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Interès acadèmic, científic o professional: Una observación mínimamente atenta permite descubrir que la Historia, en sus diversas especialidades, tiene un considerable predicamento social en la actualidad. De hecho, grupos sociales amplios y comunidades encuentran en los distintos períodos históricos sus orígenes y, con ellos, un elemento esencial de su identidad histórica. Y qué duda cabe de que en esa identidad está presente la herencia clásica que representa la cultura grecorromana, objeto siempre de gran valoración y que se ha visto acrecentada en los últimos años. En efecto, la constitución de la Unión Europea ha intensificado la búsqueda de los principios comunes de Occidente, que en lo cultural se hallan en Grecia y en lo político en Roma. Numerosos congresos, seminarios, publicaciones, etc., así como puesta en valor de los restos patrimoniales de esta época, han potenciado en los últimos años la consolidación y la vigorización del legado del Mundo Clásico. Los lazos históricos que nos unen a todos aquellos ámbitos que formaron parte del mundo clásico, se han de considerar los innegables vínculos con los territorios que antaño formaron la Corona de Aragón. Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca, cuya mera enumeración transmite claramente que se trata de unidades históricas formadas en el periodo medieval y con un pasado común, manifestado institucionalmente en la existencia de la Corona de Aragón. Estos territorios (a los que habría que añadir otros como Sicilia, Nápoles, Cerdeña y Rosellón) tienen un obvio interés en el desarrollo de las investigaciones de historia medieval de la Corona de Aragón y sus instituciones actuales, políticas, sociales y culturales, plenamente incorporadas a la cultura europea desde la perspectiva de la formación histórica de los pueblos de Europa, lo que se pone de relieve a través de la financiación de actividades científicas (congresos, reuniones, conmemoraciones), publicaciones, excavaciones arqueológicas, restauraciones patrimoniales y un largo etcétera de acciones culturales. Todas estas consideraciones pueden hacerse extensivas a la Historia Moderna, una etapa que, tras fijar sus raíces en la Edad Media, se abre al Mundo Contemporáneo para ofrecer las claves explicativas que dan respuesta a los interrogantes que tiene planteados el mundo actual.