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Ganadora del premio extraordinario 2017-2018 por su tesis, Marina estudió Sociología y Ciencias políticas en la Universitat de València, mientras trabajaba en la hostelería y realizaba unas prácticas en la cooperativa Lligam Recerca donde aprendió las claves para poder hacer investigación social.
En 2011 fue galardonada con la bolsa de estudios de los países catalanes del IEC y el año siguiente con la beca FPU, de ayuda para la Formación del Profesorado Universitario, del Ministerio de Educación. Esto le permitió desarrollar la tesis “Entre natros y mosatros: representacions socials, discursos agraris i discursos mediambientals al Delta de l’Ebre i l’Albufera de València”, dirigida por José Manuel Rodríguez Victoriano, Luis Enrique Alonso Benito e Ignasi Lerma Montero. Realizó estancias en la Universidad Autónoma de Madrid y en la Universidad de Manchester.
Al acabar la tesis trabajó como becaria en una empresa de investigación de mercados donde se llevaba a cabo el trabajo de campo de encuestas realizadas por la Comisión Europea, el CIS, el Banco de España y también en empresas privadas como Mahou, Burger King o Coca-Cola.
Su investigación actual está financiada por la Generalitat Valenciana y la Fundación Social Europea. Se desarrollada entre la Universitat de València y la Universidad de Sheffield. En ella investiga el comportamiento medioambiental y los diferentes estilos de vida en el contexto de las prácticas diarias en hábitats rurales y urbanos.
¿Has encontrado alguna dificultad en el desarrollo de tu tesis?
Lo más difícil ha sido poder entrevistar o incluir a los grupos de discusión a empresarios/as que ejercieron en los polígonos industriales de alrededor de los Parques Naturales estudiados.
¿Qué crees que aporta tu investigación al conjunto de la comunidad científica y a la sociedad? ¿Y a ti?
Escuchar a la gente de nuestros pueblos ha sido realmente útil para entender que cuidar el medioambiente no es una cuestión vinculada a las actitudes reproducidas por la gente de clase media o alta que vive en las ciudades y tiene altos niveles de educación, tal y como muchas de las teorías sociales y el conocimiento común se empeñan en explicar. El comportamiento medioambiental que se deriva de estas teorías se basa en encuestas que preguntan sobre percepción social y comportamientos aislados que tratan de mitigar los efectos de consumo (como por ejemplo el reciclaje), pero dejan de lado el estilo de vida. Estos estudios, además, se enfrentan a la mencionada “brecha medioambiental”, las inconsistencias entre las prácticas declaradas y las realmente producidas.
En el estudio cualitativo pudimos observar que, en nuestros pueblos, había comportamientos muy orientados a la protección medioambiental: producían parte de su comida, compraban localmente, tenían un menor consumo de energía y una mayor vinculación con el entorno, entre otras prácticas. Estilos de vida heredados de generaciones anteriores y vinculados al territorio. No obstante, estos estilos de vida han sido relegados y marginados por el progreso económico.
Además, se ha observado que la gente de los pueblos tiende a no considerarse como personas preocupadas por el medio ambiente, pero en cambio actúan como si lo fueran. No es una reverencia sagrada a la naturaleza, sino un interés material por el medio ambiente como fuente de sustento, no tanto una preocupación por los derechos de las otras especies y generaciones futuras humanas, sino por los pueblos de hoy.
Nuestro trabajo, como investigadores sociales, es recuperar parte de esos estilos de vida que están anclados en nuestra memoria e identidad colectiva, y que nos llevan a desarrollar sociedades menos depredadoras de los recursos naturales.
¿Qué aplicabilidad práctica puede tener tu trabajo?
Facilitar lograr el objetivo conservacionista, mediante un modelo de organización social y estilos de vida, desde la producción hasta la urbanización y el ocio, menos agresivos y menos explotadores de las funciones útiles de la naturaleza.
Por tu experiencia, ¿consideras que doctorarse facilita la inserción laboral?
No para el caso de la sociología. Al acabar el doctorado tuve que buscar trabajo en el sector privado. Somos una ciencia incómoda.
¿Recomendaría iniciar los estudios de doctorado?
No, recomendaría hacer investigación social comprometida, y que las administraciones públicas posibilitaran las condiciones materiales para su desarrollo.
¿Has participado activamente en actividades de divulgación y comunicación científica? ¿Qué importancia crees que tienen estas actividades?
En lo referente a esta cuestión, considero que el sistema académico actual está muy alejado de la sociedad que estudia y no hay muchas vías abiertas para la devolución, ha perdido el sentido de su existencia. Personalmente, no he participado en muchas actividades que implicaran devolver el conocimiento que las personas me han dado. Cuando lo he hecho, ha sido de manera muy informal.
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