La exposición del pez cebra a niveles de pesticidas considerados seguros provoca alteraciones neuroconductuales duraderas

Investigadores de la Universitat de València, en colaboración con la Queen Mary University of London (Reino Unido) y la Universidad de Montpellier (Francia), han demostrado que una exposición breve a un cóctel de pesticidas durante los primeros días de desarrollo del pez cebra (Danio rerio) provoca alteraciones neuroconductuales en esta especie que comparte el 70% de los genes humanos. Estas alteraciones persisten en la etapa juvenil, aun cuando la concentración utilizada es la máxima permitida por la Unión Europea para agua de consumo, lo que subraya la necesidad de revisar los estándares de seguridad ambiental.

2 de septiembre de 2025

Jose V. Torres Pérez y Maria Abellán Álvaro junto a las instalaciones de peces cebra de la Universitat de València (Planta experimental de acuarios – SCSIE).
Jose V. Torres Pérez y Maria Abellán Álvaro junto a las instalaciones de peces cebra de la Universitat de València (Planta experimental de acuarios – SCSIE).

El trabajo, publicado en la revista Archives of Toxicology, analiza el impacto del uso de los contaminantes ambientales o pesticidas en ecosistemas acuáticos y en el agua para beber, y su impacto en la salud en las primeras etapas del desarrollo en el pez cebra. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se estima que anualmente en el mundo se utilizan más de tres millones y medio de toneladas de fertilizantes.

El estudio sobre peces cebra revela que los peces expuestos mostraron cambios en la respuesta al estrés en etapas iniciales del desarrollo, así como un comportamiento menos ansioso en etapas posteriores. Estos resultados apuntan a que la ventana crítica de desarrollo temprano es especialmente vulnerable a contaminantes ambientales y que la exposición a mezclas de pesticidas, más realista que el estudio de compuestos de forma aislada, puede desencadenar efectos duraderos.

Según explica Maria Abellán-Álvaro, primera autora del artículo e investigadora del Departamento de Anatomía y Embriología Humana de la Universitat de València, “nuestros resultados ponen de manifiesto que incluso exposiciones a una baja concentración en épocas muy tempranas y de corta duración pueden tener un impacto prolongado en el comportamiento”.

El cóctel utilizado para medir el impacto en los peces cebra incluye seis pesticidas, a los cuales se ha añadido el glifosato, para destacar el concepto de toxicidad de la mezcla, que se acerca a los escenarios de exposición ambiental reales.

El pez cebra es utilizado como organismo modelo en estudios genéticos, de fisiología y del desarrollo embrionario de vertebrados, y actualmente está desplazando a los estudios con modelos de vertebrados como ratones y ratas de laboratorio, por las consideraciones éticas en la manipulación de estos animales.

La investigación ha sido coordinada por Jose V. Torres-Pérez, investigador Ramón y Cajal del Departamento de Biología Celular, Biología Funcional y Antropología Física de la Universitat de València. En palabras de Torres-Pérez, “este estudio demuestra la importancia de utilizar modelos como el pez cebra para comprender cómo los contaminantes ambientales afectan al neurodesarrollo. Nuestros hallazgos subrayan la necesidad de revisar los estándares de seguridad ambiental”.

El estudio ha contado con diversas fuentes de financiación internacionales y nacionales, incluyendo el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MCIN/AEI) y la Unión Europea (Next Generation EU/PRTR mediante un contrato Ramón y Cajal (RYC2021-034012-I), la British Pharmacological Society (Pickford Award 2023), el programa MUSE-Pestifish 2017 (Université de Montpellier), el National Institute of Health de Estados Unidos (NIH U01 DA044400-03) y la Unión Europea a través del programa Horizon 2020 – Marie Skłodowska-Curie Actions (Grant 101153110).

Referencia: Abellán-Álvaro, M., Forner-Piquer, I., Chousidis, I.et al.Zebrafish exposed to a cocktail of pesticides during early development display long-lasting neurobehavioral alterations.Arch Toxicol(2025). https://doi.org/10.1007/s00204-025-04129-6

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