Hoy hemos recibido la visita del equipo rectoral encabezado por la Rectora Maria Vicente Mestre, el Vicerrector de Economía e Infraestructuras, Juan Luis Gandia Cabedo , el Conseller d'Hisenda i Model Econòmic, Vicent Soler i Marco, y el Director de la Agencia Valenciana de Innovación Andrés García Reche al Centro de Procesamiento de Datos del Servicio de Informática de la Universitat de València, en el Campus de Burjassot, donde la Rectora se ha referido al papel que ejercemos dentro de la institución como "una apuesta de la Universitat de València por la docencia, la innovación y la investigación con las últimas tecnologías de la información y la comunicación."
Las tecnologías de la información y las comunicaciones están haciendo posible una mejora en la gestión de los procedimientos de la Universitat de València. Cada vez hay una interacción más rápida y eficaz entre la ciudadanía y la Universidad. Todos los procesos de gestión, tanto de ámbito académico, como administrativos, investigación o económicos que ejercemos, se pueden llevar a cabo gracias a las infraestructuras tecnológicas de las cuales disponemos y los recursos humanos que las gestionan y las ponen a nuestra disposición.
Nadie entiende ya el funcionamiento de la administración pública sin el apoyo innegable y necesario de la tecnología y por lo tanto no se pone en entredicho la necesidad de mantener estas infraestructuras en permanente actualización y análisis ante las nuevas necesidades y requerimientos en la transformación digital de las administraciones.
La primera referencia a la compra de un ordenador por parte de la antigua "Universidad Literaria de Valencia" aparece en el acta de la Junta de Gobierno del 14 de diciembre de 1962, y se trataba de un IBM 1620 que en sus últimos años de vida a finales de los años 70 y con motivo del traslado de las facultades de ciencias en Burjassot, se apagó definitivamente.
Corrían nuevos tiempos, y el que conocemos como el actual Servicio de informática se creó en 1978 en lo que era hasta entonces, el Centro de Cálculo.
Pero no es hasta 1988 cuando se inaugura el centro de proceso de datos (CPD) con un gran ordenador IBM para apoyar a la informatización de las aplicaciones de gestión corporativas. De forma centralizada y a través de diferentes dispositivos y mecanismos para la comunicación mediante la red informática entre campus, la Universitat de València avanzaba hacia la modernización y la digitalización.
Además de la propia gestión de la Universidad como institución, se hizo una apuesta por la integración en la Red Española de Supercomputación siendo en 2008 cuando se instaló el primero supercomputador destinado al cálculo científico TIRANTE, que va caldre situar ya entonces en un espacio externo a las instalaciones disponibles porque ya entonces carecía de las dotaciones e infraestructuras necesarias.
Es en 2018, cuando la Universitat de València, acomete un cambio en profundidad de su centro de proceso de datos, adecuando tanto sus sistemas de refrigeración, instalaciones electríques, espacios y distribuciones según los estándares más estrictos que marcan las normas de seguridad y bajo consumo eléctrico, sin perder en prestaciones, rendimiento y disponibilidad.
Más bien al contrario, estos cambios y reestructuraciones del nuevo centro de proceso de datos, han aportado una optimización del espacio, un aprovechamiento de los recursos, y una garantía en la disponibilidad y la continuidad del servicio de prestación de apoyo tecnológico para las cada vez más crecientes demandas de la comunidad universitaria.
Además de nuestra pertenencia en la Red Española de Supercomputación la Universidad adquirió a través de la financiación de fondo FEDER otro superordenador en 2017, que ofrece su capacidad de cálculo además de 24 proyectos en producción. Este nuevo equipamiento ha sido diseñado específicamente para crecer, lo cual implica que sin muchos esfuerzos ni grandes inversiones se pueda producir un aumento en el mismo sistema de gestión, tal como está previsto en próximas fechas.
La Universitat de València, está también actualmente involucrada en la implantación de la administración electrónica, como demuestra el gran incremento del número de tramitaciones electrónicas enviadas a la ciudadanía y a las personas usuarias de nuestras infraestructuras, con los trámites a disposición.
En esta adecuación del nuevo centro de proceso de datos, la Universitat de València, siendo una de las instituciones afiliadas a la red académica y de investigación española (RedIRIS) se ha esforzado a garantizar y poder seguir ofreciendo servicios avanzados de comunicaciones a la comunidad científica y universitaria a nivel nacional, priorizando durante los trabajos, la continuidad y la conectividad de toda la comunidad universitaria así como de los centros adscritos y externos que hacen uso de nuestras infraestructuras.
A todo esto, tenemos que añadir la adecuación a nuevas normativas y requisitos legales, como el nuevo Reglamento Europeo de Protección de datos, o nuestro Esquema Nacional de Seguridad, que nos obliga a las administraciones a mantener los más altos niveles de seguridad en nuestras instalaciones, con el que esto implica en inversiones.
El personal del Servicio de informática ha acometido toda esta reestructuración y cambio sin que la actividad universitaria se haya visto resentida o menguada en ningún momento. Un trabajo medido, planificado, estructurado que ha permitido que la Universitat de València, haya podido ofrecer todas sus aplicaciones, servicios y comunicaciones sin interrupciones, sin pérdida de rendimiento y con la disponibilidad prevista. Gracias a estas actuaciones el cambio y actualización del nuevo CPD, no ha tenido un impacto en su puesta en producción, y amplia el campo de posibilidades y nuevos retos para el futuro.
Los técnicos del Servicio de Informática, han dado algunos datos técnicos de las nuevas instalaciones, y se ha agrait también a la comunidad universitaria, a los anteriores equipos rectorals, y vicerrectorados involucrados en las tecnologías de la información y las comunicaciones, su implicación, colaboración y decisión al acometer con valentía estos cambios que construyen una Universidad de excelencia, una universidad de su tiempo, y preparada para el futuro.
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