Josep Vicent Boira
La primera reflexión de este breve texto debe centrarse en resaltar el entorno cambiante de nuestro mundo. Los datos más recientes auguran un desplazamiento del centro de gravedad hacia Oriente y hacia otras zonas diferentes a las europeas. Por ello, es imprescindible que adaptemos nuestro modelo de infraestructuras a tal situación. Basten dos ejemplos. Si en 1950, el área metropolitana de Barcelona ocupaba la posición 30 en el ranking mundial, en 2030, ocupará la 89. En segundo lugar, la globalización está reconfigurando la red global de comunicaciones, estableciendo puentes de extraordinario valor entre Asia y Europa y creando (o recuperando) rutas de movimientos de mercancías que abren nuevas posibilidades.
