La Nau acoge la presentación de un documental sobre Teherán que causó el encarcelamiento de su director

Keywan Karimi en Rusia. Foto: Wikimedia Commons.

Por primera vez en Valencia, se podrá ver, este viernes, día 27 de mayo, el documental ‘Writing on the City’ (2012), filme por el que el cineasta iraní Keywan Karimi fue condenado por la justicia de su país a una pena de seis años de prisión y 223 latigazos. La película, que se estrenó en España en el marco de Punto de Vista – Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, podrá verse en el Aula Magna de La Nau, a las 19 horas, en una sesión especial organizada por el Aula de Cinema de la Universitat y con la colaboración de Amnistía Internacional Valencia. El acto estará presentado por con la presencia de Natxo Almela, del Aula de Cinema y de Carmen Soto en nombre de Amnistía Internacional Valencia.

Considerado como uno de los cineastas más prometedores de su país, Keywan Karimi (Teherán, 1985) ha sufrido la censura y la persecución de las autoridades islámicas de su país. En 2013, pasó 12 días en la prisión de Evin después de que le fuera confiscado un disco duro que contenía un clip de música que presuntamente insultaba al régimen. Posteriormente, en septiembre de 2015 fue conducido de nuevo ante la justicia y acusado de insultar al Islam y “hacer propaganda contra el sistema”. La sentencia fue dura: seis años de prisión (que han quedado reducidos a uno) y 223 latigazos. El motivo no fue otro que la película ‘Writing on the City’, que Karimi había realizado tiempo atrás y que ni siquiera había sido exhibida, más allá de un tráiler disponible en YouTube.

‘Writing on the City’ es un documental que recorre la historia reciente de la ciudad de Teherán, relatada a través de las pinturas e inscripciones que decoran sus muros y fachadas. En los tiempos de la revolución de 1978-79, las palabras escritas en la pared servían como modesta protesta ante el régimen del sah. Una vez triunfó la revolución y se instauró la República Islámica, las inscripciones empezaron a mostrar división de opiniones, y progresivamente fueron sustituidas por imágenes de propaganda, como eran los rostros de los mártires de la guerra contra Iraq de principios de la década de 1980. 

El régimen de los ayatolás se fue haciendo cada vez más rígido y autoritario, y los muros –que siempre tuvieron una gran capacidad de comunicar e influir en el pueblo – mostraban la severa y omnipresente imagen de Jomeini o decoraban con motivos naturales o rurales unos edificios cada vez más degradados. En 2009, después de las protestas contra la reelección de Mahmoud Ahmadineyad como presidente del país, que se saldaron con decenas de muertos, el germen de la reivindicación vuelve a estar presente en unos muros que esta vez se encargan de cubrir los más jóvenes. Nuevas generaciones y nuevos estilos como el grafiti que intentan sortear como pueden la férrea censura de las autoridades y que sobreviven prácticamente en la clandestinidad.

Así pues, Karimi no es sino una más en la larga lista de víctimas de la sinrazón de aquellos que pretenden controlar hasta el mínimo atisbo de disidencia y heterodoxia. Los desmanes y abusos del régimen iraní han sido denunciados en múltiples ocasiones por organizaciones que velan por el cumplimiento de los derechos humanos, y en el caso de Karimi se han sumado también las voces de 223 cineastas de todo el planeta que han querido decir una palabra en defensa del joven realizador hasta conformar la película ‘223 Words’, un documento necesario para que no se olvide que en muchas partes del mundo todavía hay gente que sufre por el simple hecho de contar la realidad que le rodea.
 

Fecha de actualización: 26 de mayo de 2016 10:49.

Listado de noticias