La Universitat presenta en La Nau la mayor retrospectiva sobre el artista y cantante Miguel de Molina

La exposición ‘Miguel de Molina: Yo quiero ser diferente’, producida por la Universitat de València y la Fundación Miguel de Molina, da a conocer la vida y el arte de vanguardia de esta gran figura de la cultura española, desde sus inicios en treinta a Madrid hasta su retirada de los escenarios en 1960, en Buenos Aires, donde vivió exiliado y murió. Intérprete excepcional, el ‘Rey de la copla’ revolucionó el mundo de las artes escénicas y continúa siendo un referente para muchos contemporáneos.

1 de julio de 2025

Exposición sobre Miguel de Molina en La Nau.
Exposición sobre Miguel de Molina en La Nau.

La exposición se presentó el lunes 30 de junio por la mañana en una rueda de prensa en el Centre Cultural La Nau que contó con las intervenciones de Ester Alba, vicerrectora de Cultura y Sociedad; Alejandro Salade, director de la Fundación Miguel de Molina y sobrino nieto del autor y las comisarias de la exposición: Stéphanie Demange (Université de Toulon) y Laurie-Anne Laget (Université de Sorbonne). Se podrá visitar en la Sala Acadèmia desde el 30 de junio hasta el 26 de octubre.

Por la noche, la cantante Clara Montes ofreció un emotivo concierto en el Claustro de la Universitat, dentro del marco del Festival de Serenates, con un repertorio dedicado a Miguel de Molina. Interpretó canciones que forman parte de nuestra memoria musical colectiva, como La bien pagá, Ojos verdes y Penita pena, ante un público que disfrutó intensamente con cada tema.

Según los responsables, la exposció 'Miguel de Molina: Yo quiero ser diferente' es la mayor retrospectiva realizada en España hasta ahora, con materiales inéditos, sobre todo los recogidos en la sección de València, lugar de contrastes: dónde el artista triunfó y también fue represaliado. “España no conoce suficientemente la figura de Miguel de Molina. Era un artista poliédrico, un artista total, un avanzado en su época que además de cantar copla, abordaba todos los aspectos de sus espectáculos, el baile, la escenografía y hasta cuestiones de marketing”, ha apuntado su sobrino-nieto, que lleva más de dos décadas reuniendo todo este material.

La vicerrectora de Cultura y Sociedad, Ester Alba, ha apuntado que esta exposición se inscribe en un programa de exposiciones sobre el compromiso que la Universitat de València, como universidad pública, tiene con los derechos humanos, la igualdad, la justicia y la inclusión social. En total se realizarán cinco exposiciones en el marco del programa ‘El valor de la diversitat: art, restitució i memoria’. Y, en concreto, esta exposición reivindica una figura artística relevante del exilio republicano español, Miguel de Molina, periodo en el que la Universitat de València ha constituido una cátedra junto con el Ateneo Español de México, quereunió la semana pasada en La Nau en unas jornadas a medio centenar de personas, entre familiares de exiliados y especialistas procedentes de México y de la UV.

Más allá de la imagen en el mudo de la copla, muy presente en el imaginario colectivo, la originalidad de Miguel de Molina (Málaga, 1908 - Buenos Aires, 1993) radica en su concepción plural de la creación artística: Molina, cantante de coplas y bailaor del entonces llamado “arte gitano”, también imprimió su sello en toda la dimensión artística de sus espectáculos, al ser a la vez coreógrafo, escenógrafo, diseñador de vestuario y arreglista, y al controlar personalmente su producción y comercialización. Asimismo, su archivo revela que fue un poeta, novelista y diarista de una gran envergadura intelectual.

La exposición de materiales procedentes del legado de la Fundación Miguel de Molina (correspondencia, escritos, fotografías, partituras, vestuario escénico, diseños de escenografía) es un testimonio de la riqueza de su labor creativa y un homenaje a un artista reprimido por el régimen franquista por su orientación política y sexual.

Para ello, la muestra ofrece elementos de contextualización biográfica, artística e histórica del personaje. Prosigue con un recorrido por su trayectoria a través de numerosas piezas originales del legado (carteles de teatro y cine, figurines, la colección de blusas, trajes, botas y complementos que hicieron historia), que invitan a (re)descubrir las múltiples facetas creativas del artista (el Molina bailarín, escenógrafo, diseñador o actor), su intensa vida social y la admiración que suscitó entre sus contemporáneos (fotografías autografiadas, páginas enmarcadas del Libro de oro del artista).

Estructurada en siete secciones: el artista y su contexto

Esta exposición está estructurada en siete secciones o áreas temáticas. La primera es ‘Vestuario de diseño’, que el propio artista confeccionaba como sus blusas y otras prendas de vestuario; la segunda sección se dedica a su labor en la escenografía, con el diseño de sus propios espectáculos. La tercera se dedica a Valencia, ciudad y provincia de contrastes para el artista ya que, en el año 30 triunfó, pero fue represaliado durante los años 39 y 40 (estuvo detenido en Buñol, ciudad de la que es hijo predilecto y tuvo una vinculación con Ontinyent, donde visitaba un hospital militar de mutilados de la guerra). Tras su prohibición a actuar por el régimen franquista, en el año 1942, se exilió a Argentina y, en el 57, regresa a Valencia y vuelve a triunfar. Su madre había fallecido diez años antes, en València, en 1947, en el piso de la calle Císcar 41 de València donde ella residía y mucho de este material se ve en esta sección.

En sus memorias escribió de València, que fue “posiblemente la ciudad de España a la que más debo artísticamente y donde se produciría mi verdadera consagración”. València fue el teatro de sus primeros éxitos, un refugio en momentos de desdicha, un punto de anclaje familiar y una fuente de inspiración artística, y Molina la homenajeó repetidas veces desde la distancia. Se dedica un espacio propio a este tema, con documentación variada expuesta en vitrinas, que completan la propuesta expositiva.

La cuarta sección se basa en el papel que Miguel de Molina tuvo en el cine, participando en diversos cortos y películas; la quinta destaca su papel como bailarín y corógrafo. La sexta muestra los testimonios gráficos de una época, figuras con la que coincidió y que admiraba, entre los que destacan artistas como Lola Flores, Sara Montiel, Joan Manuel Serrat y el torero Manolete; en la séptima incorpora las hojas del que fue ‘Libro de Oro’ de Miguel de Molina, en el que hay dedicatorias de poetas como Rafael Alberti (1902-1999, El Puerto de Santa María), quien le hizo un poema dibujado. También de otros autores como Javier López de la Serna y hasta en la primera página de ese libro hubo, en su momento, una firma de Federico García Lorca que, según relata Alejandro Salade, “su tío se arrepintió de haber borrado con una cuchilla, aunque lo hizo siguiendo el consejo de personas cercanas, para no comprometer su seguridad durante la posguerra”. En la exposición, esa hoja ha sido montada en suspensión para que, al trasluz, pueda apreciarse que allí hubo una firma.

Esta exposición cuenta con la colaboración de la Generalitat Valenciana, Casa de Velázquez, Sorbonne Université, Université de Toulon y el Institut Universitaire de France.

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