El profesor de la Facultad de Economía, Roberto Luna, explica como los nuevos escenarios por la crisis mundial por el Covid-19 obligan las empresas a avanzar en la innovación y la competitividad basada en estrategias de talento.
La actual crisis provocada por la pandemia mundial por el coronavirus plantea nuevos escenarios en el mundo laboral que necesitan un nuevo enfoque desde la perspectiva de la gestión del talento. Esto es lo que afirma el catedrático de Dirección de Empresas de la Facultad de Economía, Roberto Luna, en su análisis sobre el actual panorama ocasionado por la crisis del Covid-19. Luna afirma que la gestión del talento pretende que las organizaciones funcionen basadas en el desarrollo profesional y la mejora continua profesional y organizativa dando importancia al mérito individual y colectivo para conseguir el equilibrio con los objetivos organizativos.
‘La situación actual empresarial española requiere avanzar en la innovación y en la competitividad empresarial basada en estrategias de talento. El Covid-19 nos pone delante del cambio y la incertidumbre, dos variables que llevamos gestionando en las empresas desde hace ya una década pero que aún no se han asumido del todo’, apunta Roberto Luna.
El catedrático de la Facultad de Economía señala cinco puntos clave bajo la perspectiva de la gestión del talento: el cambio cultural y organizativo, el nuevo liderazgo, la empleabilidad y competencias laborales, la nueva economía del conocimiento y la estrategia de gestión del talento.
El cambio cultural y organizativo viene por el teletrabajo y la flexibilidad laboral gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Hace tiempo que se intenta que las organizaciones opten por estas nuevas formas de trabajo, sin conseguirlo muchas veces debido a organizaciones muy basadas en el control estricto y la supervisión de horarios excesivos. La actual situación demuestra que sí es posible y Luna apunta que las organizaciones que no cuestionen su status, ‘pueden tener los días contados’.
El liderazgo en situación de crisis es el segundo punto. El profesor de la Facultad de Economía señala que ‘en estos momentos, quien ha sembrado un buen equipo de trabajo basado en el talento, recoge el fruto de empleados proactivos, innovadores y unidos en situaciones comprometidas. El líder más basado en su poder se ha quedado rodeado de empleados reactivos generando organizaciones de alto estrés y burnout, además de un bajo rendimiento e innovación’.
El tercer objetivo está relacionado con las nuevas situaciones de los Expedientes de Regulación Temporales de Empleo (ERTEs). Luna asegura que a los empleados afectados por esta situación es un buen momento para formarse online en nuevas habilidades y competencias que requieren los mercados. No solo en las competencias tecnológicas y digitales sino en las famosas soft skills que van a seguir siendo muy demandadas por las organizaciones y que no va a impactar tanto la Inteligencia Artificial.
Una nueva manera de ver el trabajo y la flexibilidad laboral donde el profesional autónomo o las pequeñas empresas participan puntualmente en proyectos con otras empresas, es el cuarto objetivo con la nueva economía del conocimiento.
Finalmente, desde las estrategias de gestión del talento se promueve que ‘todo profesional tenga control de su desarrollo de carrera, buscando un continuo aprender (agilidad de aprendizaje) y dirigiendo sus objetivos hacia metas que le permitan obtener nuevos niveles competenciales. La responsabilidad de la formación y desarrollo de carrera recae hoy en día en el profesional’, asevera el profesor Luna.
