Más del 30 % de la infancia afectada por la dana todavía siente miedo a la lluvia y las tormentas un año después

La Universitat de València (UV) y Save the Children han publicado el informe “Con el barro en la mochila”, en el que se analiza el impacto de la dana en la infancia valenciana a partir de los testimonios de más de 2.300 madres y padres. El estudio, presentado este lunes en la Facultat de Filosofia i Ciències de l’Educació de la UV, también analiza la pérdida de empleo y de vivienda en un contexto de 229 personas fallecidas -entre ellas 9 niñas y niños-, 200.000 menores afectados y 16.000 viviendas dañadas.

28 de octubre de 2025

Equipo investigador del informe “Con el barro en la mochila”. De izquierda a derecha: Margarita Bakieva (UV), María Jesús Perales (UV), Piedad Sahuquillo (UV), Yohara Quilez (Save the Children) y Joan Maria Senent (UV).
Equipo investigador del informe “Con el barro en la mochila”. De izquierda a derecha: Margarita Bakieva (UV), María Jesús Perales (UV), Piedad Sahuquillo (UV), Yohara Quilez (Save the Children) y Joan Maria Senent (UV).

“Hay que sacar conclusiones de la situación ocurrida tras la dana y poner a la infancia y a la adolescencia en el centro, desde un enfoque global que tenga en cuenta sus derechos como elemento prioritario, y que les dé la palabra. De esta forma podremos hablar de una participación verdadera, integral, de la infancia en la toma de decisiones”, ha destacado María Jesús Perales, profesora del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universitat de València y participante en la investigación.

“Cuando truena me pongo muy nervioso y no puedo dormir”, explica un niño de 9 años de Paiporta, una de las zonas más afectadas por la dana que arrasó hace un año la Comunitat Valenciana. Su testimonio se recoge en el informe “Con el barro en la mochila”, en el que se ha consultado también a profesionales de los servicios sociales, de la educación, de las ONG y a responsables políticos. Según el trabajo, aproximadamente el 24 % de la infancia valenciana afectada sigue teniendo problemas para dormir y que más del 30 % reconoce sentir miedo a la lluvia, las tormentas o los truenos.

En el acto de este lunes ha participado el profesorado que han trabajado el informe: Margarita Bakieva, María Jesús Perales y Joan M. Senent (Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación), Piedad Sahuquillo (Teoría de la Educación), así como Yohara Quílez, en representación de Save the Children.

El informe indica que se han producido cambios en el comportamiento de estos niños y niñas: mayor ansiedad o estrés persistente y dependencia de pantallas como mecanismo de escape. Los adolescentes manifiestan dificultades de concentración (12,4 %), pasan más tiempo con dispositivos electrónicos (11,0 %) y prefieren el aislamiento social (7,0 %). El trabajo advierte de que el acompañamiento social y emocional de niños, niñas y adolescentes ha sido muy deficiente, y se ha fiado todo a su capacidad de resiliencia. Actualmente, la principal preocupación de las familias (45,7 %) es el estado emocional de sus hijos e hijas.

La mitad de las familias (52,4 %) reconoce que sus hijos e hijas han sufrido un retraso en el aprendizaje. “Ante cualquier emergencia, como la que vivimos en Valencia, es crucial que los centros educativos se reabran cuanto antes. En un contexto de crisis, ir a la escuela ayuda a recuperar un sentido de normalidad y esperanza para esos niños y niñas”, explica Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la región.

El colegio no solo es un lugar de aprendizaje: también garantiza servicios esenciales como el comedor escolar, vital para muchas familias con menos recursos. En octubre de 2024, más de 18.000 niños y niñas de las comarcas afectadas por la dana dependían de una beca comedor. “Mantenerlo abierto tras una emergencia asegura una alimentación saludable para los que más lo necesitan”, dice Hernández.

No poder asistir a la escuela ha afectado particularmente al estado emocional (71,6 %) y relacional (33,3 %) del alumnado. “Tras una emergencia, las heridas que más perduran en el tiempo son las psicológicas. En este caso, hemos echado en falta que la administración habilitara más espacios seguros, protectores y de buen trato hacia la infancia y la adolescencia para reducir el impacto psicoemocional de estos niños y niñas”, subraya Rodrigo Hernández.

Los niños, niñas y adolescentes de los municipios afectados por la emergencia han dejado de realizar actividades deportivas (45,4 %), al aire libre (28,0 %), recreativas o culturales (25,0 %) y extraescolares (24,7 %).

Informe completo “Con el barro en la mochila” clicando aquí.

Pie de foto anexo:

Presentación del informe “Con el barro en la mochila”, este lunes en la Facultat de Filosofia i Ciències de l’Educació de la Universitat de València.

Otras Noticias