Dos profesoras de la Universitat de València, Mercedes Quilis Merín y Maria José Martínez Alcalde, han sido las promotoras de este reconocimiento de la ciudad que ha consistido en un acto de homenaje y el descubrimiento de un monolito. María Moliner, lexicógrafa y autora del Diccionario de uso del español, residió en València desde 1930 a 1946.
La primera parte del acto se realizó en el salón de actos de la Escuela de Artesanos y contó con las intervenciones del presidente del Patronato de las Escuelas de Artesanos, Javier Messana, la regidora de Igualdad y Políticas de Género y LGTBi, Lucía Beamud; la vicerrectora de Igualdad, Diversidad y Sostenibilidad de la Universitat de València, Elena Martínez; la profesora de Filología Española de la Universitat de València, Mercedes Quilis; y el nieto de María Moliner, Pedro Pitarch.
En el acto estuvieron presentes varias biznietas de la lexicógrafa y su biógrafa, Inmaculada de la Fuente.
La segunda parte del acto fue el descubrimiento del monolito en su memoria instalado ante el edificio donde residió en la Gran Vía.
María Moliner, ya casada y con hijos, se trasladó a València en los años de la II República, donde fue directora de la biblioteca universitaria de València y del proyecto de bibliotecas populares. Colaboró así mismo con la Escuela Cossío, inspirada en la Institución Libre de Enseñanza y especialmente en la organización de las Bibliotecas Rurales.
Residió, así, en València y en ese tiempo desarrolló una importante carrera profesional siempre inclinada a la difusión de la cultura.
Valencia tenía un homenaje pendiente, un reconocimiento público a María Moliner. Su nombre está presente en calles, bibliotecas, escuelas e institutos, pero faltaba un reconocimiento público para visibilizar su paso por nuestra ciudad, donde residió 16 años y donde estuvo comprometida con la difusión de la cultura particularmente en el ámbito valenciano.
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