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Los superalimentos, ricos en nutrientes, vitaminas o minerales que tienen un efecto muy beneficioso sobre la salud humana, han entrado en el debate público de la mano de sus propiedades, pero también del marketing que les rodea. José Miguel Soriano del Castillo, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Valencia, analiza los dos aspectos de este debate.
El consumo de superalimentos recientemente se ha convertido en una forma de vida por parte de la población. Este hecho se debe a que en una sociedad donde las dietas contienen innumerables alimentos industrializados, refinados y ultraprocesados, los superalimentos se cree que son la respuesta a este estilo de vida. Todo esto debido a que el consumo de esta clase de alimentos deficitarios en vitaminas, minerales y antioxidantes provocan graves problemas de salud entre los que destacan el sobrepeso y la obesidad, causantes de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y diabetes, entre otros.
¿Qué distingue un superalimento de cualquier otro alimento saludable? El primer tipo tiene que ser rico en fibra, vitaminas, fitonutrientes, minerales y antioxidantes. Además, debe poseer una baja densidad calórica. Ahora bien, se podría considerar que el plazo en cuestión está siendo utilizado en exceso o de forma errónea, por lo que los alimentos están siendo catalogados como súper cuando realmente no lo son. José Miguel Soriano responde rotundamente: “los superalimentos no existen”.
Este experto, miembro de honor de la Academia Española de Nutrición y Dietética, explica que el uso divulgativo del concepto superalimento por parte de científicos y divulgadores es peligroso, ya que no existe terminología científica ni legal que avale este concepto. Además, el concepto puede generar falsas esperanzas a la población y determinados pacientes como pueden ser aquellos que padecen cáncer. Sería posible que determinados pacientes pudieran llegar a la conclusión errónea de que el consumo de esta clase de alimentos podría constituir una estrategia para vencer su enfermedad, cuando la realidad es que esto no es posible.
Bromatología de la Universitat de València.
En definitiva, a la pregunta de si estos alimentos son la respuesta a todos los males, y si se les podría dar tanto poder, como se ha expuesto, los superalimentos no existen. Se trata de un término explotado por parte de los medios de comunicación y utilizado puramente como estrategia de marketing.
Es decir, los superalimentos como tal serían cualquier alimento saludable y beneficioso en muchos aspectos, pero no curativos. Por tal, la palabra “superalimento” realmente sería un sinónimo de alimento beneficioso, un concepto amplio que abarcaría una gran variedad de alimentos, como son verduras, frutas, carne, pescado o hasta el aceite de oliva.
Según este planteamiento, los medios de comunicación y la desinformación han implantado en la población un concepto que carece por completo de base científica. Por lo tanto, gracias a las declaraciones de Jose Miguel Soriano se ha contemplado la posibilidad de que la sociedad es fácilmente manipulable y deshacer aquellas ideas que han adoptado como mantra es complicado. Por eso es importante que cada ciudadano tome conciencia de que los superalimentos no existen y la realidad es que deberían haber saltado todas las alarmas cuando se vendió que estos alimentos eran un milagro.
Se puede concluir que recuperar una forma de alimentación más tradicional, basada en consumir alimentos mínimamente procesados es saludable, su consumo no debería ser visto como una dieta sino un estilo de vida. En este punto es donde entra en juego un nuevo concepto, el realfooding, donde la población sea más consciente de los alimentos ingerido y sus propiedades. Pero en definitiva a los superalimentos les sucede como a los superhéroes, solo existen en las películas de ficción.
Bibliografía:
Gottau, G. (2016). Superalimentos ¿marketing o realidad? [Ilustración]. Recuperado de https://www.directoalpaladar.com/ingredientes-y-alimentos/superalimentos-marketing-o-realidad
