica y el traslado del centro hegemónico de la economía europea en los países del Mar del Norte, mis preguntas iban en la dirección de responder de qué manera se adaptaron los agentes del Mediterráneo a los procesos de conexión mundial, prestando atención a la República de Venecia, Génova, el Estado de Milán, pero también al País Valenciano. Estas preguntas me llevaron a proponer un nuevo proyecto de investigación titulado “El Mediterráneo en la globalización del siglo XVII. Redes, trayectorias individuales y circulación” en el que estoy trabajando en este momento gracias al contrato postdoctoral de la Consejería de Educación, Investigación y Cultura de la Generalitat Valenciana.

¿Qué crees que aporta tu investigación en el conjunto de la comunidad científica y la sociedad? ¿Y a ti?

En 2016, el historiador Serge Gruzinski publicó un libro con la pregunta “Aún tenemos necesidad de la historia?” (Abbiamo ancora bisogno della storia?) Y planteaba la importancia de la disciplina para entender el mundo, nuestro mundo, que ha logrado una velocidad comunicativa e intercultural sin precedentes.

Según mi punto de vista, para entenderlo en su complejidad, sin dejarse llevar por discursos populistas, los historiadores y las historiadoras debemos ser responsables y preguntarnos de qué manera se produjeron determinados procesos de cambio en el pasado y cómo los afrontaron las personas que los vivían. Por eso creo que la pregunta de Gruzinski tiene una respuesta clara: necesitamos la historia, una historia atenta y comprometida con los problemas y los conflictos actuales, con preguntas de nuestros días, pero con un rigor histórico ejemplar. Según mi punto de vista, para entenderlo en su complejidad, sin dejarse llevar por discursos populistas, los historiadores y las historiadoras debemos ser responsables y preguntarnos de qué manera se produjeron determinados procesos de cambio en el pasado y cómo los afrontaron las personas que los vivían. Por eso creo que la pregunta de Gruzinski tiene una respuesta clara: necesitamos la historia, una historia atenta y comprometida con los problemas y los conflictos actuales, con preguntas de nuestros días, pero con un rigor histórico ejemplar. En este sentido, mi investigación se inserta dentro de un marco historiográfico amplio que ha puesto en el centro de la agenda investigadora a las perspectivas transnacionales y globales. Además, el estudio de los agentes mediterráneos en una época que se ha considerado tradicionalmente como de decadencia o crisis permite matizar las grandes narrativas a través de estudios de casos en los que podemos ver contextos de oportunidades, creación e innovación en el Mare Nostrum.

¿Qué aplicabilidad puede tener tu trabajo?

Podría empezar diciendo que, partiendo de un trabajo de origen académico, pienso que su pretensión es poner a disposición de sectores más amplios de lectoras y lectores con interés por la historia y por el proceso de configuración del Mediterráneo como un espacio articulado alrededor de redes de agentes transnacionales.

Dentro de las universidades de ámbito estatal las perspectivas transnacionales y globales han llegado más tarde que a otros países. Según mi opinión, estos tipo de investigación pueden dar un impulso a transformar nuestras explicaciones docentes y dar a conocer procesos que escapan de marcos territoriales tan definidos y únicos, más aún en la historia moderna donde las fronteras estaban mucho menos definidas. Con esta intención la tesis doctoral saldrá publicada gracias a la Fundación Noguera durante este año 2019.

¿Doctorarse facilita la inserción laboral?

El mundo laboral después del doctorado es muy incierto, sobre todo en el ámbito de las humanidades. Por un lado, hay que indicar que continuar en el ámbito académico supone una carrera de obstáculos y temporalidad. Mi contrato predoctoral fue de tres años, pero la tesis la tuve que terminar un año más tarde. Después solicité ayudas postdoctorales y pasó otro año. La fiebre burocrática en España es mucho mayor que en otros países europeos, como he podido comprobar y, por tanto, pedir ayudas postdoctorales supone en muchos casos algunos obstáculos. En mi caso he podido insertarme en el mundo laboral siguiendo la carrera universitaria, pero en el campo de las humanidades no siempre es fácil.

¿Recomendarías iniciar los estudios de doctorado? ¿Qué consejos darías a una persona que quiera doctorarse?

Llevar a cabo un doctorado es un reto, no exento de obstáculos y dificultades, pero es gratificante. Ya no sólo por el producto final, sino que durante el camino se produce un proceso de maduración personal, de aprendizaje y de conocimiento de muchas personas que hacen de ti una persona más libre. Hay que pensar bien qué es lo que quieres estudiar y sobre todo por qué te motiva, ya que al fin y al cabo deberás pasar entre tres y cuatro intensos años de tu vida trabajando sobre un tema y, para llevarlo a cabo, necesitarás paciencia y pasión.

¿Has participado activamente, en alguna ocasión, en actividades de divulgación y comunicación científica? ¿Qué importancia crees que tienen estas actividades?

En mi caso he asistido a una veintena de congresos en España, Italia, Portugal y el Reino Unido, tanto como comunicante, como ponente invitado y comentarista. Pienso que la asistencia a estas actividades de divulgación y comunicación científicas han tenido un papel clave en el desarrollo de mi investigación. De hecho, un buen número de personas que aparecen en el apartado de agradecimientos de mi tesis las he conocido en este tipo de reuniones. El intercambio y el diálogo son imprescindibles en las búsquedas de carácter humanístico.

Nuestro trabajo es, generalmente, muy individual. Trabajamos con los documentos, los archivos y bibliotecas, y a veces nos podemos llegar a sentir solos. La ayuda de los directores y directoras, de los compañeros y las compañeras de trabajo y los equipos de investigación es imprescindible para alcanzar nuestros objetivos, pero también lo son las personas que encuentras en las reuniones científicas. Es por ello que considero que hay que moverse y acudir a estos eventos.