La Universitat impulsa el homenaje a María Moliner
Dos profesoras de la Universitat de València han impulsado este reconocimiento de la ciudad que consistió en un acto de homenaje y el descubrimiento de un monolito ayer martes 20 de noviembre. María Moliner, lexicógrafa y autora del Diccionario de uso del español, residió en Valencia desde 1930 a 1946.
21 de octubre de 2020
El acto de homenaje se inició en el salón de actos de la Escuela de Artesanos y contócon las intervenciones de la vicerrectora de Igualdad, Diversidad y Sostenibilidad de la Universitat de València, Elena Martínez;la concejala de Igualdad y Políticas de Género y LGTBi, Lucía Beamud; la profesora de Filología Española de la Universitat de València, Mercedes Quilis;el nieto de Maria Moliner, Pedro Pitarch;la decana de la Facultat de Filologia, Traducción yComunicación, Amparo Ricós; el decano de la Facultad de Magisterio, Óscar Barberá; la directora del Servicio de Bibliotecas, Victoria García;yla directora de la Unidadde Igualdad, Amparo Manes.
En el acto también asistieron varias bisnietas de la lexicógrafa, su biógrafa, Inmaculada de la Fuente y la documentalista que trabajó sobre la vida y obra de María Moliner, Vicky Calavia.
Y es que a iniciativa de las profesoras de Filología Española de la Universitat de València, María José Martínez Alcalde y Mercedes Quilis Merín, se presentó en el Ayuntamiento de Valencia ahora hace 2 años la conveniencia de reconocer la presencia de María Moliner en la vida de nuestra ciudad y de poder hacerlo mediante un agradecimiento público y visible.
La segunda parte del acto fueel descubrimiento del monolito en su memoria instalado ante el edificio donde residió en la Gran Vía de Marqués del Túria.
María Moliner, ya casada y con hijos, se trasladó a Valencia en los años de la II República, donde fue directora de la biblioteca universitaria de Valencia y del proyecto de bibliotecas populares. Colaboró así mismo con la Escuela Cossío, inspirada en la Institución Libre de Enseñanza y especialmente en la organización de las Bibliotecas Rurales.
Residió, así, en Valencia y en ese tiempo desarrolló una importante carrera profesional siempre inclinada a la difusión de la cultura.
Valencia tenía un homenaje pendiente, un reconocimiento público a María Moliner. Su nombre está presente en calles, bibliotecas, escuelas e institutos, pero faltaba un reconocimiento público para visibilizar su paso por nuestra ciudad, donde residió 16 años y donde estuvo comprometida con la difusión de la cultura particularmente en el ámbito valenciano.