Beatriz Santamarina y Eva Mompó analizan el caso del Cabañal como ejemplo de lucha vecinal y creación de una identidad colectiva

  • Unidad de Cultura Científica y de la Innovación
  • 4 enero de 2021
 
Beatriz Santamarina (izquierda) y Eva Mompó, profesoras del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València.
Beatriz Santamarina (izquierda) y Eva Mompó, profesoras del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València.

Un artículo de Beatriz Santamarina y Eva Mompó, profesoras del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València, concluye que la lucha por el barrio del Cabañal-Canyamelar de las últimas décadas ha fortalecido la identidad del barrio y se ha convertido en un asunto internacional. El estudio, publicado en Revista de Antropología Social, muestra los diferentes intereses que han marcado el barrio, en una situación que todavía perdura.

Las autoras analizan la historia reciente del barrio, el cual ha sido escenario de luchas y protestas en contra de la degradación y de las propuestas de los diferentes consistorios. Estos han iniciado planes de renovación que habrían eliminado gran parte de la esencia del Cabañal, sostienen Santamarina y Mompó.

Los conflictos hicieron que el barrio se organizara, y surgieran todo tipo de asociaciones vecinales, proyectos culturales y sociales. Centros sociales en locales abandonados, murales o carteles en los balcones modificaron la geografía urbana, en respuesta al abandono y el proceso de degradación de zonas que el ayuntamiento pretendía derribar.

Estos movimientos llamaron la atención a escala internacional, en el caso de medios como The Guardian o The New York Times, que recomendaban visitar el barrio “antes de que sea demasiado tarde”. El Cabañal, aseguran las investigadoras, ha sido, por lo tanto, un tema predominante que ha marcado los discursos políticos de los diferentes gobiernos locales.

El artículo cubre un largo periodo, empezando por los planes del ayuntamiento en 1998, como la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, acompañada del plan especial de protección y reforma interior, de los cuales muchos de los vecinos del barrio y del resto de la ciudad se declararon en contra.

El proyecto habría eliminado más de 1.500 viviendas y habría dividido el barrio en dos. A pesar de las presiones del vecindario, se pudo aprobar gracias a las mayorías absolutas del PP, pero fueron paralizados por una orden judicial del Tribunal Constitucional, que prohibía los derribos por expolio del patrimonio. Esta decisión, pero, llevó a una situación de estancamiento y de abandono del barrio.

Con la llegada de un nuevo gobierno local en 2015, los planes programados para el Cabañal fueron definitivamente eliminados. Se creó un nuevo plan de renovación del barrio, el Plan Especial del Cabañal-Canyamelar (PEC) que incluyó algunas demandas de los vecinos, a pesar de que también contradijo otras. Por eso, una parte del vecindario se organizó para presentar alegaciones al PEC. El escenario ha cambiado a uno de lucha contra la gentrificación, que amenaza a la población del barrio, esta vez para expulsarla a causa de la subida de los alquileres, la presión turística y un nuevo modelo urbanístico del cual la administración actual no protege, se explica en el artículo.

El Cabañal está marcado por su historia. En palabras de las autoras: “al recorrer el entramado urbano del Cabañal podemos leer la historia de las políticas municipales de distinto signo que en él se han desplegado, así como de las resistencias que cada una de ellas ha suscitado”.



Artículo:
Santamarina Campos, B.; Mompó, E. (2020). «La calle por bandera. Gramáticas, tropos y marcadores en los movimientos urbanos del Cabanyal (Valencia, España)». Revista de Antropología Social 29(2), 257-273.