El estudiante de Doctorado de la Universitat de València participará junto a la selección española en el mundial de hockey en silla de ruedas eléctrica que se celebrará del 9 al 14 de agosto en Suiza.

La selección española de hockey en silla de ruedas celebra los días 18 y 19 de junio en València una concentración para preparar el mundial de agosto, que será en Suiza. Los entrenamientos, dirigidos por Salvador Pons,  serán en la pista central del Pabellón Polideportivo del Campus de Blasco Ibáñez de la Universitat de València. El domingo por la mañana la preparación estará abierta al público, se disputarán partidos entre la Selección Española y Levante U.D. Masclets para que el gran público pueda descubrir este apasionante deporte adaptado.   

“Teniendo en cuenta el espectáculo que da, me sorprende lo desconocida que es aún en España esta modalidad adaptada de hockey”, afirma Gabriel Calvo, además “es uno de los pocos deportes que se puede practicar con discapacidad severa”, explica el atleta valenciano. 

Gabriel Calvo tiene 28 años, es graduado en Matemáticas, máster en Bioestadística, y deportista internacional con la selección nacional de hockey en silla de ruedas. En la actualidad compagina una exigente preparación para el mundial con su labor investigadora en la Universitat de València, donde es estudiante de Doctorado en el Departamento de Estadística e Investigación Operativa. 

Gabriel entrena entre tres y cuatro veces por semana en el Pabellón de la Universitat de València. Un día entrena con su equipo —el Levante U.D. Masclets— con los que suele ensayar técnicas, estrategias y jugadas los domingos durante 3 horas y  media. Dedica otros dos días,  en sesiones de hora y media, a practicar puntería y posesión de la pelota en la pista de forma individual. Y otro día hace slalom, una práctica deportiva que consiste en una carrera contra reloj, en que el deportista tiene que realizar un recorrido  superando giros, cambios de sentido, rampas, etc. en el menor tiempo posible. 

Será la primera vez que España participe en esta competición intercontinental, pero Gabriel Calvo tiene una gran confianza en el equipo y en el trabajo que hay detrás: “Estoy impaciente por que llegue el mundial, es nuestra primera vez en una competición a ese nivel, tal vez por eso nos infravaloran un poco pero estoy convencido de que España tiene un nivel muy alto, hay una gran preparación detrás y vamos a hacer, al menos, que se asusten porque somos muy competentes y vamos a por todas”. 

El doctorando y deportista de la UV descubrió el hockey en silla de ruedas eléctrica a los 7 años,  con el club Masclets, que luego pasó a ser Levante U.D. Masclets, cuando en 2009 la Fundación Levante abrió la sección de Deporte Adaptado. “El apoyo de las instituciones es básico para nosotros, sin esa ayuda sería muy complicado mantener una silla de competición que cuesta nueva 14.000 euros. De la misma forma, agradezco poder entrenar en el Pabellón de la Universitat de València, donde me permiten guardar la silla de competición en el almacén y eso me facilita muchísimo el hecho de ir a entrenar y hacer el cambio de silla”, explica Gabriel. 

Gabriel lleva 21 años practicando hockey. Ha estado varias veces en la selección española, en 2012 y en 2016. En 2019 llegó un momento determinante, cuando ganaron el clasificatorio para el Europeo en República Checa. Pero la pandemia de Covid-19 truncó sus planes, ya que el Campeonato Europeo tuvo que anularse. Pero no hay mal que por bien no venga, y como el Europeo no llegó a celebrarse, el Campeonato mundial se ha ampliado en 2 plazas, una de ellas para el equipo español, que demostrará su potencial el próximo mes de agosto en Suiza.

“Con la selección española entreno una vez al mes. Nos reunimos en distintas ciudades españolas y practicamos tácticas y estrategias”, explica Gabriel.  En el hockey hay dos tipos de jugadores, los que llevan el stick manual y los que, por su nivel de parálisis no pueden sujetarlo con la mano y lo llevan fijado en la parte delantera de la silla. Gabriel es de los segundos, y en los partidos estos jugadores son clave porque sus goles cuentan el doble que los puntos anotados con stick manual. “El hockey es un juego muy táctico, en el equipo intentamos hacer estrategias de triangulación para conseguir los máximos goles posibles, dedicamos mucho tiempo a practicar el manejo de la silla para controlar la pelota, a ensayar jugadas de defensa, de ataque... hay una gran dedicación detrás de cada victoria”.

El hockey en silla de ruedas eléctrica nació en el año 1995, está pensado para personas con un alto grado de discapacidad, pueden participar deportistas con parálisis cerebral o daño cerebral adquirido.  Los equipos son mixtos y juegan 5 contra 5. “Yo animaría a todos y todas a que prueben, no importa con qué objetivo, no es necesario competir, pero que se animen a jugar, aunque sea para pasar un buen rato. No hace falta silla de competición, con la misma silla de calle se puede probar, solo hace un stick, una pelota y ganas de disfrutar y vivir una nueva experiencia”.