El laboratorio de arqueología del Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Generalitat Valenciana analiza el reciente descubrimiento en la Cova del Carrasquizo de Argelita, situada en la comarca de Alt Millars, y anuncian que probablemente uno de los hallazgos sea el cráneo de un lince.
7 de abril de 2016
El laboratorio de arqueología del Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Generalitat Valenciana analiza el reciente descubrimiento en la Cova del Carrasquizo de Argelita, situada en la comarca de Alt Millars, y anuncian que probablemente uno de los hallazgos sea el cráneo de un lince.
El descubrimiento fue llevado a cabo por Hèctor Cardona y Josep Gilabert, ambos miembros de Espeleoclub La Vall d'Uixó y de Castelló; unas asociaciónes municipales que llevan a cabo actividades de espeleología en el territorio valenciano, tarea que consiste en la exploración de cuevas y otras cavidades subterráneas naturales. La actividad en cuestión fue llevada a cabo a principios de marzo de este mismo año y fue durante la realización de la misma cuando se encontraron un conjunto de huesos entre los cuales se podía ver el cráneo de un gran felino, por lo que ambos pensaron que se podría tratar de un lince, extinguidos en el territorio valenciano hace ya más de medio siglo, según explican los espeleólogos, el último ejemplar fue cazado en la Tinença de Benifassà en los años 50 del siglo XX.
Tanto Cardona como Gilabert han informado de que el hallazgo fue ratificado por el arqueólogo Rafael Martínez, miembro del Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Generalitat Valenciana. La pieza ha sido donada a esta institución para que puedan llevar a cabo el correspondiente estudio sobre la misma.
Cova del Carrasquizo de Argelita
Se trata de una de las muchas cavidades existentes en la Comunidad Valenciana, se localiza en el municipio de Argelita, en la provincia de Castellón.
La boca de la cavidad está instalada en una dolina con unas dimensiones que rondan los 12 x 5 metros, por lo que el acceso al interior de la misma puede realizarse de manera fácil y asequible, salvando un desnivel de 2 metros. En su interior existen bancales, muestra de acondicionamiento de este fenómeno tan característico. En el extremo sur de la dolina se encuentra la boca de la cavidad, en disposición vertical y con unas dimensiones de 3 x 2,5 metros. A esta le sigue una rampa que se va accidentando progresivamente hasta alcanzar la cota de -22 metros. Este es un punto de inflexión en la galería, donde toma carácter ascendente hasta llegar a -11 metros. Aquí podemos encontrar la galería de entrada, que posee 50 metros de recorrido que pueden ser explorados de manera cómoda y sencilla. En ella también se pueden encontrar brechas, posiblemente del pleistoceno, observando en algunos puntos restos de fauna fósil.
