Médicos Sin Fronteras (MSF) presenta en La Nau su nueva campaña sobre ayuda humanitaria a víctimas de conflictos

  • 11 enero de 2017
 
Médicos Sin Fronteras (MSF) presenta a La Nau la seua nova campanya

2016 terminó con más de 40 conflictos activos en todo el mundo y más de 60 millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares. El impacto directo de las guerras en las poblaciones civiles se ha ido agravando: a menudo son víctimas buscadas de bombardeos, ataques y abusos. Cuando no, quedan atrapadas en zonas sin posibilidad de asistencia o se ven obligadas a buscar refugio en condiciones extremas.

Esta mañana se ha presentado la nueva campaña de MSF en una rueda de prensa celebrada en el Centre Cultural La Nau y que ha contado con las intervenciones de Antonio Ariño, vicerrector de Cultura e Igualdad de la Universitat de València; Mila Font, delegada de Médicos Sin Fronteras para Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias y Juanma Rodilla, ingeniero con experiencia en Siria, México y República Centroafricana y participante en la campaña ‘Yo me quedo’. 

Los responsables de MSF en la rueda de prensa han subrayado que entre las víctimas de los conflictos, no solo hay heridos de guerra. También hay millones de personas que cada día luchan por sobrevivir y necesitan atención médica porque padecen una enfermedad crónica, han sufrido un trauma psicológico debido al conflicto o, sencillamente, se ponen de parto.

Desde su origen, MSF lleva ayuda médico-humanitaria a las víctimas de las guerras. No obstante, en los últimos años el panorama se ha recrudecido, con un aumento de ataques a hospitales y personal sanitario.

Desde el bombardeo del hospital en Kunduz (Afganistán) el pasado 3 de octubre de 2015 – la peor desgracia en la historia de MSF–, más de 90 estructuras médicas gestionadas o apoyadas por MSF han sido atacadas.

La gran mayoría de estos ataques ha ocurrido en Siria y Yemen.
Miles de personas viven atrapadas o perseguidas por la guerra y sufren, a diario, sus consecuencias; desde hace décadas, los equipos de MSF les prestan asistencia, a menudo en zonas a las que pocas organizaciones llegan. 

En estas crisis, cobran incluso más importancia los conocimientos médico-humanitarios derivados de más de 40 años de trabajo en conflictos y la capacidad de MSF a la hora de operar en entornos inseguros y ejercer influencia política, así como su respeto de los principios humanitarios de independencia, imparcialidad y neutralidad.

Con su nueva campaña, ‘Yo me quedo’, MSF quiere denunciar la situación de quienes están atrapados en las guerras y la urgencia de prestarles ayuda, en un momento en el que el sistema humanitario internacional está fallando a la hora de responder a estas crisis agudas en países como Siria, Yemen o Sudán del Sur.

Los principales focos de esta iniciativa se basan en la sensibilización y en la captación de fondos a través de msf.es/yomequedo En esta web, cuatro especialistas de MSF explican las prioridades de la organización en países en conflicto: cirugía de urgencia, asistencia en partos, atención a enfermos crónicos y apoyo psicosocial. La web recupera también los testimonios de varias víctimas de estos conflictos: Yaqub, Sunud, Amal, Karim, Mansur y su hijo Asil, Sophie y sus gemelas recién nacidas, Marie, Mohamed, Erfan y Safa. Estas personas son solo algunas de las miles de razones que MSF tiene para quedarse trabajando en los países en guerra.