¡Alerta, spoilers! En este post repasamos 7 ejemplos de la cinematografía universal en los que de una u otra manera han incurrido en ‘spoilers’.
19 de julio de 2016
Convivimos con ellos, incluso existen webs en las que se nos anima a compartir nuestros conocimientos sobre una determinada obra, sin embargo, los spoilers son y seguirán siendo los grandes enemigos de los aficionados al cine y a las series de televisión. Advertencia, si no has visto alguna de estas películas, no sigas leyendo.
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Las traducciones son las grandes responsables de que se nos destripe parte o todo el argumento de una película. Tal es el caso de Rosemary’s Baby, de Roman Polansi, cuyo título en español (La semilla del diablo) deja poco margen para la imaginación. Y sí, el hijo de Rosemary es la reencarnación del diablo.
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Siguiendo con las traducciones y sin salir del género del terror acudimos a la película que encumbró a M. Night Shyamalan, El sexto sentido, que en China fue rebautizada como Él es un fantasma. Dice la leyenda que en el estreno las pantallas proyectaron un mensaje en el que se pedía que no se desvelase el final de la película al resto de espectadores; por lo que parece, en el gigante asiático hicieron oído sordos.
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Love and Death (La última noche de Boris Grushenko) forma parte de la extensa filmografía de Woody Allen. Boris es su protagonista y al final de film acaba bailando con la muerte. La metáfora está clara.
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En este caso sucede todo lo contrario. Evasión o victoria añade algo más de intriga que el título original, que simplemente rezaba Victory, ahorrándole al espectador casi dos horas de metraje; aunque la gracia de esta película es ver a astros del balón como Bobby Moore, Pelé y Osvaldo Ardiles disputar un partido de fútbol contra los nazis en un campo de trabajo.
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En ocasiones son los personajes que aparecen en las películas los que se convierten en spoilers andantes. Tal es el caso del antagonista por excelencia de La guerra de las galaxias, Darth Vader. Vader en holandés quiere decir padre. Aún con la posibilidad de especular sobre los lazos familiares del Lord Sith, resulta cuanto menos extraño que uno de los principales personajes se llame Darth Padre.
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A estas alturas, el final de la obra de referencia de Alfred Hitchcok no es ningún misterio. Lo que poca gente sabe es que el maestro del suspense ya adelantó la sorpresa en una conversación que mantiene Norman Bates con Marion Crane, en la que el primero le responde al segundo que su madre es tan indefensa como uno de los pájaros disecados de la pared.
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El clásico de la ciencia ficción incurre en un doble destripe. El primero de ellos tiene que ver con la portada, cuya Estatua de la Libertad sepultada hasta el torso sitúa claramente la acción en Nueva York, aunque no sepamos que el astronauta viaja al futuro de su planeta desde su presente. Cuestiones espacio-temporales al margen, en Portugal decidieron resolver todo esto de la intriga por la vía rápida titulándola El hombre que vino del futuro.
Para los más desencantados con los spoilers,un estudio de la Universidad de San Diego (California) elaborado por Christenfeld y Leavitt señala que el hecho de conocer una parte significativa de una trama, ya sea libro, serie o película, no influye en el disfrute de la experiencia. En palabras de sus autores: “El argumento es una mera excusa para el arte narrativo” y “una vez desvelada la sorpresa, la asimilación cognitiva de las historias es más fácil, y procura una mayor comprensión de estas”.
